Acuerdo de Bush y el Congreso, para frenar recesión
* El plan de rescate, que involucra unos 145 mmd, entrará en vigor el 15 de febrero
Washington, 24 de enero (apro).- El presidente estadunidense, George W. Bush, y los líderes demócratas y republicanos del Congreso federal concretaron un acuerdo para liberar 145 mil millones de dólares, con el objetivo de contener la amenaza de una profunda recesión.Durante el anunció del acuerdo, Bush lanzó una advertencia a los estadunidenses que ya padecen las consecuencias del colapso de la economía de su país.“Requerirá paciencia y determinación… pero estoy complacido de que este acuerdo cumple con los criterios que establecí la semana pasada para alcanzar una serie de incentivos temporales y robustos que alienten a nuestra economía y conlleven a la creación de empleos”, declaró el mandatario.En las negociaciones, estuvieron involucrados Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y el representante John Boehner, líder de la minoría republicana.El compromiso bipartidario se estima que será aprobado en los próximos días por los plenos de la Cámara de Representantes y de Senadores, con el objetivo de que pueda entrar en vigor a más tardar el próximo 15 de febrero.“Este paquete tiene una serie de políticas efectivas y con montos (fiscales) adecuados; los incentivos darán como resultado un gasto del consumidor más elevado y con ello aumentará la inversión empresarial este mismo año”, confió Bush.El acuerdo de estímulo económico fue negociado directamente con los legisladores federales por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien subrayó que el compromiso es la solución en el corto plazo a los problemas que enfrenta la economía de Estados Unidos.El paquete contiene básicamente recortes tributarios temporales por unos cien mil millones de dólares, monto que Bush y Paulson sostienen será inyectado a la economía estadunidense como parte del gasto de los consumidores.Una vez aprobada por las dos Cámaras del Congreso federal, la medida se aplicará inmediatamente. El documento que distribuyó la Casa Blanca con los detalles del paquete señala que, en 2008, se aplicará un recorte tributario de 0 a 10% sobre los primeros 6 mil dólares que gane una persona soltera, y sobre los primeros 12 mil que gane una pareja o matrimonio.La devolución tributaria que comenzarán a recibir los estadunidenses unas seis semanas después que el paquete reciba la aprobación legislativa, será de unos 600 dólares para una persona soltera, y de unos mil 200 dólares para el caso de una pareja o matrimonio.La devolución tributaria será de 300 dólares para las personas solteras y de 600 dólares por pareja y matrimonio, para el caso de los estadunidenses con ganancias de apenas 3 mil dólares en lo que va de este año. Otro de los incentivos del paquete para el caso de los matrimonios o parejas, es que recibirán una devolución tributaria adicional de 300 dólares por cada hijo menor de edad que tengan.El núcleo del proyecto de reducción tributaria se aplica a los estadunidenses solteros con un ingreso anual de unos 75 mil dólares, y las parejas o matrimonios cuyos ingresos anuales sean de unos 120 mil dólares.Para el caso de los empresarios, el recorte de impuestos se estima en unos 50 mil millones de dólares. Las empresas que adquieran equipo nuevo y generen empleos, tendrán un aliciente de reducción tributaria de 50% sobre el costo del equipo adquirido.“Es importante que este paquete reconozca que la reducción de impuestos es una poderosa y eficiente manera de ayudar a los consumidores y empresarios”, puntualizó Bush.El anuncio del paquete fiscal fue inmediatamente aprovechado por los candidatos a la nominación presidencial del Partido Demócrata, la senadora Hillary Rodham Clinton y su colega Barack Obama, para asegurar que este acuerdo es resultado de sus propuestas, encaminadas a revitalizar a la economía, y es también un reconocimiento tácito de los errores macroeconómicos de Bush y los republicanos.Algunos analistas económicos consideran que el acuerdo temporal no será suficiente para revertir el curso negativo tomado por algunos sectores de la economía, especialmente en lo referente a la crisis crediticia, de la industria de los bienes raíces y vivienda y sobre todo para contener la presión inflacionaria, sin tomar en cuenta los efectos en los mercados bursátiles.“Sé que los estadunidenses están preocupados por el futuro de la economía, nuestra economía es estructuralmente sostenible, pero está enfrentando ajustes de corto plazo en el mercado de la vivienda y por el impacto en el alto costo de los energéticos”, acotó Bush.
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