martes, noviembre 18, 2008

Columna Asimetrias. El Invitado de Palo

Por Fausto Fernandez Ponte

18 noviembre 2008

"Las finanzas de los ricos no tienen nada que ver con las finanzas de los pobres, excepto que éstos sostienen a aquellos". Agosto Roo

I

La lectura acuciosa de los acuerdos que adoptaron "Los 20" el fin de semana pasado en Washington para salirle al paso y superar la crisis financiera y de la economía mundial confirmaría que esos problemas críticos continuarán.

Dígase de otro estilo que la población del planeta continuará padeciendo las consecuencias materiales, psicológicas, políticas y culturales de un sistema financiero –bancario y bursátil— de sólo ocho países.

Esos países –cuyo conjunto es denominado taxonómicamente como el Grupo de los Ocho o G-8— son Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Japón, Francia, Italia, Canadá y Rusia. Son los de mayor peso internacional.

Ese peso es económico, político y militar, devenido del desarrollo de sus economías; éstas son de capital, mercado y consumo, financiadas principalmente por el resto de los países, divididos en zonas de influencia regionales.

Por ello, los intereses de esos ocho países son globales, con arreglo al alcance de sus consorcios trasnacionales principales. España, que no es miembro del G-8, compite con EU por la zona de influencia desde México hasta Argentina.

En México, esa competencia es obvia: las petroleras trasnacionales de EU y España libran una puja sorda más no por ello menos feroz por echarle mano a los tesauros de los mexicanos en el subsuelo marino y terrestre.

II

La trasnacional Repsol, española, logró colocar un agente –Juan Camilo Mouriño-- en el mero centro neurálgico del aparato de decisión política estratégica de México. Mouriño, siendo español, exhibía su adhesión hispana.

Ese agente –Mouriño, principal secretario de despacho del Presidente de Facto Felipe Calderón— ejercía funciones de un vicepresidente virtual del Gobierno de México. Falleció hace dos semanas en circunstancias sospechosas.

El avión en el que viajaba Mouriño se desplomó, estrellándose sobre una zona urbana de la capital mexicana. El Gobierno calderonista lo ha descrito como accidente causado por la impericia de los pilotos. Falla humana.

La percepción pública es la de que el avión de Mouriño cayó a consecuencia de un atentado, aunque acerca de la identidad de los autores existe intensa especulación. ¿El sentir general? Que el avión fue abatido por el narcotráfico.

La suspicacia general acerca del sucedido subraya que el gobierno de facto carece del capital político y moral de la credibilidad; sin ésta no es dable gobernar. La falta de credibilidad se acentuó con el accidente.

La carencia de credibilidad se remonta al origen mismo del gobierno calderonista --la viciada elección de 2006— y su adhesión a un proyecto de país que se distingue por plutocrático, antisocial y, ergo, inviable.

Ese proyecto de país se remonta a 1982. Su aplicación con arreos draconianos se ha traducido en un crecimiento promedio de la economía de menos del 2 por ciento, mucho desempleo, mayor pobreza y aguda injusticia social.

III

Otra consecuencia igualmente dramática de ese proyecto de país es la dependencia de la economía de México respecto de la de EU y el saqueo privado de bienes públicos y patrimonios sociales históricos de los mexicanos.

Ello ha contribuido al descrédito del gobierno calderonista, al desprestigio del Presidente de Facto y al desgaste de la autoridad moral de éste como Jefe de Estado y de Gobierno. En esas condiciones llega al cónclave de Los 20.

En ese cónclave, como sábese, los 20 jefes de Estado y de Gobierno se adhieren a los principios de la forma de organización financiera y económica prevaleciente en el G-8 y los países "invitados de palo" como México.

Esos invitados de palo –o de piedra—son aquellos países de economías dependientes de una metrópoli imperial pero considerados eufemísticamente "emergente". El señor Calderón se adhirió a acuerdos de esas metrópolis.

Esos acuerdos no atenuarán, por lo que toca a México, las consecuencias de la crisis financiera en los G-8 –que arrastra al mundo— ni detendrán el proceso, al parecer imparable, de descomposición del Estado mexicano.

¿Por qué? Porque los mandatarios convocados a toda prisa por George W. Bush atendieron, uno, solamente los efectos y no las causas de la crisis y, dos, lo hicieron en nombre del mundo pero en función del interés de EU.

La crisis se originó en EU y llevóse consigo al sistema financiero de los Estados miembros del G-8 y, luego, al resto del mundo. Don Felipe firmó en Washington lo que el señor Bush le dijo que firmara. Más crisis para México

ffponte@gmail.com

Glosario:

Metrópoli: en ciencias políticas, país sede o asiento capital de un imperio económico, político, cultural, geográfico, etcétera, o un país que domina a un conjunto de otros.

Plutocrático: relativo o perteneciente a la plutocracia. Gobierno de los ricos.

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