viernes, noviembre 16, 2007

“Los países del tercer mundo reembolsaron su deuda varias veces, pero ésta no disminuye”

Olivier Bonfond, Secretario General del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo

Intervención en el Simposio Internacional 'Pobre Mundo Rico'

“Hay una nueva coyuntura, y a pesar de que la ofensiva capitalista continúa, el sistema comienza a conocer fracasos. Las alternativas están emergiendo”. Habló de la nueva coyuntura internacional: el fracaso del neoliberalismo, crisis de las instituciones financieras y la existencia de alternativas. “El Banco Mundial es pues una institución que no trabaja para la erradicación de la pobreza, sino que es un instrumento creado por Estados Unidos para servir a sus intereses y a los de sus transnacionales”

“A pesar de lo que emana del discurso dominante, el problema de la deuda no está resuelto, y su anulación es una etapa necesaria para avanzar hacia un mundo socialmente justo y ecológicamente sostenible”. Después de 30 años de una coyuntura internacional desfavorable al Sur, explicó Bonfond, hay una nueva coyuntura, y a pesar de que la ofensiva capitalista continúa, el sistema comienza a conocer fracasos y las alternativas están emergiendo”.

En la última jornada del Simposio Internacional “Pobre Mundo Rico” de A Coruña, Olivier Bonfond, Secretario General del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en Bélgica, abordó el problema del endeudamiento de los países pobres, en relación a la globalización y alentando a su vez sobre derroteros alternativos.

“La deuda ya ha sido reembolsada, y varias veces”

Olivier explicó cómo entre 1980 y 2006 los países del sur han reembolsado 4.000 millones de dólares. La deuda, señaló, “no es más que un mecanismo de transferencia de riqueza del Sur al Norte, programado para ser infinito. Es además un arma política para imponer a los países del Sur políticas económicas que les perjudican y favorecen al Norte”.

La realidad de la deuda

“Los países del Sur pagan cada año el servicio de la deuda (278 mil millones en 2006), cantidad que es más de tres veces lo que necesitamos para garantizar el mínimo cumplimiento de los Derechos Humanos (vivienda, salud, educación)”. El Secretario del Comité por la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo, CADTM, expuso así los datos de 2006, que indican que la deuda externa pública de los Países en Desarrollo (PED) es de 1.330 millones de dólares. Respecto a la deuda externa privada se contempla un aumento notable: a 2006 fue de 1.520 millones. Además, explicó, “hay una crisis: las empresas deudoras van a tener dificultades para pagar una deuda tan elevada, y en los próximos años devendrá en deuda pública”. Continuó relatando que la deuda interna pública de los países en desarrollo ha subido desorbitadamente; los países tienen que pagar a nivel externo e interno, por lo que los gastos sociales se verán y se están viendo ya, resentidos.

La Transferencia Neta sobre la Deuda (TND)

Olivier abordó la diferencia entre los préstamos recibidos y los reembolsos, esto es, la Transferencia Neta sobre la Deuda, que es negativa desde 1985. Lo que significa, explicó, que a nivel de deuda “los países del Sur cada año reembolsan más de lo que reciben y sin embargo la deuda no baja. La deuda es así un mecanismo que no se va a detener nunca: ni el Banco Mundial, ni el Fondo Monetario Internacional, ni el G8, tienen intención de perdonarla, y si acaso así lo manifiestan es por presión social”.

Abolición del Banco Mundial

Olivier Bonfond explicó que las acciones concretas del CADTM pasan por considerar que el Banco Mundial es pues una institución que no trabaja para la erradicación de la pobreza, sino que es un instrumento creado por Estados Unidos para servir a sus intereses y a los de sus transnacionales. Apuntó el carácter antidemocrático de la institución: “como no podemos reformarlo, pedimos de su abolición”.

Nueva Coyuntura Internacional

Olivier también hizo hincapié en la oportunidad histórica en la que nos encontramos: “un momento en el que los países del Sur pueden exportar sus materias primas, aumentar sus ingresos, teniendo en cuenta que las tasas de interés son bajas desde la crisis norteamericana de 2001. “”En esta situación es posible hacer frente a la deuda”.

Ofensiva capitalista, fracasos del neoliberalismo

Explicó también cómo a pesar de que la ofensiva capitalista continúa (recurso a la guerra imperialista, aumento del armamento, refuerzo de la apertura comercial, generalización de las privatizaciones, ataque al salario a los mecanismos de solidaridad positiva) el neoliberalismo también está registrando fracasos: crisis del Fondo Monetario Internacional (cuya supervivencia está en entredicho), crisis del Banco Mundial, fracaso de la Organización Mundial de Comercio, del Tratado Europeo, fracaso en Irak…

Alternativas

En este contexto apuntó una serie de alternativas que dan una situación favorable al fortalecimiento de las luchas sociales. Iniciativas que ya se están poniendo en práctica: movilizaciones populares en todo el mundo, elecciones en América Latina que dan paso a otros gobiernos en los que –dijo- prima el servicio público y social por encima de ningún otro (Morales, Chávez…), el Foro Social Mundial, y otras iniciativas importantes para dar poder al pueblo de estos países: la asamblea constituyente, democracia participativa, o el referédum revocativo. Además de: la auditoría de la deuda (Ecuador), la recuperación de los bienes maladquiridos (Nigeria), la recuperación del control estatal sobre recursos naturales (Venezuela, Bolivia), la anulación del pago de la deuda (Argentina), la iniciativa del Banco del Sur en América Latina, o el pleito contra el Banco Mundial, que es posible por la debilidad jurídica que presentan sus estatutos.

El comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM)

Olivier completó su intervención explicando los objetivos y actuaciones de una red internacional creada en Bélgica en 1990, que está presente en 22 países y en todos los continentes. “Su enfoque de ataque es la condonación de la deuda, porque la deuda, pero somos conscientes de que la condonación no es una solución milagro: hay que pensarla dentro de un análisis global en colaboración con otras luchas como la de recuperación de la soberanía”.

Así, los objetivos del CADTM, “no pasan únicamente por la condonación de la deuda, sino que pretende fortalecer los movimientos sociales para luchar más fuertemente contra el sistema capitalista, que es la causa de la pobreza en el mundo, y la deuda su mecanismo central.” En este sentido señaló que “la solución a la crisis del Sur, va a venir de la lucha de sus pueblos, por lo que hay que apoyar a los movimientos sociales de estos países para que rompan con las políticas neoliberales”.

Club Internacional de Prensa

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