Por María Teresa Jardí
Publicadas ayer en POR ESTO! dos notas, más o menos perdidas, tendrían que encender todas las luces de alerta para los mexicanos, ya que no lo logran los cortes de cabezas.
Y, no, no me refiero a que el corte de cabezas ya llegó a Tabasco, es decir, a la casa del vecino, lo que quiere decir que también va a llegar a la nuestra.
La primera tiene que ver con el gasto inaudito del usurpador destinado a cancelar los medios, más o menos, independientes de comunicación, que quedan o con los que no pueda matizarlos comprando a más a modo como se ha convertido también en otra regla. Tres mil 335 millones de pesos fue lo que gastó el usurpador en el 2007 en comunicación, 90 millones más que, el también inculto panista, Vicente Fox. Y el gasto previsto para este año, según datos de la doblemente usurpada Secretaría de Gobernación —-doblemente porque a la usurpación del Poder Ejecutivo encabezada por Calderón se suma la usurpación de quien no llena ni los requisitos elementales para ocupar el cargo en cuestión—- el gasto aumentará en mil 464 millones de pesos comparado con el 2007 y por lo tanto será de 4 mil 890 millones de pesos. Una brutalidad para un país que colecciona, además de ejecuciones con cabezas cortadas incluidas, millones de mexicanos que de manera acelerada están destinados a engrosar las cifras de los que mal sobreviven en situación de miseria extrema, de muertos de hambre, pues, además de niños cotidianamente asesinados por la diarrea.
La otra se refiere al subejercicio de dos mil millones de pesos, que habían sido designados por la Secretaría de Hacienda, para programas sociales de apoyo a los indígenas. Dos mil millones de pesos que calculen ustedes a cuántos niños no habrían podido salvar de no ser asesinados por una diarrea. Pero, claro, dos mil millones que habrán ido a engrosar los bolsillos —-de suyo rebosantes a tope por los muchos miles de millones obtenidos como excedentes del precio del petróleo—- de alguno de los vividores de la derecha usurpadora incapaz de controlar a los cortadores de cabezas, es decir, incapaz de cumplir ni con la más elemental de las condiciones para la existencia de los gobiernos.
¡Ah!, claro, así como no tenemos policía, tampoco tenemos gobierno. Cualquiera sabe que la usurpación ilegitima, nada tiene que ver con el gobierno legítimo. La usurpación es el abuso de poder, cometido por un traidor a la patria, que se nombra a sí mismo, a base de dar un golpe de Estado, para ocupar un cargo para el que no fue elegido. Y así es como llegamos donde estamos los mexicanos en una escalada de violencia que ni en el Irak ocupado por el imperio gringo, se ve y, claro, si no tenemos policía y si no tenemos gobierno no hay nadie que se ocupe de hacer ni el más mínimo esfuerzo para que la impunidad de los corruptos, responsables de lo anterior, deje de ser la regla fundamental del fracasado sistema asesino también de niños por una diarrea.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario