María Teresa Jardí
No. Qué va. Ojalá y en manos de esquizofrénicos estuviera el país. Los esquizofrénicos suelen ser personas inteligentes. En manos de gafes y por si eso fuera poco gafes que además adolecen de retraso mental se encuentra México desde que la derecha tomó el control de gobierno, usurpado hoy.
El ejemplo del retraso que afecta a los legisladores --nota del día-- lo están dando los que a gritos piden el regreso de la pena de muerte, olvidando, claro está, son tontitos, que ellos: los corruptos, son los responsables del desarme de la estructura ética de las instituciones procuradoras y administradoras de justicia.
Los que avalaron la llegada de un usurpador y la legalización del fraude para imponerlo, son tan responsables, como el usurpador, de la violencia que ahoga al país y que hoy estresa al Legislativo, Ejecutivo y Judicial, por igual, porque llega al hijo de un empresario rico y porque el hecho alerta a los otros empresarios también responsables, los corruptos, que ven a sus hijos retratados en Emilio Fernando Martí.
Si los mexicanos adoleciéramos de la misma estupidez congénita que afecta a los políticos, de una vez podríamos unirnos los ciudadanos al coro de los dementes --legisladores del PRI encabezados por Gamboa Patrón porque es el papel que se les asignó en el libreto que dirige el usurpador-- y exigir la pena de muerte para los legisladores corruptos. Es una manera de acabar de una vez con un Poder que cuesta mucho y no le sirve al pueblo ni para limpiarse la mierda con él. La otra es no votar por legisladores que sólo a ellos se representan, exigiendo el fin de los plurinominales y obligando a los partidos a jugar el papel para el que están destinados, en las democracias, pues.
Si lo moderno y no lo atrasado fuera el regreso a la pena de muerte que ha quedado probado por la humanidad entera que sólo sirve para cometer graves injusticias. Si lo conveniente fuera regresar a la pena de muerte se tendría que exigir la aplicación de la misma para los que han convertido a la corrupción en su modo de vida, que son los mismos que han propiciado la impunidad que ha acabado con la vida de Fernando Martí y de muchos otros niños ejecutados y de muchos otros hombres y de muchas otras mujeres y de muchas otras niñas que, por no ser ricos, no han merecido más que la mención de la nota roja, aunque venga en primera plana, de los diarios que dan seguimiento, maquinal en muchos casos, al escandaloso tema de la violencia cotidiana que impera en México debido a la impunidad con la que la policía, que sólo sirve para extorsionar, cuando no para secuestrar y asesinar, se sabe cobijada. Porque el cobijo a los corruptos políticos y a los empresarios corruptos es el mismo que alcanza a la policía, que no tenemos, y que hoy asesina lo mismo a Fernando Martí que ejecuta a los habitantes de la recientemente vendida casa del secretario de Agricultura del panismo que usurpa el gobierno federal.
El problema está ahí, en la policía que no tenemos, en el desarme de la estructura ética de las instituciones, que no en las leyes, perfectibles, sí, porque los corruptos legisladores dejaron de elaborarlas lo mejor posible. Derogables y cambiables, sí, porque ya llegamos a la legislación conveniente para la corrupta derecha --asesina impune de Abraham Polo Uscanga porque se atrevió a denunciar los cambios legales que la derecha estaba haciendo en su propio beneficio-- que hoy con un usurpador a la cabeza pretende entregar el único bien que le queda al país para sobrevivir de menos mala manera, aunque tengan cancelado el futuro varias generaciones de mexicanos merced al FOBAPROA, aprobado también por los corruptos legisladores que en México representan a los corruptos partidos políticos, que no a los ciudadanos, que no al pueblo, que no a los mexicanos.
El otro ejemplo del retraso mental que afecta a los corruptos políticos mexicanos, como ya es costumbre, lo da el usurpador, usando el secuestro y asesinato del niño rico, a manos de la policía, que no tenemos, terminada de desmantelar la estructura ética que haya podido quedarle, desde que llegó el PAN, con Fox, al gobierno federal, a las instituciones procuradoras de justicia y de plano dilapidada esa estructura desde que un usurpador tomó el Ejecutivo federal, otro ejemplo del retraso mental que afecta a las familias mafiosas que manejan la política en México lo da al usar el drama de una familia rica, las pobres le han valido menos que nada, para golpear a Ebrard. Estupidez congénita la del imitador huertista.
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