lunes, diciembre 31, 2007

La autenticidad y no la diplomacia es la verdadera levadura de los líderes

Celia Hart

(VII)

El revolucionario que no haya blasfemado, llorado aquella madrugada del 3 de diciembre....es un artefacto, no un ser humano.

Chávez es distinto a Fidel o al Che... y por distinto, auténtico. No quiero a un Chávez negociador y helado porque de esos nos andan sobrando....basta ver la Cumbre de Santiago de Chile ¡Muy bien que se enoje Chávez con los que no votaron por él....pero mejor aún que esos tres millones se enojen con Chávez! ¡Es ése el diálogo entre los revolucionarios! El que no lo entienda, es porque no ha tenido hijos, ni hermanos ni amigos entrañables, ni un amante. Chávez no se enojó con el NO: se enojó porque no entendía la abstención. La abstención chavista se enojó con él, con justicia, porque él no lo entendía. Mas eso (y pregunten a los psiquiatras) acerca mucho más a unos y a otros.

Es hora, pues, de exterminar a las medusas y Chávez las tiene por doquier en Miraflores...rojas rojitas, que no azules. Son las más peligrosas.

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