El PAN Empieza a "Fabricar" Sus Héroes
Igual que los reconocimientos a quien fuera gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri, quien combatió a Juárez por ser cortesano del frustrado imperio de Maximiliano; o la estatua quitapón de Vicente Fox en el malecón de Boca del Río, Veracruz; o las alabanzas a Porfirio Díaz por su entreguismo a Estados Unidos, Inglaterra y Francia, el PAN apoderado de Los Pinos manda al olvido a Juárez, a Villa, a Zapata (¡horror, un indio!) y empieza a fabricar su propia lista de "héroes" que quiere imponer al país, en una reescritura de la historia, con patrocinio conjunto de Vamos México y el sindicato magisterial.
Para empezar, en todos lados donde "gobierna" el PAN se han hecho o rebautizado obras públicas con el nombre de Manuel Gómez Morín, cuyo única trascendencia fue reunirse con unos cuates para combatir "el comunismo" de Lázaro Cárdenas y fundar el PAN para oponerse "a la Revolución". Breve rector de la UNAM, siempre fue un abogado sin haber gobernado siquiera un municipio o, por lo menos, una colonia. No salía de su privado o de reuniones en "petit comité". A los niños de las escuelas que son llevados en visitas a las obras bautizadas como Gómez Morín, las maestras pasan las de Caín para explicarles quién es y lo que hizo, o sea, sólo fundar un partidito "muy católico", peor de ratero que el "revolucionario", pero más hipócrita. Eso lo ha hecho hoy héroe nazional.
Para aumentar su magra lista de héroes, el PAN que domina el Senado de la República, impuso con "negociacione$" el otorgamiento de la Medalla Belisario Domínguez a Carlos Castillo Peraza, otro ilustre panista cuyo solo mérito nacional fue "legitimar" el fraude electoral cometido por Miguel De la Madrid, para imponer a Carlos Salinas de Gortari en 1988. A Castillo Peraza le ayudaron Diego Fernández de Cevallos (otro futuro merecedor del "Heroismo" panista) y Luis H. Alvarez, distinguido aviador de la nómina oficial con el supuesto cargo de Comisionado para la Paz en Chiapas.
Y todo porque el presidente usurpador, Felipe Calderón, "engalana" su biografía oficial como "discípulo" de Castillo Peraza, cuando terminó bronqueado con él y el ahora homenajeado héroe de cubículo le echó buenas cacayacas al hoy presidente institucional, en vez de consejos.
La sesión solemne que el Estado Mayor Presidencial ya dispuso como otro intento de "legitimación" del gobierno espurio, será el inicio del declive de tal reconocimiento que había conservado lustre, pues sólo se le concedía a mexicanos que realmente hubieran aportado algo bueno al país y sus ciudadanos, no sólo a su cofradía hamponil.
Pero como bien lo pusieron los romanos: "Sic transit gloria mundi".
Belisario Domínguez merecía más, no ir a menos.
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