Pascual Serrano
Vale la pena analizar la noticia del diario El País sobre las declaraciones al medio digital Cubadebate de los estudiantes cubanos denunciando la manipulación de sus preguntas al presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y el desmentido de su detención. El diario español titula: “Cuba desmiente la detención del joven que debatió con Alarcón”. Se trata ya de un título engañoso porque sugiere que es una reacción del gobierno, cuando se trata de declaraciones de los estudiantes. Mediante esa fórmula, el diario lo presenta como una operación gubernamental.
El texto continúa con esa misma tesis en su segundo párrafo:
Las autoridades respondieron ayer con dos vídeos, colgados en la página web del diario oficial Granma
No respondió ninguna autoridad, lo que sucedió es que una periodista cubana, Rosa Miriam Elizalde, se va a la Universidad de Informática, busca a los alumnos y les graba una entrevista. Por cierto, un vídeo que no incorpora el diario ni la mayoría de los grandes medios, mientras que sí incluyeron todos en su momento el fragmento de las preguntas críticas.
La noticia de El País recoge durante dos párrafos las respuestas de los estudiantes, pero, a continuación dedica tres a repetir las críticas que formaron parte de la noticia de dos días antes.
El corresponsal intenta desmarcar a los periodistas del bulo que circuló el día anterior sobre la detención de los estudiantes:
Durante el fin de semana y el lunes, en un ambiente espeso y con rumores de maniobras de engaño, circularon rumores de que Ávila había sido detenido. Ningún corresponsal extranjero acreditado en la isla se hizo eco, pero la noticia sí fue publicada en algunos medios digitales y órganos de prensa del exilio cubano. Esto sirvió para dar aire a la tesis oficial de la confabulación y el “terrorismo mediático”.
No fueron sólo medios digitales y del exilio cubano, la noticia la difundió la agencia Europa Press y diarios como La Vanguardia. Incluso el propio El País lo reprodujo en su edición de papel del día 12, en la página 10.
Además, ninguno de los corresponsales acreditados buscó a los estudiantes ni a las autoridades para aclarar si era verdad o mentira esa detención. O peor aún, quizás supieron que era mentira y no lo informaron.
La Vanguardia, en su versión digital fue otro de los medios que "informó" de la detención. Lo más parecido a un desmentido está escondido en la noticia del vídeo de las preguntas. De forma que en la portada de Internacional del día 13 aparece este vídeo y sólo pinchando en el titular de abajo "Preguntas incómodas de los estudiantes cubanos al gobierno", se puede acceder a una especie de pie que dice "Los estudiantes cubanos denuncian que han sido manipulados para atacar a Cuba y desmienten cualquier detención, como se había informado por error - YouTube". Lo peculiar es que el vídeo que hay encima es el de las preguntas de hace dos días, no el de la entrevista a los estudiantes, que sería el de más valor informativo por su actualidad y el que se ajusta al pie y a la necesaria rectificación del medio que mintió ampliamente sobre la detención el día anterior.
Y vayamos al desmentido de Europa Press. Su cable fue titulado “La Embajada en Madrid dice que la supuesta detención de un estudiante forma parte de una campaña anticubana”, sin hacer referencia al testimonio y declaraciones de desmentidos de los propios estudiantes.
Hagamos un paralelismo con España. Supongamos que se informa que la policía española detiene a un líder antiglobalización. Y que, a continuación, un periodista de TVE lo entrevista en su casa. Los medios extranjeros no dirían que “España desmiente”, ni que “La embajada española dice…”, recogerían las declaraciones del joven. En cambio, con Cuba se actúa de forma diferente, no difunden el vídeo de la entrevista ni mostraron interés en entrevistar a los estudiantes, mientras que sí difundieron a los mismos protagonistas cuando hacían preguntas críticas al gobierno. Además, todo se presenta como bajo el control gubernamental, hasta el punto de que los estudiantes pierden su identidad cuando se les cita desmontando la mentira de su detención y denunciando la manipulación, y pasan a convertirse en gobierno cubano que desmiente y acusa de manipulación. De esta forma parece que no existe el periodismo profesional de los cubanos ni las posiciones libres e individuales de los estudiantes.
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