Julia Klug, una manifestante independiente que participa activamente en las protestas de los mexicanos ante los actos de injusticia que a diario se dan en México por las autoridades espurias, es naturalizada mexicana, nacida en Guatemala.
En una de las protestas contra el encubridor de pederastas, Norberto Rivera, fue arremetida por la camioneta de este presunto delincuente y recibió lesiones por lo cual presentó una denuncia. Al día siguiente Rivera levantó la suya por agresiones en su contra ¿será por los daños que el cuerpo de la señora Julia le hizo a su camioneta? ¿será porque los justos reclamos de Julia en defensa de los menores lo lastiman? ¿se siente amenazado por una señora que protesta ante las mentiras que a diario declara en los medios?
Rivera, que se transporta en una camioneta blindada con guardias de seguridad, le tiene tal miedo a una señora que va a pie y la embiste con su vehículo, ahora mueve sus influencias en la SRE para que anticonstitucionalmente sea deportada a Guatemala.
¡Hábrase visto mayor cobardía de pelado... digo prelado!
La cobardía y el abuso de las autoridades espurias e inmorales llega a tal grado en México que: un gobernador cómplice de pederastas arremete contra una periodista, el ejército viola y asesina a una anciana indígena, y ahora un sacerdote intenta deportar a una señora para que no le proteste. Tanto el gobernador Mario Marín, como los militares, como el Cardenal Rivera expresan su cobardía atacando a mujeres, cuestión que no debe pasar desapercibida: pareciera que en México, políticos, militares y religiosos son proclives a actuar en contra de las mujeres.
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