Antonio Gershenson
Cuando el precio del petróleo sube considerablemente, eso motiva que suba el precio de las importaciones mexicanas de gas y petrolíferos. Dentro de esto, el mayor peso es el de la gasolina. En cambio, sube el precio del petróleo mexicano de exportación. Esto debería poder compensar una cosa con la otra. Pero la política económica vigente no lo permite, y una de sus expresiones recientes es el mayor aumento mensual de la gasolina, mediante un derecho, ahora otra vez a partir del primero de enero próximo.
En vez de construir o ampliar refinerías para aumentar nuestra capacidad de producción de gasolina y otros productos de la refinación, usando parte del petróleo crudo que hoy se exporta, se ha dejado que suba la cantidad de gasolina importada.
De 55 mil barriles diarios importados en 2003, subimos a 95 mil en 2004, a 170 mil en 2005, 205 mil en 2006 y 296 mil barriles diarios en enero-agosto de 2007. En el año en curso también hay una tendencia creciente en estas importaciones, de 234 mil barriles diarios en enero a varios de los últimos meses con más de 330 mil: casi 100 mil de aumento. Por lo mismo, el promedio anual irá subiendo en los meses que quedan de 2007.
El valor de los petrolíferos importados, en los que también el peso de la gasolina es decisivo, aumentó más por el aumento de los precios del petróleo y de la gasolina. De 2 mil 400 millones de dólares en 2003, el aumento fue a 10 mil millones en 2006. Para estimar el incremento de lo que va de este año, comparamos el más reciente dato publicado, enero-agosto de 2007, con el mismo periodo de 2006, y el costo subió de 7.2 miles de millones de pesos a 9.4 miles de millones. Dentro del año 2007, el costo de agosto fue casi el doble que el de enero.
Para septiembre, las cosas van peor en cuanto a ese costo. No se han publicado los datos mencionados; se toman su tiempecito para hacerlo. Pero el precio promedio de los crudos de referencia en el mercado internacional en septiembre es el mayor que ha habido: más de 78 dólares en promedio mensual. Y el aumento de agosto a septiembre fue de casi 7 dólares por barril.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), Cushing, no bajó, en su cierre diario, de los 80 dólares por barril en las dos semanas recientes. El último viernes también el Brent rebasó ese límite. El promedio semanal de ambos crudos de referencia fue asimismo superior a los 80 dólares por barril en cada una de estas dos semanas.
Este precio se reflejará, poco antes o poco después, en el de la gasolina en Estados Unidos, de donde se importa ese combustible, y de ahí la gasolina importada estará más cara. Lo mismo va a pasar con otros combustibles derivados del petróleo.
El gasolinazo no va a resolver ese problema. Va a darles otro empujón a los precios internos. Las materias primas transportadas, su elaboración, el traslado de los productos elaborados, el transporte del personal que los produjo y que trabajó para obtener las materias primas, etcétera, todos estos procesos económicos requieren combustibles.
Ya hubo una serie de alzas con el anuncio de que los combustibles suben de precio en octubre, esto se repetirá antes y después del primero de enero.
Lo correcto es aumentar la capacidad mexicana de refinación con inversión pública, a costa de quitar privilegios a altos funcionarios y, en general, con el uso racional del presupuesto. Y que no venga luego otro ex presidente a presumir de las riquezas acumuladas en su rancho. En otras partes del mundo se están construyendo o ampliando refinerías. Aquí gobierna una mentalidad colonial. Esto, definitivamente, debe cambiar.
* * *
Agrego este párrafo a la condena del retiro de la fecha del 27 de septiembre, nacionalización de la industria eléctrica, del calendario oficial. Propongo que iniciemos de inmediato los preparativos para conmemorar el cincuentenario de esta nacionalización en 2010, junto con el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana.
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