Alvaro Cepeda Neri
Hecho pedazos el viejo presidencialismo priísta, los (des)gobernadores aprovecharon para una regresión política y reconstruyeron el caciquismo en sus entidades, de cara al presidencialismo panista que no acierta en transitar a la cabeza del federalismo y hacer valer, bajo su coordinación, los fines municipales (dos mil 481 municipios, con el recién creado de Tulum, en Quintana Roo) y de las 31 entidades más la Ciudad de México, asiento de los poderes federales, y cuya cohabitación política no se ha resuelto. En ese contexto los gobernadores del PAN, PRI y PRD se están comportando como dueños de vidas y haciendas para hacer sus caprichos y enriquecerse.
El socio, con su familia, de la empresa Bachoco (cuyos transportes de pollo y huevos han sido sorprendidos llevando cocaína a manera de vísceras de los pollos), el señor José Eduardo Robinson-Bours Castelo, impuesto por Zedillo y su secretario particular Liébano Sáenz (como hicieron con Nelson Murat en Oaxaca, etc.) lleva ya cinco años en el cargo, durante los cuales Sonora ha sido un botín de él, su hermano Ricardo, el resto de su familia (avecindada en la cabecera de Cajeme: Ciudad Obregón, pero con sus tentáculos por toda la entidad) y un grupo rapaz de hombres de presa que pasan como empresarios, encabezados por Ricardo Mazón.
Para un mal gobierno antidemocrático y antirrepublicano, Eduardo Bours ha tenido que ir apretando su feroz autoritarismo, a la par del cual se ha ido apropiando de los mejores inmuebles, desde Puerto Peñasco a Guaymas, y tierra adentro del resto de Sonora. Y cuando encuentra oposición a sus abusos, individuo bilioso y de arranques que presumen que tiene trastornos en sus facultades mentales, ordena remeter contra los ciudadanos. Su más reciente embestida ha sido contra ecologistas y residentes de una célebre prolongación del municipio de Hermosillo: Villa de Seris (donde quedan escasos seris) muy conocida por su parque de milenarios árboles y donde en sus hornos tradicionales se preparan “coyotas”: tortillas de harina con panocha (piloncillo).
Eduardo Bours y su pandilla con el presidente municipal hermosillense: Ernesto (el borrego) Gándara, quien está haciendo méritos para ser el sucesor y darle madruguete al senador Elías Serrano) han decidido arrasar con la arboleda para construir un centro cultural-comercial para los intereses de los Bours y cómplices. Los vecinos se oponen y han recibido salvaje represión, encarcelamiento (como el caso de Adriana González Celaya) y amenazas de que la obra será ejecutada a sangre y fuego. Es el estilo de los hermanos Bours, con tal de continuar saqueando a la entidad y haciendo lo que su autoritaria voluntad, soberbia y rapacidad les indican. Lo de Villa de Seris es una violenta represión de un (des)gobernador al que ya le preparan un juicio político por el saqueo y juicio penal por sus abusos.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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