II. Contratante y contratista, por Alejandro Encinas
III. El Sendero del Peje, de la red al papel
MUJERES SIN MIEDO
por Laura Itzel Castillo
(publicado en El Gráfico el 26 de marzo de 2008)
Un periodista misógino acusó a Andrés Manuel López Obrador de “cobarde” por dejar que seamos mujeres quienes encabecemos la resistencia civil pacífica contra la privatización del petróleo. Incluso dijo que el gobierno usurpador actuaría contra nosotras “a chingadazos”.
Distintas voces afines al régimen han repetido el estribillo. Que no se respetará la cuestión de género.
¿Querían equidad? Pues tengan su equidad.
No es de extrañar este tipo de sandeces. Las mentalidades del medioevo siguen creyendo que somos seres inferiores y débiles. Pero bastaría que observaran con detenimiento a sus respectivas madres para que entendieran la fortaleza, la resistencia y la dignidad que hay en la mayoría de nosotras.
A lo largo de la historia se nos ha negado el ejercicio pleno de nuestros derechos. Tampoco ha sido reconocida nuestra importante participación en todos y cada uno de los procesos políticos y sociales.
Las creencias religiosas le otorgan cédula de nacimiento a la seductora Eva en la costilla de Adán. Por su parte, la hermosa Atenea es engendrada en el cerebro de Zeus. Pero es un hecho científicamente irrebatible que todo ser humano se gesta en el vientre de una mujer. Para acabar pronto: somos más de la mitad de la población y también madres de la otra mitad.
En México, poco a poco hemos pasado de soldaderas de la Revolución a dirigentes, de colaboradoras de bajo perfil a responsables directas en tareas de primer orden, de fieles compañeras a conductoras de destinos compartidos. Esto ha sido posible porque adquirimos plena conciencia y responsabilidad de nuestros caminos y metas.
Que no se atrevan a desdeñar nuestras capacidades. Los mismos panistas modositos harían bien en revisar su propio pasado y reconocer el papel femenino en movimientos de resistencia, cuando aún eran oposición y no perdían ni vergüenza ni honra.
Sin ir más lejos, mujeres panistas tuvieron destacada participación en la insurgencia cívica potosina de 1991, liderada por Salvador Nava. Con perredistas y ciudadanas sin partido estuvieron en el cerco a palacio de gobierno que impidió la entrada del espurio Fausto Zapata. Y resistieron hasta que cayó.
¿Ya se les olvidó a los escribanos del régimen —algunos hasta aplaudieron aquellos acontecimientos— que el doctor Nava tomó posesión como gobernador legítimo con el respaldo público de Diego Fernández y Cuauhtémoc Cárdenas, a pesar de que las cifras oficiales le daban una desventaja de 2 a 1?
Del libro Nava vive, la lucha sigue, rescato un párrafo del prólogo: “…Nadie vive plenamente hasta que encuentra algo por lo que vale la pena morir. Nava moría. Había encontrado lo que valía la pena y estaba muriendo por ello. En consecuencia, había vivido plenamente”. Cierto. Aún más: nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
CONTRATANTE Y CONTRATISTA
por Alejandro Encinas Rodríguez
(publicado en El Universal el 25 de marzo de 2008)
Más allá del debate en torno a la elección de dirigentes del PRD, hay temas de importancia nacional que, pese a que algunos así lo desearan, no deben soslayarse ni desatenderse. Se debe enfrentar y resolver a fondo los problemas internos del PRD y sancionar sin miramientos a quienes hayan cometido acciones ilegales o indebidas, pero ello no debe crear una cortina de humo que nuble el tema nodal de la agenda nacional: la defensa del petróleo y la conformación de una red de intereses que está pugnando por su privatización.
En este contexto un caso ejemplar es el del señor Juan Camilo Mouriño, quien detenta la Secretaría de Gobernación y ha sido evidenciado de promover negocios en beneficio propio y de su familia al amparo de los diversos cargos públicos que ha ocupado.
El debate público y la exigencia de que el señor Mouriño renuncie inmediatamente al cargo que su amigo el señor Felipe Calderón le dispensa han llevado a que diversos comentaristas —algunos quizá de buena fe— argumenten que, si bien el señor cometió un “descuido imperdonable” —por cierto muy recurrente en el ya típico comportamiento del panismo de confundir el interés público con los intereses privados—, “no está claro” que los contratos firmados representen una violación a la ley.
Hay que decirlo categóricamente: los documentos exhibidos por Andrés Manuel López Obrador evidencian una ilegalidad esencial, pues el señor Mouriño aparece al mismo tiempo como contratante y como contratista pues, siendo un asesor clave del secretario de Energía, firma como la contraparte de la propia dependencia en su calidad de apoderado legal de la empresa que se contrata.
Poco importa que el señor Mouriño alegue en su defensa que los contratos son meros “formatos” o “machotes”, utilizados comúnmente por las instituciones públicas para formalizar sus relaciones comerciales; el punto es que en esos formatos aparece su firma protectora, beneficiando a su familia, justo cuando él influía de modo tan acusado en las decisiones de esa dependencia pública, y está tipificado en la legislación mexicana como conflicto de interés y tráfico de influencias.
En otras palabras, no sólo hay un problema estético —se ve muy mal favorecer negocios y relaciones familiares desde el gobierno—; se acredita además un problema ético: el deber de no mezclar asuntos privados con decisiones públicas y, sobre todo, hay un problema legal: el conflicto de intereses de alguien que —hasta hoy en la impunidad— ni siquiera asume su carácter de contratante y contratista al mismo tiempo.
Podrá el panismo llamar a cerrar filas en torno al caso Mouriño frente a “cualquier intento efectista o golpista”, como han señalado los gobernadores de ese partido; podrán llamar a los panistas a actuar “como un soldado de ejército para contrarrestar los embates de los enemigos de este gobierno”; podrán reivindicar al señor Mouriño como el funcionario ejemplar de la “nueva clase política que esta construyendo el país, una buena muestra de profesionalismo, de decencia pública y capacidad” (sic), pero lo que no podrán demostrar es cómo un funcionario desde su encargo firma contratos que establecen los pagos por el servicio de transporte de la gasolina que venderá en sus propias estaciones de servicio.
Eso es ilegal, es tráfico de influencias y pone al descubierto la gama de intereses que buscan privatizar el gran negocio y las enormes utilidades públicas que representa el petróleo, que es un bien de todos los mexicanos.
EL SENDERO DEL PEJE, DE LA RED AL PAPEL
La masiva concentración en defensa del petróleo realizada ayer en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México tuvo un asistente nuevo, decidido como todos los ahí reunidos a incorporarse a la lucha por la defensa del petróleo y al rescate de la nación para construir una nueva República.
El nuevo asistente no caminaba junto a los demás; a decir verdad, pasaba de mano en mano entre algunos de los ahí reunidos. De 28.5 centímetros de ancho por 32.5 de alto y 8 páginas de extensión, el número 0 del periódico El Sendero del Peje (http://senderodelpeje.blogspot.com/2008/03/el-sendero-del-peje-impreso-en-pdf.html) circuló en el Zócalo, a pesar de sorpresivos intentos de impedir su circulación (http://senderodelpeje.blogspot.com/2008/03/sabotaje-al-sendero-del-peje-impreso.html).
Como es la costumbre del servicio de noticias ISA, todavía por hoy preferimos dar la palabra que tomarla, así que, reproducimos a continuación la presentación del número 0 de este nuevo medio de información alternativo, que con el título “De la red al papel”, firma el promotor central del blog El Sendero del Peje y también, ahora, de su expresión impresa, Víctor Hernández.
A poco más de tres años de haber iniciado el blog El Sendero del Peje, los bloqueos y ataques a la información de la izquierda continúan. Especialmente en los medios comerciales.
Ante esta situación, junto a Federico Arreola, Luis Mandoki, Patricio y varios amigos más, decidí iniciar el proyecto impreso de El Sendero del Peje con este “número cero” que es una pequeña prueba de lo que será el proyecto impreso formal que daremos a conocer más delante.
Nuestra misión es, ante todo, informar lo que por consigna o conveniencia nadie más se atreve a decir al público que asqueado de los medios comerciales y no tiene acceso a Internet. Como senderodelpeje.com, en este proyecto impreso tendrán tribuna las voces que han sido ignoradas por la clase política de todas las tendencias y por los medios comerciales.
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