De Blogotitlan. Columna Asimetrías
Sur-Sureste
por Fausto Fernández Ponte
Se reúnen gobernadores para supuestamente buscar soluciones a los múltiples problemas sociales de sus entidades, pero en vez de enfocar el origen, se conforman con atender los efectos, por lo que los problemas crecerán, en vez de terminarse.
I
La reunión de los gobernadores de los estados del sur y sureste de México, realizada hace una semana, aproximadamente, en Villahermosa, la tórrida capital de Tabasco, y a la que asistió el Presidente de Facto, puso de manifiesto varias realidades:
Una, la de que los mandatarios de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán carecen de una visión estratégica acerca de cómo salirle al paso y superar los retos colosales de nuestro espeluznante atraso social.
Y, otra, la de que al pensar en soluciones, esos gobernantes parecen privilegiar una forma de organizacion económica que ha demostrado inviabilidad social, desde su implantación en México por el Consenso de Washington, en el sexenio de Carlos Salinas.
Empero, el señor Salinas, al ser ungido Presidente de la República en 1988 por golpe de Estado, halló surcos ya abonados por su antecesor, Miguel de la Madrid, quien había abrazado unilateralmente, con miopía histórica, al neoliberalismo.
II
Abonado el terreno por el señor De la Madrid, don Carlos se aprestó a mutar la forma de organización económica prevaleciente entonces, por la actual, que agudizó la dependencia con respecto a Estados Unidos y aumentó monstruosamente la pobreza y la miseria.
Y no sólo eso: consecuencias adicionales de esa mutación aberrante, entreguista, al Imperio y sus empresas trasnacionales, ha sido la subida espectacular, por dramática, de la inseguridad pública y la inseguridad social y desempleo y carestías.
Al crear pobreza y miseria, inseguridad e incertidumbre --los sustentos apocalípticos de la cultura de la desesperanza--, emigración y una miríada de otros descontentos y conflictos sociales, esa forma de organización económica exhíbese inviable.
En ese contexto tan terrible, los gobernantes del sur y el sureste de nuestra república formularon muchas propuestas para atender, como paliativos, lo efectos cáusticos de la forma de organización económica y sus manifestaciones.
III
Y antójase muy lamentable en extremo que ninguna propuesta de esos mandatarios haya identificado las causales de los virulentos problemas económicos y sociales de los estados que gobiernan, ni mucho menos del país. Identificaron sólo aspectos de los efectos.
Cierto. Ninguno planteó como objetivo estratégico la transformación de la economía y sus secuelas ni propuso soluciones de carácter estructural, sino únicamente coyunturales, para aliviar las onerosas consecuencias del neoliberalismo.
Propusieron, así, emolientes y lenitivos --parches y aspirinas, pues-- como sedantes a la sintomatología de la injusticia social, la desigualdad y la insultante distribución concentrada de la riqueza y el ingreso en una élite omnímoda.
Nada, pues, de cambios reales. Y esa adhesión implícita de los gobernadores al statu quo frankensteiniano no sugiere inepcia de éstos, sino lo opuesto, una intencionalidad aviesa de conservar y consolidar esa execrable forma de opresión.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Cáusticos: corrosivos.
Consenso de Washington: conjunto de planificadores de las políticas económicas de EU, creado a fines de los ochenta y cuyas propuestas fueron impuestas a los gobiernos de muchos países de América Latina para privilegiar los intereses econòmicos estadounidenses.
Emolientes: paliativos. Dicho de medicamentos que sirven para ablandar durezas.
Lenitivos: de leniencia. Que tiene virtud de suavizar.
Mutar: cambiar. Mudar. Modificar.
Neoliberalismo: teoría polìtica que propugna que el Estado abdique de sus responsabilidades rectoras en la economía, cediéndolas a los empresarios y consorcios trasnacionales privados.
Presidente de Facto: mandatario de hecho, no de derecho.
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