Rechaza el gobierno chileno oferta de Caracas de subsidiar un plan de transporte en Santiago
El choque del presidente venezolano y el rey Juan Carlos opacó fin de la cumbre: cancillería Hugo Chávez reitera que seguirá denunciando el colonialismo y asegura que no está solo Gobiernos de Panamá y El Salvador lamentan el incidente; Brasil llama a la “humildad”
Enrique Gutiérrez (Corresponsal y agencias)
Un cartel en alusión al altercado en la cumbre iberoamericana entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el rey Juan Carlos, de España, durante una marcha antichavista ayer en Caracas Foto: Reuters
Santiago, 12 de noviembre. El gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, se alineó hoy con el rey Juan Carlos de Borbón en la polémica con el presidente Hugo Chávez y dijo que Chile tiene con España “un grado más alto de alianza” que con Venezuela, al tiempo que rechazó el ofrecimiento del mandatario venezolano de subsidiar un plan de transporte público en esta capital, conocido como Transantiago.
Es decir, Chile prefiere seguir siendo esclavo de la dinastía monárquica de Fernando Séptimo que una nación independiente y soberana en coincidencia con los valores de Bolívar. Aspiran al colonialismo porque la independencia les queda grande.
El país sede de la 17 Cumbre Iberoamericana, en la que se registró un altercado entre el monarca, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y Chávez, fijó su posición oficial por medio del ministro de Relaciones Exteriores, el democristiano Alejandro Foxley.
“No compartimos el estilo”, dijo el canciller a la radio local, al señalar que el choque verbal que llevó a Juan Carlos I a perder el control en la última sesión de la cumbre, opacó los resultados de la reunión.
“Con España firmamos un acuerdo específico de asociación estratégica, de cooperación en planos múltiples. Tenemos un acuerdo de libre comercio con ellos, es un grado más alto de alianza que con Venezuela”, dijo Foxley.
“Si los aliados no sirven para cuando se pone en situaciones incómodas a los principales dirigentes políticos del país aliado, entonces para qué sirven los aliados”, explicó el canciller, quien sin embargo trató de matizar su declaración con el argumento de que Venezuela y Chile tienen “buenas relaciones y las vamos a seguir teniendo”.
Además de asistir al encuentro anual iberoamericano en Santiago, Chávez estuvo en la Cumbre Social que organizan paralelamente agrupaciones de izquierda. A su llegada a la capital chilena, el viernes por la noche, invocó el espíritu bolivariano y se declaró en favor de que Bolivia recupere el acceso al mar que perdió ante Chile a raíz de una guerra regional en el siglo XIX; al día siguiente ofreció apoyo al gobierno de Bachelet para financiar el déficit operativo del Transantiago, de unos 145 millones de dólares.
Este lunes la mandataria respondió indirectamente a la oferta del venezolano al afirmar que “estoy convencido de que nosotros los chilenos podemos resolver esos problemas por el Transantiago”.
De regreso en Caracas, Chávez reiteró que seguirá denunciando el colonialismo y afirmó que no está solo en su posición, puesto que está acompañado por los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; y Tabaré Vázquez, de Uruguay.
“No me voy a callar ni me callaré porque por mi boca no hablo yo, por mi boca hablan millones, los hijos de Bolívar, los hijos de Guaicaipuro (líder indígena que encabezó la resistencia antiespañola en el siglo XVI), de José Leonardo Chirinos (independentista venezolano del siglo XVIII, hijo de negro e indígena) y de Tupac Amaru (rebelde peruano del siglo XVIII), a quienes explotaron y mataron los españoles”, manifestó.
“Señor Juan Carlos, si yo me callara gritarían las piedras de los pueblos de América Latina”, agregó.
En otras reacciones, los gobiernos de Panamá y El Salvador lamentaron los incidentes, mientras que en Brasil, el vicepresidente José Alencar, hizo un llamado a la “humildad” sin un destinatario específico.
La oposición derechista de Nicaragua y la prensa conservadora criticaron al presidente Daniel Ortega por recriminar ante Juan Carlos de Borbón la intervención del Estado español en ese país centroamericano.
No obstante, Ortega afirmó que esta cumbre marca el inicio de un “diálogo franco” que “pone en el tapete la agenda de los pueblos”.
A su vez, el canciller costarricense Bruno Stagno dijo que el choque del sábado fortalece el diálogo regional.
En Bolivia, el canciller David Choquehuanca, dijo que pese al apoyo que Evo Morales dio a Chávez tras el diferendo en Santiago, la relación con Madrid no resultará afectada, mientras la oposición boliviana se enfrascó en una polémica con el gobernante Movimiento al Socialismo luego de que Chávez hizo dos escalas en Bolivia en su trayecto a Chile.
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