El rescate de Ingrid Betancourt

Baarómetro Internacional

Por Isaac Bigio

El gobierno colombiano anunció el día 2 de julio que había rescatado y liberado a Ingrid Betancourt, secuestrada desde el 2002, a tres rehenes norteamericanos y otros 11 secuestrados que estaban en poder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Este hecho beneficiará al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en su lucha con la Corte Suprema –que lo cuestiona por la “ilegalidad” de su elección y por el hecho que el 20% de sus congresistas están ligados al paramilitarismo.

El rescate le va a ser útil también a Uribe para poderse candidatear en una nueva elección, ya que desea extender su mandato, que según la Constitución debe terminar en el 2010. También beneficia a McCain (que estuvo en Colombia) y a su estrategia “anti-terrorista” frente a Obama (que propone entrevistarse con Chávez y desea congelar el Tratado de Libre Comercio con Bogotá).

La ex–candidata presidencial Betancourt se convirtió en un símbolo internacional. El presidente Hugo Chávez quiso culpar inicialmente a Uribe, por ponerla en riesgo al romper las negociaciones invadiendo territorio de Ecuador.

Chávez quiso intermediar frustradamente en la liberación de Ingrid, y ganar el estatus de “negociador” con las FARC, para fortalecer su política de mostrar a Uribe como ineficiente e intransigente al no permitir la “legalización” de la guerrilla para que llegase al poder por las urnas y no por las armas (como aconteció en Nicaragua, Irlanda del Norte y Sudáfrica).

Avanza la derecha

Luego de que Uribe obtiene esta liberación sin conceder nada a cambio, su imagen tanto interna como internacional va a crecer, y la derecha continental tratará de aprovechar esto para lanzar una contraofensiva a los gobiernos y partidos de izquierda en la región.

Además, este hecho podrá influir en el proceso electoral norteamericano, pues los republicanos van a querer usar esto para poder mantenerse en el poder, mostrando que la mejor manera de derrotar al terrorismo es invertir más en inteligencia y acciones militares.

Tal como en el caso de Sendero Luminoso en el Perú, las FARC son hoy una guerrilla que se desacredita por realizar acciones militares impopulares, y termina debilitando a la propia izquierda y ayudando a las fuerzas conservadoras a consolidarse e imponer un modelo económico monetarista.

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