Columna: Asimetrías.
La Excomunión
por Fausto Fernández Ponte
Según una destacada historiadora, no es posible pedir al Vaticano que levante la excomunión a Miguel Hidalgo y otros allegados suyos, por la sencilla razón de que el cabildo de la catedral de la hoy Morelia, anuló el edicto del obispo que los excomulgó.
I
En vísperas del bicentenario del Grito de Dolores --o Grito de Independencia-- que el Estado mexicano se apresta a celebrar, parece intensificarse el debate acerca de la excomunión de Miguel Hidalgo y otros próceres de la gesta.
Ese debate --que ocurre en ciertos ámbitos de la política en rededor de la exigencia del Poder Legislativo a la Iglesia y al Vaticano para que le sea levantada la excomuniòn a Hidalgo y sus allegados en la lucha de independencia-- antójase empeño fútil.
¿Por qué? Por varias razones, siendo la principal la de que Hidalgo, así como Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jimenez --cuyas cabezas fueron exhibidas después en la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato-- no estaban excomulgados.
Cierto. La excomunión les había sido levantada en octubre de 1810, meses antes del fusilamiento de Hidalgo y los demás -- ocurrido en Chihuahua en julio de 1811-- y sus cadáveres, decapitados, llevados a Guanajuato.
II
Ése es un sucedido amplia y reiteradamente documentado por los historiadores. De hecho, la historiadora Guadalupe Jiménez Codinach, doctorada por la Universidad de Londres, en Inglaterra, ha publicado resultados de sus pesquisas acerca del tema.
La historiadora Jiménez Codinach escribe:
"En octubre de 1810, casi un año antes de la muerte de los primeros caudillos insurgentes, el cabildo de la catedral de Valladolid (hoy Morelia, Michoacán) nulificó el edicto de excomunión promulgado por el obispo Manuel Abad y Queipo."
La historiadora dice también que la excomunión fue levantada gracias a las oportunas gestiones y obviamente muy buenos oficios de un amigo no identificado de Hidalgo, influyendo en el ánimo de la jerarca eclesiástica.
Por esa razón --escribe la doctora Jiménez Codinach-- "Hidalgo y us compañeros de lucha, aprehendidos en marzo de 1811 (...) no tuvieron problema alguno para confesarse y recibir la comunión varias veces antes de ser fusilados".
III
La historiadora describe:
"El cuerpo decapitado de Hidalgo fue recogido por los religiosos franciscanos (...) el mismo día del fusilamiento con el propósito de velarlo esa noche y sepultarlo al día siguiente frente al altar de la capilla de San Antonio.".
Esto --comenta la investigadora-- "no hubiera sido posible de haber estado Hidalgo excomulgado".
Diez años después, afirma, "los trigarantes de Agustín de Iturbide quitaron las cabzas (...) colocadas en la Alhóndiga (...) para celébrar honras fúnebres en honor de esos héroes patrios en la capilla de San Roque en la ciudad de Guanajuato".
Eso, señala, "hubiera sido imposible si hubiera seguido vigente la excomunión de Hidalgo".
Y propone: "Más allá de preocuparnos por una excomunión inexistente, sería mejor centrar en celebrar esta fecha de gran significado histórico". La propueta de doña Guadalupe es la de "crear fuentes de trabajo y realizar obras de beneficio social".
ffponte@gmail.com
Glosario:
Fútil: pueril, inútil, frívolo.
Gesta: hazaña.
Trigarantes: vocablo con el que se designa a los jefes de los ejércitos de la guerra de independencia fusionados en 1821 bajo el lema de las tres garantías.
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