lunes, octubre 15, 2007

Columna Asimetrías.México ¿Antiindio?

Columna Asimetrías
México ¿Antiindio?

Por Fausto Fernández Ponte
I

Como bien recordaríalo cualquier leyente acucioso, hace un mes, aproximadamente, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó por abrumadora mayoría la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas.

Ese documento es, por su profunda trascendencia y amplio significado, un precedente asaz importante. Reconoce una realidad lacerante, la del genocidio por comisión o por omisión de los pueblos originarios, que en México son unos 60.

El Estado mexicano ratificó ese protocolo, pero hizo algunas objeciones y salvedades, reservándose así la aprobación de seis artículos, con la secuela lamentable de probable exclusión de la Carta Magna derechos y garantías esenciales de los pueblos indos.

El reconocimiento y respeto de esos derechos y garantías son necesarísimos para la supervivencia material y cultural de los pueblos autóctonos y su evolución y desarrollo económico y social, así como para su identidad misma.

II

El Estado --por voz de su jefe, el Presidente de Facto Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón-- se opone a los artículos relativos a autonomía, libre determinación de los pueblos indígenas, autogobierno, tierra, territorio y recursos naturales.

Mediante esas salvedades, el entorno económico y político y sociocultural es favorable al despojo sistémico --y también perversamente sistemático-- de los pueblos originarios de México, así como su opresión económica, política, étnica y cultural.

De hecho, pudiérese decir sin incurrir en hipérbole que las prácticas metaconstitucionales del Estado --y las de la sociedad mexicana misma-- tienen por equivalente moral el genocidio. Son prácticas cuyas consecuencias tienen alcance exterminador.

Esas consecuencias son, a nuestro ver, manifestaciones de un antiindigenismo no sólo institucional --patrocinado de hecho por el Estado--, sino también societal, lo cual agrava aun más esa aberrante situación. Nuestra sociedad exhíbese antiindia.

Y ese antiindigenismo tiene dicotomías anómalas: por un lado, la sociedad mexicana siéntese, aparentemente, orgullosa del pasado indígena, pero no quiere saber nada de los pueblos autóctonos ni de sus culturas. Adviértese negación.

III

Esa negación tiene manifestaciones inconfundibles: los prejuicios de una sociedad mayoritariamente mestiza y también criolla, que determinan los valores de nuestra cultura, en particular los estéticos. Así, lo indio resulta feo e inferior.

Los patrones plásticos y estéticos de belleza privilegian como nutriente alimentario principal una cosmovisión etnocéntrica acusadamente europeizada u occidentalizada o "blanca" o caucásica (en un sentido racial). Perpetuamos ello en cine y televisión.

No en vano el vocablo indio usado como epíteto o adjetivo recoge esos prejuicios. Llamar a alguien indio es un insulto en nuestro contexto cultural mestizo o criollo. Los mandatarios mexicanos son criollos, no indigenas ni mestizos.

Esta realidad, que pensamos abominable e incluso antihistórica, tiene un telon de fondo que no es posible desvincular: uno, coyuntural: el Encuentro de los Pueblos Indígenas de Amérca, que se realiza en Vícam, Sonora. Otro, el mal llamado Día de la Raza.

Con ocasión de éste día, el Presidente de Facto, el señor Calderón, hizo una desafortunada: habló del "memorial de tragedias" de los pueblos indios durante la Conquista, pero omitió hablar de las terribles tragedias de hoy.

ffponte@gmail.

Glosario:

Cosmovisión: manera de ver e interpretar el mundo.
Estéticos: relativo a la percepción o apreciacion de la belleza. Ciencia que trata de la belleza y teoría fundamental y filosòfica del arte. Conjunto de elementos estilísticos y temáticos
Etnocéntrica: de etnocentrismo. Hace de la cultura propia el criterio exclusivo para interpretar los comportamientos de otros grupos, razas o sociedades.
Plásticos: perteneciente o relativo a la plástica. Que forma o da forma. Dicho de un estilo. Arte de plasmar o formar cosas de barro, yeso, arcilla, etcétera.

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