La evaluación es un eje rector de la toma de decisiones mucho más certeras: SEP
Karina Avilés, Laura Poy, Carolina Gómez y Emir Olivares
El magro desempeño educativo obtenido en el Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) evidencia que dentro de tres años, cuando se publiquen los nuevos resultados, México seguirá “igual”, porque no hay nada que indique que se revertirá el pobre rendimiento, sobre todo cuando las “soluciones” del gobierno son las mismas y forman parte de las tendencias de la política educativa instrumentada desde hace tres décadas, advirtieron especialistas en educación.
Por su parte, la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, insistió, en referencia a esta evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): “No tenemos una actitud de defensa o de explicaciones que no nos llevan a un terreno mucho mejor”.
La posición de la dependencia consiste en que la evaluación es un eje rector de la toma de decisiones mucho más certeras, añadió, al participar en el coloquio Los primeros años. Educación inicial en perspectiva.
En entrevistas por separado, el investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, Hugo Casanova Cardiel, expresó que resultados como el de PISA –en el que 50 por ciento de los jóvenes se ubicó en los niveles más bajos del rendimiento, lo que significa que están poco calificados para pasar a los estudios superiores– son también “expresión de décadas de desigualdad sociocultural en México”. Independientemente del cuestionamiento que se puede hacer a la metodología de la prueba, agregó, ésta refleja no sólo las habilidades de los jóvenes sino años de formación en ellos y en sus familias. Y el problema es que nuestro país es sumamente desigual. Sin embargo, en los próximos resultados de la prueba –que se darán en 2009– “seguiremos igual, porque no hay nada que indique que esta situación se va a revertir, cuando son las mismas políticas desde hace 30 años”, por las que la educación ya no significa la formación integral de sujetos sino un “entrenamiento”, sostuvo.
Causas multifactoriales
Por su parte, Etelvina Sandoval, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), afirmó que los resultados obtenidos por México “no pueden sorprendernos, lo que sí sorprende” es que las medidas del gobierno sean las mismas.
Para nada sorprende que las medidas del gobierno sean las mismas, mientras menos educación haya en México más fácil resulta manipular a la gente y tenerla sometida. Ninguna población educada admitiría tener los gobiernos que hemos tenido.
La especialista en formación de maestros expresó que es muy fácil volver a decir que se capacitará al cuerpo docente, cuando otra vez se realizarán “cursitos en cascada”, que no resuelven los problemas de fondo. En cambio, se requiere una revisión profunda de los programas de actualización y formación permanente, así como de los planes de estudio de la formación inicial de maestros. El bajo rendimiento escolar de México, finalizó, indica que hay una grave falla en el sistema y obedece a causas multifactoriales: el abandono educativo de años atrás que ahora hace crisis; el desplazamiento de la escuela como eje de las políticas; programas “espectaculares” para hacer notar políticamente lo que se hace, en lugar de invertir en los centros escolares; planteles en condiciones deplorables; carencia de materiales, bibliotecas, serias deficiencias en los aspectos didácticos, pedagógicos y falta de un buen uso de los recursos.
Catalina Inclán, especialista en educación básica del IISUE, señaló que dichos resultados son aún más preocupantes porque ese examen “mide más las habilidades que los conocimientos, por lo que se comprueba que la escuela no les está enseñando para qué sirven los contenidos”. Indicó que la respuesta de Josefina Vázquez Mota, en el sentido de que una de las metas del programa educativo es incrementar el puntaje en PISA, “preocupa, porque se responde con base en un indicador numérico; pareciera que les preocupa más el cuánto que el cómo y qué se aprende”. Además, criticó que aunque los resultados “no son nuevos”, se les pone mayor atención porque los otorga un organismo internacional.
Por su parte, el investigador del citado instituto Juan Fidel Zorrilla consideró que las autoridades educativas tienen que cambiar las formas de evaluación nacionales, que se encaminan más a la memorización que a la comprensión, reflexión y aplicación. Y recordó que a diferencia de las evaluaciones nacionales, PISA hace énfasis en los aprendizajes efectivos y no en la retención de conocimientos.
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