Las encuestas, contra Calderón
Para el presidente Felipe Calderón todo iba bien hasta diciembre del año pasado: su gobierno se consolidaba y su principal opositor, Andrés Manuel López Obrador, perdía presencia e influencia en la opinión pública; además, el mandatario lograba sacar adelante reformas legislativas centrales en su proyecto de gobierno: el nuevo sistema de pensiones en el ISSSTE, la reforma fiscal y hasta la reforma electoral; el combate al narcotráfico y la inseguridad generaba la percepción de firmeza y claridad de rumbo; y aunque no cumplía las metas esperadas en política económica, la sensación de estabilidad permeaba la vida nacional.Sin embargo, en enero todo se transformó: se precipitaron los cambios en el gabinete; se empezaron a resentir los impactos de los fenómenos de la economía internacional (la crisis hipotecaria estadunidense y la crisis alimentaria mundial); López Obrador recuperó algunos espacios y logró cuestionar la honorabilidad del flamante secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño; e incluso la producción petrolera disminuyó.También aparecieron los errores en el manejo de los asuntos políticos y en la comunicación mediática. Los estragos no se hicieron esperar: de acuerdo con una encuesta de Consulta Mitofsky levantada entre el 22 y el 25 de mayo pasados, el porcentaje de la población que tenía una perspectiva muy buena y buena sobre el futuro de la gestión de Calderón cayó en 7.5 puntos porcentuales el último trimestre, al pasar de 41.9 al 34.4%, 5 de los cuales pasaron directamente al sector de los que tienen una mala perspectiva.Esto simplemente refleja el descenso de la percepción de que el gobierno trabaja para resolver los problemas de México, pues de las 15 áreas que evalúa la encuesta, únicamente se mantiene el porcentaje de población que piensa que el gobierno sí trabaja mucho en la “atención de la salud”, mientras en las otras 14 áreas disminuye. Las bajas más notables las representan los 8.5 puntos porcentuales que obtiene Calderón en la “disminución de la inflación” y el “respeto de la ley”, seguidos muy de cerca por los 8.1 puntos en “fortalecimiento de la democracia” y los 6.5 puntos en “disminución de la corrupción”.Durante los primeros cinco meses de este año los temas que dominaron la atención mediática y afectaron la imagen presidencial fueron, entre otros, los enredos del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; los impactos de la crisis hipotecaria de Estados Unidos sobre la economía nacional; los titubeos y errores en el manejo de la propuesta de reforma energética, con sus posteriores consecuencias; el impacto de la crisis alimentaria mundial sobre la economía familiar; y la creciente ola de violencia que se extiende por todo el territorio nacional.En todos estos rubros el gobierno resiente un impacto negativo en la opinión pública nacional. Se deterioran las expectativas económicas; se espera más inflación y menos empleo; se percibe que el gobierno pierde la guerra contra el narco; y la mayoría expresa su rechazo a la iniciativa presidencial de reforma petrolera. Más allá de lo adecuado y certero de las decisiones y acciones gubernamentales, diferentes encuestas reflejan los estragos de estas batallas mediáticas en la percepción del trabajo del gobierno.
Caída general
En cuanto a la economía, Consulta Mitofsky muestra en su encuesta que 72% de la población percibe que su situación es peor que hace un año y 65.7% cree que el año próximo será peor aún. Respecto de los precios, únicamente 2.4% de los encuestados piensa que no aumentarán en el próximo año; pero 53.1% piensa que aumentarán mucho; 30.6%, que lo hará de forma regular, y 11.1%, que subirán poco.Una encuesta del Grupo Reforma, levantada del 23 al 25 de mayo, revela números similares: únicamente 18% de los entrevistados manifestó que la situación económica del país mejoró en el último año y sólo 15% piensa lo mismo de su situación personal. En cuanto al empleo, en los últimos ocho meses la cantidad de mexicanos que piensan que la situación es favorable disminuyó 7%.También lo confirman las encuestas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). El índice de confianza de los consumidores se ubica 11.8% por debajo del nivel de diciembre pasado, al llegar a 94.2 puntos, y únicamente 34.2% de los empresarios entrevistados en mayo consideraban que era buen momento para invertir en el país.En lo que se refiere a la propuesta de reforma petrolera, en una encuesta levantada por Consulta Mitofsky entre el 24 y el 29 de abril se registra que 47.2% de los mexicanos está en desacuerdo con permitir la inversión privada en la perforación de pozos petroleros (contra 40.9% a favor); 60.6% considera que la iniciativa prevé la privatización total o parcial; y 42.6% piensa que se debe rechazar la iniciativa (contra 36.3% que se pronuncia por aprobarla). Acerca del combate al crimen organizado, la inseguridad y el narcotráfico, los estudios de opinión no reflejan mejores percepciones. De acuerdo con la encuesta del Grupo Reforma, 53% de los entrevistados piensa que el crimen organizado va ganando la guerra, contra 24% que considera que la va perdiendo. Únicamente la quinta parte piensa que la violencia disminuirá en los siguientes tres meses, mientras la tercera parte cree que se incrementará y 42% opina que seguirá igual. Obviamente estos resultados influyen en la opinión de los mexicanos sobre la manera en la que el gobierno enfrenta al narcotráfico. En ocho meses los que tenían una opinión favorable disminuyeron 6% y los que manifestaron una postura desfavorable aumentaron 7%.Una encuesta telefónica realizada entre el 31 de mayo y el 1 de junio por Parametría y el Gabinete de Comunicación Estratégica es casi idéntica: 52% piensa que los narcotraficantes están ganando la guerra, y 21%, que el gobierno está imponiéndose.De acuerdo con estas encuestas, el análisis del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, es acertado pero incompleto, pues los grupos criminales ya lograron generar la percepción de inseguridad. La delincuencia organizada le está ganando la campaña mediática y propagandística al gobierno, al menos en lo que se aprecia en estas mediciones de opinión pública.Pero la percepción de que el gobierno no hace nada o hace las cosas mal no se limita a estos campos, pues de acuerdo con una encuesta telefónica del Grupo Reforma, publicada el 1 de junio, 66% de los mexicanos considera que el gobierno no hace nada por enfrentar el cambio climático.Por si esto fuera poco, también fue generalizado el rechazo de especialistas y empresarios a la solicitud pública de Calderón al Banco de México para que baje las tasas de interés. Las encuestas indican que a partir de enero el gobierno de Calderón perdió el rumbo, al menos en lo que se refiere a la comunicación de las acciones y decisiones de su gobierno. l
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