Carlos Fernández-Vega
Lejana, muy lejana se escucha aquella histérica propaganda electoral de cierto minicandidato a la Presidencia de la República, que a la mexicanada advertía sobre “el peligro” que para el país representaba “el creciente saldo” de la deuda pública del Distrito Federal, que por aquellos tiempos, dicho sea de paso, rondaba los 44 mil millones de pesos. Tan lejana, que un año y pico después el promotor de esa campaña negra, hoy sentado en Los Pinos, en tan sólo nueve meses logró rebasar la cota de los 2 billones de pesos por concepto de deuda neta del gobierno federal, un incremento cercano a 160 mil millones de pesos con respecto al cierre de diciembre pasado.
Como lo hace trimestralmente, la Secretaría de Hacienda divulgó sus informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, correspondientes al periodo julio-septiembre de 2007, y de ellos sobresale no sólo el sostenido avance del débito interno, sino que la deuda pública externa también ha crecido, como también la privada y la derivada de los Pidiregas, al tiempo que los depósitos de mexicanos en el exterior (los saca dólares) se incrementaron de forma por demás llamativa (no se califica de “peligrosa” porque no están relacionados con el de apodo de pescado).
Sobre el particular, precisan los informes hacendarios; “en el segundo trimestre de 2007 se registró un endeudamiento neto con el exterior por 4 mil 888.4 millones de dólares. El sector privado tuvo un endeudamiento neto de 3 mil 127.7 millones de dólares y el financiamiento de proyectos Pidiregas ascendió a 2 mil 653.3 millones de dólares… Por otra parte, los activos en el exterior de los residentes en México se incrementaron en 9 mil 756.3 millones de dólares, cifra superior en 7 mil 342.6 millones de dólares a la registrada en abril-junio de 2006”.
Qué bueno que el “peligro para México” era el saldo de la deuda pública del Distrito Federal. Y ahora que “se acabó la zozobra que había hace un año” (Calderón dixit), la Secretaría de Hacienda informa que al 30 de septiembre de 2007, el saldo de la deuda neta del gobierno federal se ubicó en 2 billones 33 mil 959.9 millones de pesos, de los que 78 por ciento corresponde a débito interno y 22 por ciento a externo.
Sobre la deuda interna del gobierno federal, la Secretaría de Hacienda refiere que su saldo al cierre del tercer trimestre de 2007 se ubicó en un billón 586 mil 680.8 millones de pesos, monto superior en 39 mil 568.7 millones de pesos al observado al cierre de 2006. Esta variación fue el resultado conjunto del endeudamiento neto por 169 mil 26.4 millones de pesos; el aumento en las disponibilidades del gobierno federal por 135 mil 304.3 millones de pesos; y ajustes contables al alza por 5 mil 846.6 millones de pesos, derivados del efecto inflacionario de la deuda interna indizada.
De acuerdo con el saldo contractual de la deuda interna del gobierno federal registrado al 30 de septiembre de 2007, se prevé que los vencimientos de deuda alcancen 268 mil 867.5 millones de pesos durante el cuarto trimestre del año. Este monto está asociado fundamentalmente a los vencimientos de valores gubernamentales, cuyo refinanciamiento se realizará a través del programa de subastas que semanalmente lleva a cabo el propio gobierno federal.
Respecto de la deuda externa neta del gobierno federal, precisa que al cierre del mencionado tercer trimestre se ubicó en 40 mil 943.5 millones de dólares, monto superior en mil 136.9 millones de dólares al registrado al cierre de 2006.
Y en torno al costo financiero de la deuda del gobierno federal, la Secretaría de Hacienda puntualiza que durante el tercer trimestre de 2007 de las arcas públicas salieron 25 mil 439 millones de pesos. Así, en el periodo enero-septiembre, de ellas mismas fluyeron 106 mil 825.4 millones de pesos para el pago de intereses y gastos asociados al débito interno y externo, así como al Programa de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca.
Ya en materia de deuda pública del Distrito Federal, la del “peligro” en tiempos de la campaña electoral, el mencionado documento relata (siempre con base en el propio reporte del gobierno del DF) que el 31 de julio de 2007 otorgó autorización para que la autoridad capitalina refinanciara sus pasivos por 35 mil 409 millones de pesos, 85.5 por ciento del total de la deuda, y el monto más alto para un refinanciamiento de una entidad del país.
A la fecha del presente informe, se contrataron créditos para el refinanciamiento de pasivos por 22 mil 50 millones de pesos a un plazo promedio de 33 años con la banca comercial. En octubre se refinanciarán los 13 mil 359 millones de pesos restantes con la banca de desarrollo. Por lo anterior, al cierre del tercer trimestre de 2007, el saldo de la deuda pública del Distrito Federal (léase “el peligro”) fue de 41 mil 65.9 millones de pesos, alrededor de 3 mil millones menos que en diciembre pasado.
De acuerdo con la información del gobierno del Distrito Federal, reseñada por Hacienda, el pago del servicio de la deuda de enero a septiembre de 2007 sumó 25 mil 896.7 millones de pesos, de los que 87 por ciento correspondió al pago de amortizaciones y el resto al costo financiero de la deuda. Del total del saldo de la deuda del gobierno del Distrito Federal, 83.5 por ciento correspondió al sector central, y el 16.5 por ciento restante al sector paraestatal. En fin, qué bueno que aquí estaba el “peligro”.
Las rebanadas del pastel
En el Senado de la República ya no deambulan vistosos suéteres rosados en “defensa de la libertad de expresión”, sino rábulas al servicio de los barones de los medios electrónicos (que al final de cuentas unos y otros son lo mismo) para “advertir” a los inquilinos de Xicoténcatl que éstos “no están obligados” a cumplir con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la ley Televisa, por ser, dicen, “una declaración abstracta”.
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