Los legisladores “se apanicaron” por el qué dirán; sólo PRI-AN votaron por subir gasolinas, aclara
“Es injusto que aumenten impuestos cuando los holgazanes del gobierno se dan la gran vida”
Enrique Méndez (Enviado)
El “presidente legítimo”, Andrés Manuel López Obrador, durante un acto en la Sierra Negra poblana, donde viven comunidades en pobreza extrema Foto: La Jornada
Tlacotepec, Pue., 29 de septiembre. Desde este rincón de la Sierra Negra poblana, Andrés Manuel López Obrador lamentó que los diputados de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, que integran el Frente Amplio Progresista (FAP), “no fueran lo suficientemente firmes” para impedir que se aprobara el impuesto especial de 5.5 por ciento en gasolinas y diesel.
“Se apanicaron por el qué dirán, que los tacharan de revoltosos. Pero debieron fajarse los pantalones para actuar con firmeza y defender la economía popular. No le hace lo que dijeran nuestros adversarios. De todos modos van a hacerlo”, dijo.
Los reproches del ex candidato presidencial a los legisladores del FAP se hicieron luego de que un habitante de esta comunidad cuestionara que por los votos “del PRI, del PAN y del PRD” se aprobó el aumento a los combustibles, lo que derivó en el incremento de todo. “Todo está más caro, el aceite, los jitomates…”, afirmó.
Ante esa impresión que subyace en la ciudadanía, López Obrador aclaró que quienes votaron en favor de la reforma fiscal y del incremento a gasolinas y diesel fueron los diputados priístas y panistas. “El PRD no votó en favor, ni PT ni Convergencia. De todas maneras critiqué a los legisladores del Frente Amplio porque no fueron suficientemente firmes”, expresó.
Ante las personas que se congregaron en la desvencijada cancha deportiva, el tabasqueño refirió que una semana antes de que la mayoría en la Cámara de Diputados aprobara el paquete fiscal de Felipe Calderón, se presentó en San Lázaro para sugerir a los diputados realizar actos de resistencia civil, a efecto de que “por ningún motivo se permitiera el aumento”.
Sin embargo –reprochó–, “no hubo la protesta suficiente” y se autorizó aplicar un nuevo impuesto a los combustibles. Aun así –abundó–, el rechazo a esa medida por el movimiento que encabeza obligó “al pelele de Calderón” a posponer la entrada en vigor del gasolinazo. “No sólo es injusto que se aumenten los impuestos, también es inmoral, porque en el gobierno se siguen dando la gran vida. Son como holgazanes. Por ejemplo –preguntó a sus simpatizantes–, ¿saben para qué sirve un ministro de la Suprema Corte de Justicia?”
Un hombre que asistió con su familia a la reunión informativa exclamó: “¡aquí, para nada!”
Este sábado, el “presidente legítimo” realizó un recorrido por distintos municipios de la Sierra Negra poblana, en los cuales viven comunidades en la pobreza extrema.
La carretera de Eloxochitlán a Tlacotepec –en los límites con Veracruz y Oaxaca– aún está bloqueada por el derrumbe del 4 de julio, que causó la muerte a casi 30 personas que viajaban en un autobús. A casi tres meses del accidente, lo único que el gobierno ha hecho es abrir una desviación de terracería, que pasa junto a torres de alta tensión. Como no hay otro camino, las personas y los vehículos transitan cerca de líneas que conducen una fuerza de miles de voltios.
A pesar de la tragedia, la administración estatal no ha hecho nada por reparar la carretera, pues continúan los deslaves y el riesgo.
Ya en Eloxochitlán, donde López Obrador debió dirigirse a la comunidad desde un talud, pues la plaza principal no es más que lodo, aseguró que “a los de arriba no les importa el destino del país ni el sufrimiento del pueblo. Ellos viven en otro mundo, sólo les interesan sus privilegios. Bajan, se acercan al pueblo, cuando necesitan los votos, pero cuando se encumbran, se divorcian de la gente”.
Como ha hecho en días recientes, planteó el repudio al aumento de precios derivado del nuevo impuesto a los combustibles, sobre todo porque la clase política en el poder no renuncia a sus prestaciones y altos salarios.
“Aquí es como un insulto decirles esto, pero tengo que hacerlo para que tomen conciencia: un ministro de la Corte gana 500 mil pesos mensuales, mientras la gente no tiene siquiera para lo más indispensable. Un hombre así es insensible, está materializado y nunca va a entender las necesidades de justicia de la gente”, aseguró. Entre las decenas de personas congregadas en el lodazal surgió un murmullo desaprobador, y voltearon a mirarse unos a otros, sorprendidos.
El “presidente legítimo” también transmitió un mensaje de condolencia a las familias de las personas que murieron por el derrumbe del pasado 4 de julio. Además de que los recursos del presupuesto federal no llegan a las comunidades –dijo–, cada que hay algún siniestro, una inundación o un terremoto, los más perjudicados siempre son los más pobres.
Por si fuera poco –añadió–, las obras que los gobiernos realizan en las comunidades apartadas no son construidas con calidad. “Estas carreteras están hechas al ai’ se va. Hacen las cosas para cumplir con el expediente y para robarse el dinero”, resaltó.
Las elecciones, camino para cambiar el país, ratifica
López Obrador también visitó Zoquitlán y Coyomeapan, todavía en la sierra, y por la tarde Coxcatlán –la cuna del maíz–, San José Miahuatlán y Zinacantepec. En la junta auxiliar de Calipan, con cabecera en Coxcatlán, ratificó que el movimiento dirigido por él escogió la vía de las elecciones para transformar el país. “Nunca vamos a llevar a la gente a la confrontación y a la violencia”.
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