En los próximos 4 años se deben pagar más de 529 mil 586 millones, según el presupuesto
Durante los 2 primeros años de este gobierno aumentó en 201 mil 63 millones, revela el texto
Enrique Méndez y Roberto Garduño
La deuda de México por los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo (Pidiregas), para procesos de exploración de yacimientos de petróleo y gas que empresas privadas realizan para Petróleos Mexicanos (Pemex), asciende ya a 2 billones 378 mil 273 millones de pesos. De ese monto, las obligaciones del gobierno de Felipe Calderón en los próximos cuatro años suman 529 mil 586 millones 834 mil 892.
El crecimiento de esta carga para Pemex es tal que en los primeros dos años de la presidencia de Calderón aumentó en 201 mil 63 millones 478 mil 94 pesos, pues la deuda cerró el gobierno de Vicente Fox con 2 billones 177 mil 209 millones 800 mil pesos.
Del total, 631 mil 787 millones 20 mil 350 pesos corresponden únicamente al pago de intereses en el plazo contratado por la paraestatal, se informa en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009 que el Ejecutivo entregó el lunes pasado a la Cámara de Diputados.
También explica que el monto actual total de las obligaciones de pago corresponden desde que el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León instauró la figura de Pidiregas, en 1997, hasta su pago final estimado en 2032.
En los documentos que la Secretaría de Hacienda entregó para solicitar los recursos necesarios para cubrir los pagos de Pidiregas durante el próximo año, Pemex explica que la ejecución de obras para asegurar el abasto oportuno de petróleo, gas y petroquímicos bajo este esquema de financiamiento se “encomiendan a empresas privadas, previa licitación pública”; que si bien deberían realizarlas por su cuenta, “con frecuencia obtienen el financiamiento con el cual se cubre el costo de los proyectos durante el periodo de construcción”.
Más aún, se argumenta que todos los contratos con empresas privadas en proyectos de exploración como Burgos, Cantarell, Cadereyta, Madero y distintas plantas petroquímicas han incrementado sus costos, debido principalmente a un aumento en las reparaciones, los costos de perforación, la “escalación (sic) por aumento del costo en equipos”, e inclusive de los precios internacionales del petróleo.
Legisladores han insistido en que el gobierno federal asuma como deuda pública el costo de los Pidiregas, y la Auditoría Superior de la Federación cuestiona que el monto representa un riesgo financiero para el país, sobre todo porque las reservas de hidrocarburos están previstas hasta 2016, y a partir de entonces no habría recursos con los cuales enfrentar los pagos de los siguientes 16 años.
Sólo para 2009 Pemex solicitó a la Cámara de Diputados –a través de Hacienda– recursos para Pidiregas por 101 mil 881 millones 90 mil 261 pesos, de los cuales 44 mil 706 millones 53 mil 891 millones están destinados al pago de intereses.
A partir de 2010, y hasta el último año del actual sexenio, los pagos serían los siguientes: 140 mil 666 millones 666 mil 881 pesos; 115 mil 997 millones 637 mil 32 pesos, y 171 mil 41 millones 440 mil 718 pesos.
Sin embargo, los pagos más altos por Pidiregas para obras de Petróleos Mexicanos tendrán que ser cubiertos en los primeros dos años del próximo gobierno federal. En 2013 deberán pagarse 200 mil 877 millones 24 mil 229 pesos, y en 2014 otros 209 mil 400 millones 519 mil 732 pesos.
Para cuando concluya el sexenio de Calderón, el costo actual de la deuda por Pidiregas aún representará una deuda para el país de un billón 465 mil 99 millones 989 mil 463 pesos.
Pemex reconoció que aún cuando las empresas que ganan las licitaciones deben financiar los proyectos, “en algunos casos, por la complejidad y magnitud de algunas inversiones, o por las condiciones que en su momento prevalecieron en los mercados financieros, las entidades han tenido que recurrir a los mercados internacionales para la ejecución de algunos proyectos”.
Explicó que para el manejo de los recursos se han integrado fideicomisos maestros, “constituidos y operados bajo la supervisión de las autoridades competentes”, y en ellos “se concentran los financiamientos y erogaciones asociadas a cada proyecto”.
Agrega: “bajo el esquema Pidiregas, las obligaciones derivadas de la contratación de las obras se registran en cuentas de orden, durante el periodo de la construcción. Al concluir dicho periodo y, una vez que los activos son recibidos a satisfacción de las entidades, las obligaciones de pago correspondientes al vencimiento del ejercicio corriente y el que le sigue, se consideran como pasivo directo del sector público, en tanto el resto se registra como pasivo contingente”.
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