Dos visiones encontradas

Por María Teresa Jardí

En el mundo se van perfilando nuevamente --quizá, no han dejado de existir nunca y seguramente son más de dos-- dos visiones encontradas que tienen que ver imaginarios distintos y con el avance que pese a todo, brutal represión incluida, el pensamiento de la humanidad ha tenido a lo largo de los siglos. A ver si lo logro explicarme en lo que digo. No estoy hablando de visiones ultras de izquierda o de derecha ni de nada que se le parezca.

Me refiero a los hombres y mujeres comunes y corrientes, incluyendo a los deseducados por los niveles vergonzosos de la educación escolarizada que en México alcanzamos y por la telecracia a modo del sistema capitalista que se impone en el mundo de manera unilateral por un país manejado por canallas, al servicio de bastardos intereses económicos transnacionales, para los que los seres humanos son piezas utilizables para obtener carretadas de dinero para guerras e invasiones, manejadores del dinero destinado también a investigaciones científicas para joder al otro, para crear medicinas para ricos usando incluso a las personas como conejillos de indias, dueños del mundo, pero a pesar de que crean lo contrario, no de las personas.
Vivimos en un mundo horrible que parece empeñarse en perecer debido a los errores descomunales de los que encabezan los gobiernos de manera legítima o como usurpadores. Pero también debido al desinterés de los gobernados, que por un lado han permitido el crecimiento y proliferación de los anteriores, no sé, quizá habría sido imposible impedirlo, pero el caso es que se ha permitido y pongo un ejemplo cercano.
La sociedad yucateca en el fondo aspira más a ser gringa que mexicana. Ivonne Ortega apoya el Plan Puebla Panamá, sin aquilatar las consecuencias para México, Plan que es parte imprescindible para impulsar, desde México, el criminal Plan México, que nos somete al Imperio yanqui incluso como traidores para el resto de países hermanos del Cono Sur del Continente Latinoamericano y esto es así porque en fondo Ortega, que es parte de esa sociedad burguesa, comparte ese deseo de ser Norte a pesar de que en el Sur está el único futuro promisorio posible para México. Cuando las denuncias por la pornografía que por los celulares comparten las adolescentes, la sociedad yucateca eligió cerrar los ojos, al igual que lo ha hecho con la venta de droga al menudeo en la puerta de las caras escuelas de sus hijos "porque eso es lo que sucede en el Norte", y, ni modo, "no se puede renunciar a lo que el Norte exporta, aunque tan malo sea" y por eso también el Sureste mexicano se ha convertido en el paraíso de los tratantes de blancas y de los pederastas.
Nos hemos tornado en conformistas los hombres y mujeres y hemos elegido, mayoritariamente, no hacer nada. Pero como salta a la vista lo mal que van las cosas y como hoy afectan a unos y mañana a los otros, se empieza a generar un consenso en el sentido de que no tardaremos todos en ser igualmente afectados por los desastres naturales o por la violencia, que es parte inherente al sistema impuesto por unos cuantos "beneficiados", que en el fondo también se saben mortales y por ende vulnerables y por ende tienen miedo de la respuesta a sus crímenes que también saben que son imperdonables.
Y ahí es donde a mí me queda claro que se ubica la salida de tono del Rey de España, ante la calificación, que también en España se hace por parte cada vez más de más y más españoles, del fascismo de Aznar, el que ya se busca, en la Península Ibérica, que sea juzgado por sus crímenes fascistas.
Es decir, incluso el Rey de España, promotor que se ha tornado de los corruptos, en general, empresarios españoles, se da cuenta de que el primer mundo ya no puede cambiar cuentas de vidrios de colores por pepitas de oro y eso lo desquició no midiendo las consecuencias del malestar que en Latinoamérica iba a generar su incomprensible salida de tono frente a lo dicho por un gobernante electo democráticamente por su pueblo.