domingo, septiembre 30, 2007

Brasil defiende a Irán y Baby Bush demuele a la AIEA de la ONU

Alfredo Jalife-Rahme

El régimen torturador bushiano se ha caracterizado como el principal demoledor de la ONU con la que ha chocado en los temas universales en los que intenta imponer su patológico unilateralismo paleobíblico: invasión ilegal a Irak, el “cambio climático” que perjudica la agenda del Protocolo de Kyoto, su rechazo al Tribunal Penal Internacional, y ahora su obstruccionismo a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), de la ONU, sobre el enriquecimiento de uranio de Irán, quien insiste en su carácter “pacífico” .

La guerra preventiva del unilateralismo bushiano juzga ahora no las evidencias, sino las supuestas “intenciones” de los países que desea someter a su fenecido dominio unipolar. Tales “intenciones” no pueden ser más que “malignas” desde el momento que han sido clasificadas omniscientemente como parte del eje del mal, dado que Estados Unidos (EU) e Israel constituyen el eje del bien, según su singular lectura paleobíblica, lo cual deriva en un asunto teológico muy respetable, pero que no tiene nada de técnico.

Si EU e Israel (que detenta sin vigilancia universal 250 bombas atómicas en la clandestinidad, según el excelso Boletín de Científicos Estadunidenses, lo cual no ha sido ninguna garantía de paz desde hace casi 60 de años de su existencia bélica) afirman que Irán desea poseer bombas nucleares y el acusado se defiende de tales “intenciones”, ¿quién mejor que la AIEA para erguirse en árbitro supremo y emitir una sentencia con pulcritud?

Baby Bush repite el mismo patrón bélico de conducta para inventar la posesión de armas nucleares de Irán, como ya lo había hecho con el sueco Hans Blix, antecesor del egipcio Mohamed El Baradei en la AIEA, en referencia a las “armas de destrucción masiva” en Irak que resultaron supercherías.

El Baradei ha condenado la “histeria bélica” de los turiferarios de la guerra y ha alabado la actitud positiva de Irán para inspeccionar sus sitios nucleares: “No existe hoy un claro y presente peligro en referencia al programa nuclear iraní”. Lo más sano será consultar su objetiva fuente directa en inglés IAEA.org, para no caer en las trampas mendaces de los multimedia israelí-anglosajones.

El cada vez más tragicómico presidente número 43 de la otrora superpotencia unipolar humillada en Irak representa la grotesca marioneta que manejan el vice-presidente Dick Cheney, los neoconservadores straussianos (agazapados en el American Enterprise Institute) y el siniestro Comité del Peligro Presente (CPD, por sus siglas en inglés) donde resalta la tripleta Podhoretz-Krauze-Aznar vinculada al partido fundamentalista hebreo Likud (Jim Lobe dixit), al unísono de la “gente del dinero” de Nueva York (general Wesley Clark dixit) quien en última instancia controla a todos los citados en la cúspide de la desregulada globalización financiera hoy en agonía y que alienta a una “tercera guerra mundial” (Podhoretz dixit, el aliado conspicuo de Enrique Krauze Kleinbort en México) con el fin de capturar las reservas gaseras de Irán y amortiguar su quiebra pecuniaria.

El rechazo más categórico a un bombardeo unilateral de EU e Israel contra 2 mil (¡súper sic!) instalaciones de Irán bajo sospecha, proviene del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), amén de la Organización de los Países No-Alineados (ni “alienados”) que empieza a resucitar.

La postura de Brasil, lejos del foco del escenario bélico euroasiático, es digna de crédito al haber apuntalado la “investigación nuclear pacífica” por Irán que “no debe ser castigada bajo sospechas de desear construir una bomba atómica” (Lula da Silva dixit, Reuters 25/9/07).

Brasil sabe lo que dice cuando ha emprendido un trayecto similar de “investigación nuclear pacífica” sin los reflectores enfocados a Irán. Lula enfatizó que “Irán hasta ahora no ha cometido crimen alguno en referencia a la guía de la AIEA sobre armas atómicas. (…) Nadie puede ser juzgado de antemano”. ¡Impecable!

El 21 de agosto, Irán acordó con la AIEA la inspección de sus sitios nucleares, lo cual desquició a los turiferarios de la guerra de EU e Israel que han promovido dos rondas de sanciones en el Consejo de Seguridad, pero que esta vez no pudieron ejercer una tercera ronda después del pleito público (The People’s Daily, 29/7/07) entre Condi Rice y el canciller ruso, Sergei Lavrov, quien se negó a seguir la “ruta trágica de los hombres perversos”, referente a las conductas agresivas “miméticas” que ha expuesto sobresalientemente el filósofo galo René Girard.

Lavrov se confinó a solicitar evidencias y cómo éstas no existen, pues tendrán que esperar hasta diciembre, cuando la AIEA emita su reporte “técnico”, no teológico.

Para evitar que EU quedase en el oprobio universal, Rusia y China acordaron, con los otros tres integrantes del Consejo de Seguridad –EU, Francia y Gran Bretaña, sumados de Alemania, quien lució enormidades por su lucidez imparcial–, una “solución negociada” y a otorgar al español Javier Solana, de la Unión Europea, la batuta de la “resolución del conflicto” con Irán hasta noviembre.

Ahora existen dos canales de negociación con Irán: la del Consejo de Seguridad, más Alemania (el “cinco más uno”), y la AIEA, también de la ONU, lo cual exhibe el prodigio ajedrecista de los estrategas iraníes, quienes todavía han de tener más conejos ocultos bajo la manga. Pero no hay que extraviarse demasiado en conjeturas: la postura más relevante es la rusa.

La paranoia del tóxico halcón John Bolton, anterior embajador clandestino de EU en la ONU (nunca fue ratificado por el Congreso por lo que fue defenestrado), llegó a tales grados que hasta duda de la “lealtad” del premier británico, Gordon Brown. Nadie como los estrategas británicos, quienes en sus centros de pensamiento se han pronunciado contra la guerra, entienden la dimensión de una nueva aventura unilateral en el golfo Pérsico.

Más allá de su exitosa ofensiva diplomática en Latinoamérica, salpicada de acuerdos energéticos con la que hemos bautizado la “nueva OPEP sudamericana” (Venezuela, Bolivia y Ecuador), Ahmadinejad Superstar (ver Bajo la Lupa, 26/9/07) en su discurso ante la Asamblea General de la ONU se concretó “técnicamente” a dejar el asunto del enriquecimiento de uranio en manos de la AIEA. ¡Impecable!

En medio del poderoso despliegue de la guerra sicológica de desinformación de los multimedia controlados por la banca israelí-anglosajona, quienes vilipendian a la AIEA, además de las nuevas medidas hostiles del Congreso de EU (que incluye la balcanización de Irak) que empujan cada vez más a la conflagración, viviremos un trimestre trepidante en espera de los resultados tanto de la visita del zar geoenergético global Vlady Putin a Teherán (16 de octubre), como de los reportes del español Solana (noviembre) y del egipcio El Baradei (diciembre).

Nos encontramos cinco para la medianoche bélica y será una hazaña del género humano detener una guerra sentenciada de antemano por el unilateralismo bushiano y la quebrada banca israelí-anglosajona: el “auto-atentado” endosado a Irán (Brzezinski dixit) y/o el atentado triangulado por Israel del ominoso Plan Wurmser.

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