Ante la inminente aprobación de la reforma constitucional en la que se prohíbe a los partidos políticos contratar publicidad en medios electrónicos, la Cámara de la Industria de Radio y Televisión instrumentó una protesta inédita, llena de mentiras completas y verdades a medias, para exigir desde el martes 11 por la tarde, desechar esa medida que representa más de 2 mil millones de pesos menos en su recaudación publicitaria.
La queja de las principales empresas incluyó los discursos de su primera plana de conductores y periodistas en las instalaciones del Senado, en donde aseguraban que la reforma era un atentado contra la libertad de expresión. La presencia de concesionarios y trabajadores de los medios incluyó igual a Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre y Rogerio Azcárraga, que a Pedro Ferríz y Patricia Chapoy.
Hubo 5 mentiras en su discurso:
1. Se expropia el tiempo de los medios para campañas gratuitas.
En realidad, los tiempos oficiales a los que el Estado tiene derecho de forma gratuita en las transmisiones de radio y televisión, ya existen, sólo que los medios generalmente no cumplen con esa obligación, y es recurrente que estos espacios se programen a altas horas de la madrugada.
La Ley Federal de Radio y Televisión dispone 30 minutos diarios para cualquier emisora, sea concesionada o permisionada, lo que se conoce como el "tiempo legal", además existe el "tiempo fiscal", con el que las emisoras concesionadas pagan en especie un impuesto por el uso de un bien de la nación (el espectro radioeléctrico) poniendo a disposición del Estado el 1.25% del tiempo total de sus transmisiones (anteriormente era 12.5 el porcentaje).
La reforma electoral ya aprobada, lo único que hace es elevar a rango constitucional una disposiciones específicas para la distribución de ese tiempo gratuito, para ocupar los espacios en el día y no en las madrugadas; y al mismo tiempo, prohibir la contratación total de publicidad.
2. La reforma hace que los medios subsidien las campañas de los partidos.
En realidad la reforma evita un subsidio de dinero público que asciende a 2 mil millones de pesos para los medios, dinero correspondiente a prerrogativas de los partidos que se ha utilizado para competir con dinero, por más spots en radio y televisión.
3. Llevará a la quiebra a las emisoras de radio.
Como parte de su estrategia de comunicación, la CIRT afirma que el gasto electoral en medios representa sólo un 2% de la facturación anual de las televisoras nacionales, pero en cambio, implica entre el 15 y 20% para las cadenas más importantes de la radio, y el 50% para las emisoras regionales. De ser verdad esta afirmación, el dinero público que se le ha otorgado a los partidos habría subsidiado la vida de la industria radiofónica en todo el país, lo cual sería preocupante.
4. Se atenta contra la libertad de expresión.
Si bien el pre dictamen de la reforma electoral incluía una redacción desafortunada para las adiciones al artículo 41 de la Constitución, en donde se proponía que: "Ninguna persona pública o privada, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar o difundir mensajes en radio y televisión susceptibles de influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra de partidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular", los legisladores reconocieron el error y lo corrigieron, para desaparecer de la redacción la prohibición a "difundir mensajes" para no confundir (por ejemplo opiniones), y especificar que el impedimento es a la contratación de publicidad por parte de particulares. Pero entonces los miembros de la CIRT también se inconformaron, diciendo que de todas formas la libertad de expresión se vulnera si se prohíbe pagar anuncios políticos a personajes y organismos ajenos a los partidos y a la fiscalización del gasto electoral.
Ese discurso omite que el Cofipe ya prohíbe la contratación de spots por parte de particulares, para no vulnerar la equidad ni los topes de campaña. Hasta ayer no habían existido quejas de que esa disposición vigente del Cofipe atentara contra la libre expresión. Es una trampa confundir libertad de expresión con la contratación de espacios favorables a los partidos durante época electoral.
5. Las elecciones serán más caras.
Según un análisis de la CIRT, las elecciones presidenciales en 180 días de campaña (como se establecía antes de la reforma) costaban 5 mil 339 millones de pesos, y ahora que los senadores avalaron una reducción a 90 días, el costo será, dicen, de 3 mil 651 millones de pesos. Aunque parezca increíble, la CIRT asegura que eso significa que las campañas serán más caras.
El argumento proviene de un extraño promedio, producto de la división de las cifras anteriores entre los días de campaña, entonces, 5 mil 339 millones divididos en180 días implicaba 29 millones 600 mil pesos diarios, y 3 mil 651 millones de pesos divididos entre 90 días equivale a 40 millones 57 mil pesos.
La comparación es tramposa. Cinco mil es mucho más que tres mil, entonces el gasto es mucho menor. Punto.
Luis Miguel Carriedo
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