La Tercera Regla Otra vez
Por Fausto Fernández Ponte
I
Michelangelo Bovero, el filósofo italiano legatario intelectual de
Norberto Bobbio, aludió en charla con periodistas mexicanos durante su
visita a nuestro país a la tercera regla de la democracia.
Acerca de éste tema se planteó ayer aquí la tesis boveriana de que
el proceso de democratización de México ha tenido "mala suerte",
eufemismo con el que éste personaje describió nuestra apatía.
O, por mejor decir, la apatía de la llamada inapropiadamente clase
política mexicana, la cual fomenta que esa tercera regla de la
democracia no sea aplicada. No es en su beneficio aplicarla.
Cierto. El señor Bovero dijo que en México esa regla no se usa
porque, al parecer, a los actores políticos convencionales y, en
general, a la gente del poder les resulta incómoda en extremo
aplicarla.
II
No en vano. La tercera regla de la democracia establece que los
ciudadanos deben formar su parecer libremente de interferencias
interesadas y manipulaciones de la opinión pública.
En México, los ciudadanos son objeto de manipulaciones de los
medios de difusión para las masas --los de la televisión, la radio y
los periódicos impresos--. Ello conforma un verismo.
El propio pensador turinés señala que "evidentemente, en México
existe el problema de la manipulación de la opinión pública (...) Hay
condicionamientos e interferencias de informantes".
Y subraya que en nuestro país se carece de pluralismo en los medios
de difusión. Para empezar --indica-- existe una enorme concentración
en la propiedad de los mecanismos difusores.
III
Para superar esa situación anómala, don Miguelangelo propone
establecer normativamente las condiciones de un pluralismo de y en lo
que él llama medios de formación de la opinión pública".
Ello es fundamental. Sin esa pluralidad, la "atmósfera de la
libertad" --como la define éste filósofo de la política-- la llamada
democracia mexicana acusa cortedades que la cancelan.
Propone aprovechar la experiencia italiana en la materia: prohibir
las concentraciones de propiedad de medios difusores. Ningún
propietario puede tener la concesión de más del ocho por ciento,
sugiere.
Un país no es democrático "si no vive en una atmósfera de la
verdad", elucida. Y la verdad --agrega-- no subsiste sin garantías de
condiciones mínimas de pluralidad en los medios difusores".
¿Podremos aprender de las tesis de éste sabio visitante? Por
supuesto. Pero advertimos la ausencia de voluntad en nuestros actores
políticos y del Estado mexicano mismo.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Cortedades: limitaciones, constreñimientos.
Medios de formación de la opinión pública: instrumentos de
persuasión o influencia para influir en conductas colectivas. Abarca
también a los medios de control social.
Verismo: verdad insoslayable. Realidad incontrovertible.
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