Por Manú Dornbierer
Las empresas transnacionales de abarrotes, diríase en otros tiempos, así como las farmacéuticas y simis se han visto muy favorecidas por el cambio climático y por la corrupción que provocaron la catástrofe tabasqueña. Las estanterías están vacías. Han vendido como nunca. Las tiendas se vaciaron gracias a la generosidad y solidaridad de muchos mexicanos. Y..., se preguntaba mi amigo Ray V, un mexicano solidario como tantos, mientras circulaba en Sam's con su carrito repleto de ayuda para Tabasco, esas tiendas que se benefician con tan impresionantes ventas ¿en qué han colaborado para aliviar el desastre? No hay en los Walmarts ni en los Sams, etc., una caja especial de descuento para los productos que se envían a Tabasco, porque de Chiapas, para variar, ni quién se ocupe. Y ¿quién garantiza que sus camiones, que deberían en el caso ir y venir gratuitamente y sin problemas, lleguen a su destino?
Ya es hora de que las transnacionales que se llevan con o sin desastres naturales la parte del lobo fuera de México, esas que tratan a sus empleados locales como esclavos sin importarles las leyes de Trabajo, las mismas que han acabado con todo el pequeño comercio nacional, se vean obligadas a colaborar con ayuda por una vez desinteresada, al país que las alberga... Y lo mismo reza para la Banca internacional que recibió de Ernesto Zedillo el regalo inaudito del dinero de todos los mexicanos. Si alguien tiene noticia de algún acto altruista o justo, pero probado, de unas u otros, favor de compartir la información.
EL CAMBIO CLIMATICO TIENE LA CULPA.- Por otra parte, la pregunta es: ¿cuánta es la responsabilidad de la Naturaleza y cuánta la de la corrupción? A los gobiernos mexicanos -y al actual, impuesto por el desastroso Fox, más que a ninguno- les conviene echarle la culpa total a la primera. Por eso desde el primer momento el “ingenuo” secretario de Gobernación, Ramírez Acuña, suplicó: “No vayan a politizar la situación”, mientras el territorio tabasqueño se inundaba en un 80% por no haber una presa de “cambio de régimen”, como bien dice Paco Rodríguez, capaz de recibir, el caudal de 2 mil 500 m³/seg que se desahogaban de “Peñitas”, lo que, sumado a la ausencia de diques, drenes y muchas otras obras de infraestructura básica, cual la de desazolve causó el peor siniestro que el país ha vivido en lo que va de este siglo”.
Sin minimizar los efectos del cambio climático -del cual también por razones políticas y económicas somos criminalmente culpables los terrícolas-, es obvio que las catástrofes revelan la verdad en lugar de ocultarla. Cuando se dieron las terribles inundaciones de Nueva Orleáns por los efectos del huracán Katrina, muy pronto salió a relucir que el bandido de George Bush había usado el dinero federal destinado a elevar y fortalecer los diques protectores de la ciudad para SU guerra de Irak.
En Tabasco hay muchos corruptos culpables, no sólo priístas y salvo el jalisquillo de Segob, todos lo hemos sabido siempre, mucho antes de la exhibición berlinesa del tramposo corredor Roberto Madrazo, que también le robó la gubernatura a López Obrador, quien se cansó de denunciar lo que sucedía en su tierra, “su agua” diríamos lamentablemente hoy. Y en estos momentos el gobernador de Tabasco, Andrés Granier, que por lo menos no es un mentiroso panista, responsabiliza a la federal Comisión Nacional del Agua (Conagua) de la inundación histórica, por no concluir a tiempo obras hidráulicas en la Presa Peñitas. “Queremos justicia para Tabasco. El agua vino de varios puntos, unos controlados por la presa y si hubiese estado terminada, el daño hubiera sido mucho menor”.
Las pérdidas económicas causadas por la inundación en más de la mitad de Villahermosa y en el 80% del territorio tabasqueño, que se calculan en 50 mil millones de pesos, no hubieran sido tales. Y ¿no tendría el gobernador Garnier el derecho a reclamar? El gobierno federal que en estos momentos aloja a sus altos empleados como el secretario de Gobernación, Ramírez Acuña, y la secretaria de Desarrollo, Zavala, (mismo apellido que la mujer de Calderón) en hoteles 5 estrellas, que no están mojados, tiene por ley una alta responsabilidad en materia hidráulica.
QUE NO SE PRESTA LA SITUACION DE TABASCO PARA PROTAGONISMOS POLITICOS, DICE CALDERON.- Pero a él le encanta el rol de superstar que le da la TV, filmado, pala en mano, a todas horas como un “Rambito”, especialmente por la nueva Cadena Tres, de Olegario Vázquez Raña ¿y también éste de Marta Sahagún?, que maneja Jorge Fernández Menéndez, el más profesional y persistente de los lambiscones de presidentes. Junto a Cadena Tres, Televisa y TV Azteca se antojan feroces críticos del gobierno.
Pero la verdad es que el coco de Calderón sigue siendo López Obrador y es al que hay que parar y seguir desacreditando, cuando denuncia:
“La Secretaría de Energía y la Comisión Federal de Electricidad son las responsables de las inundaciones en Tabasco, pues durante la década pasada han privilegiado los contratos de las empresas privadas extranjeras, generadoras de energía eléctrica, en detrimento de la producción nacional. A ello se debe la acumulación de agua en las presas y su consecuente desbordamiento”.
Y cuando la CFE niega su responsabilidad y afirma que la presa Peñitas sólo contribuyó con 3 por ciento a la inundación de Villahermosa, el presidente legítimo (sin comillas) revira:
“La inundación de Villahermosa la causó la apertura de compuertas de Peñitas durante tres días para desalojar 2 mil metros cúbicos por segundo”. Señala que el fondo de este asunto tiene que ver con la política irresponsable en materia de energía que se aplica desde hace más de 10 años, cuando empezaron a otorgarse concesiones a empresas privadas extranjeras, con la consiguiente subutilización de las plantas hidroeléctricas de la CFE, las cuales operan a 30 por ciento de su capacidad. Por ello los embalses se mantienen permanentemente llenos, y en circunstancias de alta precipitación pluvial, como las que se presentaron la semana pasada, “tuvieron que abrir las compuertas”.
LOS ILEGALES CONTRATOS PRIVATIZADORES DE FOX.- Todos los presidentes neoliberales han seguido la orden de privatizar los activos de México a favor de empresas, de preferencia extranjeras. Con el TLC, Salinas entregó puntualmente la industria nacional y el campo. Zedillo, los bancos y los ferrocarriles, entre otras cosas. Pero la exigencia imperial era y es la energía, Pemex y la CFE. Los priístas no pudieron saltarse la tranca constitucional, pero el aventado rancherote de Fox, y su panismo entreguista descarado, privatizó lo que le dio la gana ¡Hasta las elecciones! Hoy un priísta nefasto, Carlos Rojas, que fuera uno de los directores de Pemex confiesa tardíamente: “La intención de Fox Quesada por privatizar a la paraestatal sólo originó que su deuda aumentara de 274 mil millones de pesos a 614 mil millones de pesos”.
Si Calderón fuera libre, ergo si pudiera rebelarse contra sus verdaderos patrones que lo plantaron donde está, dejaría la pala y el protagonismo humanitario en Tabasco, y emprendería a la brevedad las investigaciones necesarias sobre los contratos a compañías extranjeras o nacionales, patito o no, que Fox por sus pistolas y sobre las rodillas, firmó tanto en Pemex como en la CFE con “privados” cuyo único objetivo es enriquecerse a costillas de México, sin que importen un bledo las víctimas que ocasionen. Y no tendría que hurgar mucho porque él los conoce perfectamente ya que es amigo de uno de los principales operadores de Fox, Carlos Medina Plascencia, quien le financió la campaña interna y sin duda un buen cacho de la otra. Pero Felipe tiene mucho que tapar y no sólo a los Bribiesca. La catástrofe de las inundaciones en Tabasco ha eclipsado los criminales accidentes de Campeche. Pemex se ha ocupado de minimizarlos, aunque hayan muerto más trabajadores petroleros que todos los ahogados de Tabasco.
La frase más tonta de la semana fue la citada “Que no politicen” pero la acompaña esta otra del mismo autor “En cien días Tabasco se recuperará de las inundaciones”, dijo el Segob Ramírez Acuña, a su entrevistador Carlos Loret de Mola. La respuesta interna más realista: “Va a tardar varios años poder reconstruir un estado que quedó totalmente devastado”, Juan Camilo Mouriño.
Respecto a las declaración de la Segob: estamos en el día 5.
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