martes, agosto 14, 2007

"Hemos vivido en carne propia el horror de la represión"

La voz de los retenidos se escuchó en movilizaciones en Barcelona y Lleida

ARMANDO G. TEJEDA

Madrid, 13 de agosto. En la céntrica Plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente a las sedes de la Generalitat de Cataluña y del ayuntamiento, se escuchó la voz de los cuatro turistas catalanes detenidos el pasado 5 de agosto en Oaxaca, antes de ser liberados del Centro de Internamiento de Inmigrantes de la ciudad de México. "Hemos vivido en carne propia tan sólo el portal del horror experimentado por todas aquellas personas reprimidas y torturadas", expresaron mediante una misiva que también se leyó públicamente en la ciudad de Lleida. Ante la magnitud de los acontecimientos, el vicepresidente de la Generalitat, Josep Luis Carod Rovira, la máxima autoridad en funciones de la región, se había comprometido personalmente a seguir el caso y a presionar al Ministerio de Asuntos Exteriores español para lograr la pronta liberación de los detenidos.

"Basta de represión en Oaxaca" y "exigimos la liberación de los cuatro catalanes detenidos en México" fueron las dos consignas que se corearon en dos concentraciones de protesta en Cataluña. La primera, a las doce de la mañana, se llevó a cabo en Barcelona, frente a la sede del gobierno autonómico y local, en la que además se exigió el fin de la "impunidad policial en México". Alrededor de 200 personas se congregaron en la Plaza Sant Jaume para exigir "justicia" y, sobre todo, para escuchar mediante un megáfono la carta que habían enviado desde México los cuatro turistas catalanes detenidos por un supuesto delito de "desórdenes públicos". La carta estaba firmada por Ariadna Nieto Espiné, Ramón Sesén Marquina, Nuria Morelló Calafell y Laia Serra Perelló, quienes, a la espera de la decisión de la justicia mexicana en su causa, han denunciado reiteradamente las vejaciones y malos tratos que han sufrido desde su detención, incluida la violencia física y síquica.

En la misiva que se leyó en Barcelona, y unas horas más tarde en Lleida, los detenidos, después de agradecer el apoyo recibido hasta ahora, tanto en Cataluña como en México, señalaron que "nos debemos a todos y todas aquellas personas a quienes se les ha -y probablemente se les estarán- violando sus derechos y persiguiendo por su defensa, con motivo de sus ideas, pertenencia étnica o definición sexual". Asimismo insistieron en las supuestas vejaciones sufridas por parte de la policía mexicana durante su detención: "Hemos vivido en carne propia tan sólo el portal del horror experimentado por todas aquellas personas reprimidas y torturadas. Somos conscientes que nuestra condición de extranjeros y vuestro apoyo nos han proporcionado una oportunidad única para atrevernos a denunciar la violación de nuestros derechos, que pocos y pocas pueden realizar por miedo a las represalias y debido al muro infranqueable de la eterna impunidad. Denunciando el abuso de poder de las autoridades, podemos mostrar al mundo la cotidianidad silenciada de todos los y las reprimidas. Combatir la injusticia es tarea y deber de todas, porque a todas nos beneficia. El respeto es patrimonio de la humanidad".

Por último, los cuatro turistas catalanes detenidos en México tuvieron palabras de recuerdo para sus compañeros presos, que también sufren "la impotencia de cualquier reclusión".

Entrevista con Carod Rovira

Después de que el megáfono calló con las palabras "hasta pronto", los manifestantes gritaron consignas contra la "impunidad policial en México" y con el abuso de poder y la impunidad en ese país, que también denunciaron con la entrega de centenares de octavillas a las personas que circulaban por la céntrica plaza, la mayoría turistas. Una vez finalizada la concentración, un emisario del gobierno catalán les informó que les recibiría en su despacho el actual vicepresidente de la generalitat, el independentista Carod Rovira, la máxima autoridad ante la ausencia, por vacaciones, del presidente José Montilla.

En una reunión de 15 minutos, Rovira escuchó un pormenorizado recuento de la situación vivida por los cuatro catalanes en México y una enérgica denuncia de la vulneración de sus derechos fundamentales, al insistir en la "nula base jurídica de la detención". Uno de los integrantes de la comitiva que se reunió con el funcionario catalán, integrante del Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista de Barcelona, explicó a La Jornada que el vicepresidente catalán se "comprometió a hablar personalmente con el cónsul mexicano en Barcelona para insistir en que se resuelva cuanto antes la situación, a hablar con el Ministerio de Asuntos Exteriores y, ya de manera extraoficial, a hacer algún contacto de nivel con México".

Según esta fuente, Carod Rovira se mostró preocupado por la grave vulneración de los derechos básicos de cuatro ciudadanos catalanes en México, por lo que se comprometió a mantenerlos informados en todo momento de sus gestiones.

Por la tarde, en la plaza de Paeria, de la ciudad de Lleida, de donde son originarias dos de las detenidas, Nuria y Ariadna, se concentraron unas 150 personas. Detrás de dos pancartas que se leía "Basta de represión en Oaxaca" y "Libertad a las catalanas detenidas en Oaxaca". Los manifestantes también corearon consignas contra la brutalidad policial en México y la impunidad en que suele quedar este tipo de atropellos a la ciudadanía.

En esta concentración, en la se volvió a escuchar la voz de los cuatro turistas detenidos, también se leyó en voz alta una carta de apoyo del rector de la Universidad de Lleida, Joan Viñes, quien expresó su total respaldo a los cuatro detenidos, pero sobre todo a Nuria y a Ariadna, vinculadas desde hace años al centro docente.

En una carta dirigida al embajador de México en España, Jorge Zermeño, el prestigioso académico catalán señala: "Me preocupa que acontecimientos de esta naturaleza puedan enturbiar estas relaciones (entre la Universidad de Lleida y nuestro país) y que México deje de aparecer ante nuestros estudiantes como el país amigo que es. Por todo lo cual, le ruego que interceda ante su gobierno en el sentido que dichos jóvenes sean puestos en libertad inmediatamente, libres de cualquier cargo y les sea devuelta la documentación y sus pertenencias".

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