“Apostar al miedo es el único argumento que le queda a quienes no pueden resistir la memoria del pasado ni son creíbles cuando hablan del futuro. Es el recurso del que se sabe derrotado”
- Carlos Castillo Peraza 1998, junto con Javier Corral los últimos panistas respetables.-
"La desgracia de estos tiempos es que los locos conducen a los ciegos"
-Shakespeare 1598.-
De la lectoría y el “idioma” de funcionarios como Jesús Reyes Heroles G.G.:
“en este país, donde la simulación es el deporte que más practican los hombres en el poder, las trampas en el lenguaje son un requisito indispensable para mantener atada a la población; más ahora, que se pretende una de las más injustas decisiones en contra del pueblo mexicano. Es deplorable el grado de cinismo que estos personajes, nefastos en su mayoría, presumen. Recurren a la decencia que ellos no practican. Respaldan el actuar jurídico, cuando son los primeros en violar cualquier cosa que nos regule. Son autores en descalificar y los primeros quejosos cuando son ellos los recetados con la opinión ganada a pulso. Y, como en este caso, sacan por delante los diplomas como si hubiesen demostrado los últimos 30 años que sirvieran. Siempre, los asesores en propaganda, tienen la palabra idónea, la frase certera, el embuste conveniente. ¿Por qué debería ser de distinta manera? Ahora resulta que al que le duele el pie, por no saber de ortopedia, no puede opinar. A partir de hoy, usted no le puede sugerir el color a un pintor, ni la mínima cosa, porque él es el experto. ¿Acaso usted tiene que saber de mecánica, para no darse cuenta que le está viendo la cara, el pillo que le miente? ¿Tenemos que leer a Emmanuel Kant para saber que un policía no actúa éticamente? ¿Debemos quedarnos callados para demostrar que seguimos siendo ‘buenos mexicanos’? ¿Las experiencias depredadoras de los últimos 40 años deben quedar en el limbo de la crítica social? ¿La única sentencia debe ser encontrarle un defecto al ladrón e inventar un chiste? Eso quisieran estas personas pagadas de su estulticia. El dejar que nos claven el machete sin movernos es el escenario que sueñan estos tipos. El permitir que nos hundan por bastardas intenciones es la tónica a la cual están acostumbrados. Hoy llegó la hora de pararse del sillón. Dejar el control remoto y asustar al ladrón que a la sala se ha metido. Seremos ignorantes en el tema petrolero, pero somos doctorados en los fraudes que sufrimos. No tienen buenas intenciones, nos dice, a gritos, la experiencia. A esta sarta de ladrones, ningún beneficio más; ni siquiera, el de la duda. Por eso debemos reflexionar con nuestros cercanos; expresar nuestras dudas y opiniones, basadas en lo que nos han heredado estos ilustrados venidos de otros mundos. Hacer el juego, creyendo las trampas del idioma, es querer ser venado en un departamento. Es no vivir la realidad, que nos han endilgado ¡esta bola de tramposos!”
(Francisco A. Servín de Alba, fsda@att.net.mx)... Saludos a los compas del círculo de estudios del Instituto Cultural José Martí.
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