martes, junio 03, 2008

Presiones del Yunque a la prensa
Juan Manuel Oliva

El gobierno de Juan Manuel Oliva en Guanajuato hace honor a su filiación panista y yunquista en su trato a la prensa: cuando ésta se atreve a publicar críticas, intenta acallarla por cualquier medio, preferiblemente con el cebo de la publicidad oficial, combinado con dosis de insultos grotescos. Así ha tratado de reducir a Correo y a.m., los diarios locales de mayor peso.En Guanajuato, donde el Partido Acción Nacional (PAN) ejerce el poder hace casi dos décadas, hay un retroceso en las libertades constitucionales, entre ellas la de expresión y la de prensa: el gobierno encabezado por Juan Manuel Oliva Ramírez, quien aspira a ser presidente de México, reprime a los medios críticos y premia a los que le son incondicionales.“Este es el otro rostro del PAN, el rostro autoritario y soberbio”, describe Enrique Gómez Orozco, director general de la cadena de diarios a.m., que tiene su epicentro en León, donde ese partido gobierna desde hace exactamente 20 años, y 17 a nivel estatal después de la concertacesión, en 1991, con Carlos Salinas.“Hay una embestida del poder contra la prensa independiente, inédita en 30 años de vida del periódico. Nunca se nos había insultado ni agredido desde el poder, a pesar de que el periódico siempre fue de apertura hacia la oposición –asegura el propietario de los diarios a.m. de Irapuato y Celaya–; es una involución tremenda.”Y es que Oliva ha instaurado en Guanajuato, desde hace al menos un año, una política de persecución contra la cadena de diarios a.m., que se ha traducido en agresiones para intimidar a sus directivos –como lo hizo también con el diario Correo–, sistemática cerrazón informativa y boicot publicitario permanente que, mediante presiones, se ha extendido a los principales municipios y aun al sector privado afín al gobierno. “Esto no había sucedido ni siquiera con los gobiernos más retrógrados del PRI, (que) se enojaban y nos mandaban mensajes, pero nunca nos trataron, de ninguna manera, de coartar la libertad de expresión.”
–¿Ni siquiera el último gobernador priista, Rafael Corrales Ayala?
–Ni siquiera Corrales Ayala. Cuando se le cayó un teatro lo publicamos a ocho columnas, con una gran foto, y publicamos todas las trapacerías que hacía, como las empresas constructoras que estaban a sus órdenes. Era un tipo muy listo, muy mañoso, pero jamás, nunca, hubo una agresión.
“Tengo 28 años en el periódico y nunca me había tocado tratar con gente tan primitiva que quiere someternos”, insiste Gómez Orozco, a quien el secretario general de Gobierno, Gerardo Mosqueda Martínez, insultó, igual que al director del diario Correo, Arnoldo Cuéllar, por lo cual la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación que Oliva rechazó.Pero al gobernador tampoco le importó la recomendación de la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato en el sentido de que se establecieran criterios claros para la aplicación del presupuesto en materia de comunicación social, que en el ejercicio 2008 asciende a 310 millones de pesos, parte de los cuales el gobernador destinaba –aun después de la prohibición constitucional– a promover su imagen.
En entrevista con el reportero, la mañana del 27 de mayo, Gómez Orozco afirma que el gobierno está controlado por miembros de la ultraderechista y clandestina Organización Nacional del Yunque, pero la responsabilidad es del PAN, aunque el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que preside Germán Martínez, solapa las agresiones.“Es El Yunque, lo sabemos, pero formalmente la responsabilidad es del PAN y lo que hay es una complicidad del CEN. Se hace de la vista gorda de lo que está haciendo este gobierno, como se hace de la vista gorda sobre las dádivas que está dando el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, a la Iglesia católica.”
El Yunque es el PAN
Gómez Orozco detalla las relaciones tensas que la cadena a.m. ha tenido con los cinco gobernadores que desde 1991 el PAN ha tenido en Guanajuato –Carlos Medina Plascencia, Vicente Fox, Ramón Martín Huerta, Juan Carlos Romero Hicks y Oliva–, y que sólo hasta ahora se traducen en una abierta persecución de parte del gobierno controlado por El Yunque.“Al llegar Oliva las cosas cambiaron radicalmente. El PAN cayó en manos de este grupo que viene de la oscuridad y cuyo objetivo es, según ellos dicen, instaurar el reino de Dios en la tierra”, explica el director de a.m., que se edita también en Querétaro capital; La Piedad, Michoacán; y Lagos de Moreno, Jalisco.Desde que tomó posesión Oliva, explica, se observó una ostentación del catolicismo de todos los funcionarios, entre ellos Mosqueda Martínez, quien fue coordinador de delegaciones y subsecretario del Trabajo con Carlos Abascal y Francisco Xavier Salazar Sáenz, así como el secretario de Educación, Alberto Diosdado, quien fue miembro del Movimiento Cristianismo Sí. También perteneció a esa organización Fernando Rivera Barroso, quien ostentó el mismo cargo que Diosdado en el gobierno estatal de Fox.Pero también se hizo evidente la influencia del empresario Elías Villegas Torres, quien es jerarca estatal de El Yunque. “Es un fanático religioso de mano dura”, lo describe Gómez Orozco, y revela: “Un día Elías Villegas le dijo a una reportera nuestra, y esto es textual: ‘Primero se va Oliva que Mosqueda, y primero se va Mosqueda que Diosdado’.”
–¿Tal cual?
–Tal cual lo dijo: “Primero se va Oliva que Mosqueda, y primero se va Mosqueda que Diosdado”. ¡Y si él lo dice, pues él es el que manda! O él conoce la jerarquía interna del PAN. ¡Porque es el PAN! ¡Podemos hablar de El Yunque, pero es el PAN!Es a través de este partido, asegura, que El Yunque quiere llegar a la Presidencia de la República, cargo al que aspira Oliva en el 2012. “Quiere ser presidente de México y está trabajando para ello.”
–Muchos dirán que parece una broma.
–Pues sí, pero es un hecho cierto que él quiere seguir el camino de Fox y ser presidente de México.De hecho, Oliva exhibió su faceta de polemista en el debate sobre la reforma energética en el Senado, el jueves 29, cuando defendió, con arengas de mitin, el proyecto de reforma petrolera de Felipe Calderón y lanzó pullas al perredista Marcelo Ebrard, a quien dijo: “Marcelo, ni me convencistes (sic) ni te creo”.Exreportero del desaparecido El Sol del Valle de México, Oliva se presentó en el Senado como “coordinador de los gobernadores” del PAN, según un boletín emitido la víspera por el gobierno estatal, y planteó: “Dejemos de envolvernos en banderas dogmáticas que sólo nos conducen a un despeñadero; las ideologías dividen, nunca han unido”.Pero el gobierno que encabeza y la agrupación ultraderechista a la que pertenece son emblemas del dogmatismo. “No sólo es fanatismo religioso, sino falta de oficio político”, resume Gómez Orozco para caracterizar la gestión de Oliva.
Chantaje a alcaldes
El director de a.m. recuerda que la confrontación con el gobierno comenzó cuando, el 2 de mayo del año pasado, Mosqueda Martínez se reunió con delegados federales y, “con lenguaje florido”, les dijo que Calderón no hubiera ganado la elección de 2006 sin los votos de Guanajuato. Así lo publicaron a.m. y Correo.“Montó en cólera. Ya traía mucho coraje porque el Correo lo traía de encargo. Y otra vez ante delegados federales, el 11 de mayo, su discurso fue una retahíla de insultos. Aducía que éramos faunos rastreros, extorsionadores, explotadores, pendejos. A mí me dijo esquizofrénico catatónico, total una serie de insultos que parecían de risa loca, pero el verdadero propósito era intimidarnos. Era decir: ‘Mira, yo te puedo decir todo lo que quiera impunemente’. Y nosotros no lo aceptamos.”Como superior jerárquico, se esperaba que el gobernador le llamaría la atención a Mosqueda: “Ese día, cuando se le preguntó a Oliva sobre lo que dijo su secretario, respondió: ‘Alguna razón tendrá’. En realidad estaba avalando lo que decía su secretario.”Gómez Orozco, igual que el director de Correo, recurrió a la CNDH, que buscó en primera instancia una conciliación. Fue en este trance que el empresario Salvador Oñate, dueño del Banco del Bajío, medió para tener una reunión con Oliva y aclarar los insultos de Mosqueda.“Le dije: ‘Juan Manuel, nada más que se disculpe y ya, tan amigos como siempre’. Y él me dijo: ‘Le voy a preguntar’. Sólo eso me dijo”, asegura el periodista.A la semana siguiente, también a instancias de Oñate, se encontraron Gómez y Mosqueda: “Fue muy desagradable, porque él ratificó que lo había dicho con toda intención y voluntad. Frente a mí, me dijo, no se retractaba ni un milímetro de todo lo que había dicho. Le dije que merecía una disculpa pública, porque yo jamás lo había insultado. ‘Ustedes son muy críticos’, respondió, y le dije: ‘Es nuestro trabajo dentro de las normas de la Constitución y la ley. Total, no hubo ningún acuerdo.”Pero después de que la CNDH dictaminó que los ataques de Mosqueda afectaron la libertad de expresión y el honor de ambos periodistas, además de acreditar conductas de ejercicio indebido de la función pública, tampoco ofreció disculpas públicas.El 21 de julio, en conferencia de prensa, sólo proclamó que ofrecía “disculpas a la opinión pública que es, yo creo, el primer patrimonio cultural de la humanidad”, con lo cual dijo haber cumplido “puntual y con largueza, con generosidad” la recomendación de la CNDH.Expone Gómez: “En vez de conciliación viene una burla, porque Mosqueda no sólo no ofrece disculpas públicas, sino que hasta dijo que jamás había recibido tantas felicitaciones. Fue un insulto renovado y yo dije: No tiene remedio”.El diario a.m. publicó, el 2 de junio, un suplemento especial sobre El Yunque y el gobierno de Guanajuato, justo en el marco de la Asamblea Nacional del PAN, celebrada en León y en la que Manuel Espino, entonces presidente nacional, fue abucheado. “Desde ese día, en primer lugar, el gobierno del estado canceló toda información y todos los funcionarios dijeron que no podían hablar con nosotros; nos veían hasta con temor. Y en segundo lugar se canceló toda la pauta publicitaria, inclusive la que ya teníamos contratada todo el año.”El embate del Ejecutivo estatal incluyó, como hasta ahora, otros ámbitos, como instituciones educativas y de salud. “Lo más grave llegó en octubre, cuando el alcalde de León, Vicente Guerrero, quien es mi amigo y fue parte del consejo editorial de a.m., me confirmó el boicot”, prosigue Gómez Orozco.Guerrero le dijo que Oliva y Mosqueda lo chantajearon: Si se anunciaba en el diario, no recibiría recursos para hacer obras públicas en el municipio. “Me dijo: ‘Es que yo no puedo llevar una relación difícil con el gobernador, porque entonces se atrasa León, no me van a dar dinero. Y sí son capaces’. Yo lo comprendí, aunque se estaba justificando. Él es un hombre honrado, pero no tiene el valor de enfrentar una injusticia y un chantaje”.Lo mismo sucedió con los alcaldes de Celaya, Gerardo Hernández, y de Irapuato, Mario Turrent, ambos panistas y en cuyos municipios circulan ediciones de a.m. También desde el gobierno se ha presionado a otros organismos, como la Feria de León y el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (Sapal).“También quisieron organizarnos un boicot publicitario con todos los empresarios –dice el director del diario–. Uno de los que sí le debe al gobierno, Óscar Flores Pérez, levantó la mano y dijo: ‘Hay que hacerle un boicot al a.m. porque está atacando a las autoridades’. Lo dijo enfrente de muchos empresarios, que no estuvieron de acuerdo.” La propuesta del constructor Óscar Flores Pérez –quien adeuda más de 20 millones de pesos al Instituto de la Vivienda, ya en quiebra– se produjo en una comida de empresarios que apoyaban a Mosqueda, pero no tuvo eco.
–¿Quiso quedar bien con el gobierno?
–Si le debe dinero al gobierno y si el gobierno le da permisos, pues sí.
Tragar insultos
“Han tratado de lastimarnos económicamente por todos lados”, dice Gómez Orozco, quien aclara que el problema no es el boicot publicitario, porque la publicidad del gobierno estatal equivalía a 1.5% del ingreso y la de municipios apenas otro punto porcentual. “Es decir, nos quitaron 2.5% de nuestros ingresos, que ya planeamos cómo compensarlos”, afirma.“El gobierno nos compraba 4 o 5 millones de pesos al año y los municipios un millón. ¿Y qué hicimos? Decidimos, después de hablar con todo el personal, echarle ganas para vender un tercio más de lo que nos quitaron, vamos a perder un tercio de utilidades de lo que nos quitaron y vamos a ahorrar un tercio, y asunto acabado. Siempre tuvimos la ventaja de los lectores y la publicidad comercial representa 97% de nuestro ingreso.”Reflexiona: “En el gobierno de Guanajuato hay un principio: Pago si no me criticas y le pago a quien es dúctil. Sucede con publicaciones incómodas, como Proceso, de parte del gobierno federal. Este es el otro rostro del PAN, el rostro autoritario y soberbio”.
–¿Esto durará todo el sexenio?
–Nosotros estamos preparados para que dure, porque El Yunque tiene ese principio, de que entre más le pegas más tiene que resistir. Oliva así lo quiere. Ellos simplemente nos agreden y nosotros tratamos de defendernos difundiendo la verdad. Sobre el silencio que ha mantenido el diario Correo, Gómez Orozco reflexiona: “Arnoldo Cuéllar, quien fue también agredido y vejado, tuvo que tragarse el insulto. Inclusive cuando vino la recomendación de la CNDH le habían ordenado no publicarla. A ese punto. Él es buen periodista, pero tiene que seguir la pauta política de su jefe. Él es empleado”.Ese diario no padece ningún boicot: “Veo que tiene un alto porcentaje de publicidad de gobierno, 80% de publicidad del gobierno, y además el dueño es el principal constructor de carreteras de Guanajuato. Entonces, la publicidad es poco lo que significa frente a una carretera que vale mil millones o un puente que vale 500 millones. Entonces ellos no pueden enfrentarse”.Pero a Enrique Gómez Orozco y a su padre, Ernesto Gómez Hernández, el gobierno estatal y panistas los acusan de presionar el crecimiento de León hacia el sur para presuntamente favorecer sus intereses. “No hay negocios inmobiliarios –responde el periodista–. Mi papá es un gran promotor y promovía casas y pedía permisos, y eso es absolutamente lícito en el país. Ilícito es poner un burdel, pero promover negocios no es sólo lícito, sino encomiable”.De hecho, asegura, en el gobierno de Romero Hicks se le propuso a su padre “pactar” para disminuir las críticas a cambio de recibir autorizaciones de construcción, y la respuesta fue que la línea editorial del periódico “jamás” estaría subordinada a cualquier trato.El director general de a.m. advierte: “Seguiremos alertando a los lectores y a Guanajuato de que un gobierno retrógrado sí tiene consecuencias en la educación, en la salud reproductiva de las mujeres, en la igualdad de género, en el respeto a la orientación sexual de los mexicanos. Por ejemplo, la educación en Guanajuato es de las más atrasadas del país, más que Chiapas y Oaxaca”. Expone: “En el PAN hay una contradicción de facto: Ya no recuerdan por qué lucharon cuando eran una minoría y ahora quieren reducir a la oposición a algo peor a lo que eran ellos antes, y quieren reducir toda crítica peor de lo que era el PRI. Hay una involución tremenda.”Y concluye: “Es falta de cultura política. ¿Por qué Corrales Ayala aceptaba todo tipo de crítica? Porque era un tipo preparado, inteligente. Mañoso, dinosaurio, corrupto si quieres, pero con oficio político. Y ahora no es sólo el fanatismo religioso, sino la falta de oficio político”.

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