De la corresponsalía
La Paz, 30 de enero. El gobierno boliviano disolvió un grupo policial de inteligencia financiado por Estados Unidos, cuyos 50 elementos recibían bonos de 300 dólares mensuales cada uno, y ordenó una investigación del caso. “Eso tiene que terminar”, afirmó el presidente Evo Morales, y dijo tener informes de que en días pasados fueron espiados diplomáticos iraníes que llegaron al país altiplánico para definir inversiones sobre hidrocarburos. La semana pasada estalló un escándalo por la difusión de fotografías y reportes de seguimiento a políticos de oposición y oficialistas, miembros del clero y periodistas. Además, el presidente anunció que se combatirá la corrupción en las diferentes legaciones diplomáticas de Bolivia en el extranjero, a fin de esclarecer denuncias como de que diplomáticos bolivianos traficaron con bienes adquiridos sin impuestos en Argentina.
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