El verdadero poder soberano

Ricardo Andrade Jardí

Nada nuevo bajo el sol, el reemplazo de los coordinadores panistas en el Poder Legislativo, además de jugar a imitar a Fox, deja claro que el PAN va, y va con todo lo que siempre lo ha caracterizado, a suponer: soborno, chantaje, corrupción, mentira, difamación, desacreditación e ignorancia, son las armas de la cerrazón panista, dispuesta a vender PEMEX como sea, al precio de la represión que haga falta.
Ya nos informaron que los debates del Senado, lo que muchos ya habíamos escrito, nada importan, pues la reforma será votada (y muy probablemente aprobada, nada esperemos de los legisladores priístas y sus “Chuchos” comparsas), “por los legisladores electos”, la pregunta es si los legisladores plurinominales, es decir esos 200 diputados y un tanto más de senadores por los que en realidad nadie vota, también votarán la “enmienda” energética propuesta por la Casa Blanca y la

usurpadora y franquista Monarquía española y presentada por el ilegítimo, ejecutivo en turno, o sólo los “legisladores electos” como informó el chistosito, también, a los panistas les encanta ser “chistocitos” o al menos parecerlo, Gustavo Madero, nuevo coordinador legislativo del PAN en el Senado, o se refiere, en su precario y limitado castellano, al total de los legisladores, es decir, los electos y los no electos (plurinominales), toda vez que como salta a la vista, éstos últimos tampoco deberían estar autorizados a votar ley alguna y, claro, “el chistocito”, dio a conocer lo anterior, por supuesto, luego de desacreditar a todos los ingenuos participantes en el circo debate, a los que ni siquiera se les tomará en cuenta para cambiar, digamos, una coma de la propuesta de reforma energética, la que al parecer y como cada día es más claro sólo será modificada en las instancias que la formularon, es decir, por Washington y por Madrid, sedes oficiales de la trasnacional “Democracia Corporation S.A.”, que las oligarquías nos imponen a cambio de los favores que suponen recibir de sus administradores imperiales.
Si los debates no serán tomados en cuenta, como afirma el suplente de Creel, en la coordinación panista del Senado, para qué perder el tiempo en esas instancias, cada día menos ciudadanas, es decir, en el FAP, que ante la presión de la telecracia se rindió a cambio de un debate nacional, que de nacional no tiene nada y de debate muy poco. Se trata más bien de atole con el dedo, mientras la derecha usurpadora y la usurera clase empresarial preparan el terreno para imponer su reforma energética y repartirse la limosna que las trasnacionales les dejen a cambio de subastar, a beneficio de los bolsillos de unos cuantos, los recursos energéticos del país, es decir, dejemos a los legisladores hacer como que hacen, lo que jamás sabrán hacer e impulsemos, en todos los espacios públicos posibles: plazas, escuelas, mercados, barrios, talleres, oficinas, universidades, centros y recintos culturales, sociales, deportivos, estatales y comunitarios el diálogo franco sobre la reforma energética, invitemos ahora sí a esos especialistas que la coordinación legislativa del PAN ha menospreciado y provoquemos que la ciudadanía, sin los intermediarios y mercenarios de la telecracia, escuche todas las voces a favor y en contra de abrir la industria petrolera o energética a la “inversión” extranjera, en un país donde las deudas privadas de los grandes capitalistas y los vulgares especuladores terminan por ser pagadas con el dinero público, es decir: con el dinero de todos nosotros, que somos los mismos que no seremos tomados en cuenta a la hora de que los legisladores electos y los no electos decidan que nuestra industria petrolera debe ser intervenida por los capitales privados y en particular por los privados extranjeros, para “fortalecer una industria” que a pesar de 25 años de neoliberalismo sigue siendo la más rentable del Continente o ¿si no por qué hay tanto interés capitalista detrás de PEMEX si es una industria decadente según el PAN y sus “Chuchos”?
Impulsemos la consulta popular en todos los rincones del país y seamos los ciudadanos los que decidamos el rumbo de nuestra nación, desconozcamos cualquier acción legislativa que no sea antes consultada al verdadero y único poder soberano de nuestra república que es y sigue siendo El PUEBLO.