Arturo Cano (Enviado)
El mandatario venezolano dialoga con corresponsales y enviados especiales en el palacio Miraflores Foto: Reuters
Caracas, 1º de diciembre. A las puertas de su enésima prueba en las urnas, el presidente Hugo Chávez volvió a pintar su raya con los gobiernos de España, Estados Unidos y Colombia. En el primer caso, dijo que si triunfa la derecha española se podrían nacionalizar los bancos y echar de Venezuela a la empresa Repsol. En el segundo, insistió en que cortará el suministro de petróleo si Washington interviene en los comicios de este domingo.
En el caso colombiano, Chávez aseguró que todavía puede lograr la liberación de un grupo de secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pese a que el gobierno de Álvaro Uribe canceló su participación como mediador y a que el colombiano cree erróneamente “que puede derrotar militarmente” a la guerrilla.
En conferencia de prensa ante medios internacionales, que duró más de cuatro horas, el mandatario venezolano afirmó que la condición para que él, en su calidad de mediador, se entrevistara con el máximo líder de las FARC, era que el grupo armado liberaría a un grupo de secuestrados.
“Le exigí la liberación de un primer grupo de secuestrados como condición para reunirnos y Marulanda (Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo) aceptó”.
Según Chávez, la liberación de un grupo de rehenes pudo darse antes de finalizar el año, “pero Estados Unidos no quiso y le dio la orden a Uribe de acabar con eso; y Uribe acabó con eso de la manera más indigna que un ser humano puede hacer”.
El petróleo a 200 dólares
Como hizo frente a miles de personas el pasado viernes, el mandatario reiteró que de consumarse una intervención de Estados Unidos en las elecciones de este domingo, “cerraría la llave” del petróleo venezolano.
Dijo que si Estados Unidos promueve la desestabilización y una “guerra civil” en Venezuela, el mercado mundial del crudo se sacudiría y el precio del barril llegaría a los 200 dólares.
En este tema, recordó que la “única vez” que ha dejado de mandar petróleo a Estados Unidos fue cuando el paro petrolero organizado por sus opositores colapsó a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
El presidente venezolano no dejó fuera ninguno de los temas que lo han tenido en los titulares mundiales las últimas semanas, impedido por ley a referirse al tema electoral. Volvió, por ejemplo, a la ya célebre frase del rey Juan Carlos de España y deseó que en marzo de 2008 se relija José Luis Rodríguez Zapatero.
De triunfar la derecha en el país ibérico, dijo, los bancos en poder de españoles podrían ser nacionalizados e inclusive la empresa Repsol, socia de Venezuela en la cuenca del río Orinoco, “se tendrá que ir del país”.
Sin embargo, aseguró que él espera la normalización de relaciones con España, aunque para ello deban rendir frutos “las reflexiones” de Juan Carlos de Borbón, quien estaría dispuesto, sugirió Chávez, a pedir una disculpa.
“Ojalá la supuesta reflexión de vuestra majestad se haga pública. Ojalá continúe reflexionando. La Navidad es buena ocasión para que vuestra majestad reconozca que cometió un error. Pero es necesario que la reflexión sea pública”.
En su estrategia verbal de golpe y sobadita, Chávez volvió a decir que “sólo pedimos respeto, más nada”. Pero luego, en referencia a los mandatarios asistentes a la Cumbre en Santiago de Chile, dijo: “Todos nosotros fuimos elegidos; a él lo eligió el dedo del todopoderoso caudillo Francisco Franco”.
Para rematar, dijo que la derecha española “no tiene discurso” y que por eso “agarran a Hugo Chávez o a Fidel Castro y lo llevan hasta el Parlamento Europeo, tratando de volverlo un tema de política interna”.
Preguntas y anécdotas
Vestido informalmente y con una camiseta roja, que es el uniforme de su campaña por el sí, Chávez contestó largamente algunas preguntas de corresponsales y enviados extranjeros, de buena gana y salpicando sus respuestas con anécdotas, desde pasajes de la vida de Simón Bolívar hasta sus cálidos encuentros con ciudadanos estadunidenses.
La mayor parte del encuentro la dedicó al tema colombiano. Volvió a acusar al presidente Uribe de buscar acabar con las FARC: “No quiere la paz, porque él cree que puede arrasar con la guerrilla y para eso no le importa arrasar media Colombia”.
Chávez leyó trozos de cartas enviadas por un militar secuestrado por la guerrilla colombiana que dirige Manuel Marulanda: “De nuestra parte existía una gran optimismo en que terminaría exitosamente con la liberación de prisioneros de ambas partes… en nuestras filas se comentaba que el intercambio podría producirse a finales de diciembre o principios de enero después de la entrega de pruebas de vida”.
El venezolano también se dio tiempo de responder a las acusaciones del comisionado colombiano de paz, Luis Carlos Restrepo, quien aseguró que Chávez y la senadora colombiana de oposición Piedad Córdoba conducían la mediación “como un carro loco que no llevaba a ninguna parte”.
Añadió: “El gobierno de Uribe es un carro loco, es un gobierno de mentirosos. Y ese carro loco había logrado comprometer a las FARC a entregar un grupo; comprometí a Manuel Marulanda, le dije que liberara a las mujeres, a los que tengan más edad. Y Uribe había aceptado”.
Chávez también se refirió en extenso a las “pruebas de vida” de algunos sobrevivientes, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt. Dijo que tales pruebas, que las autoridades decomisaron hace unos días, iban dirigidas a él, cosa que confirmó la guerrilla
Amenaza a CNN
Ya al final de su larga exposición, Chávez recordó a los periodistas extranjeros que están impedidos por ley para dar a conocer resultados de los comicios de este domingo antes de que lo haga la autoridad electoral. “Ojalá no me obliguen a tener que tomar una medida contra la presencia de algún amigo o amiga aquí”, advirtió.
Poco antes había insistido en que procederá legalmente contra la cadena de telvisión estadunidense CNN por haber mostrado una imagen suya con la frase “¡Quién lo mató!”
“¿Quién va a creer que es un error? La imagen estuvo al aire por siete segundos. Desde nuestro punto de vista es una clara incitación al magnicidio”, afirmó.
Buena parte de la rueda de prensa fue transmitida en vivo por la cadena con sede en Atlanta. En Miraflores, una conocida conductora de CNN le pidió a Chávez no evaluar su trabajo por ese error y le recordó que aquí la oposición ha llamado a la cadena Chávez News Network, por el trato informativo que ha dado al presidente.
En su respuesta, Chávez insistió en que hay un “innegable sesgo” en la cobertura de la cadena. “Qué raro que CNN no consiga una opinión en favor o neutral para nosotros”, le dijo.
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