Antonio Castellanos
La política económica gubernamental ha sido un fracaso por lo menos desde hace 15 años: no ha logrado hacer crecer el producto interno bruto y tampoco ha generado los empleos que requiere la población, coincidieron Alicia Girón, Patricia Rodríguez y Eugenia Correa, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. La situación por la amenaza de recesión en Estados Unidos se agrava aún más.
Durante una conferencia de prensa para hablar de la crisis, la recesión y la quiebra bancaria, Girón planteó la necesidad urgente de que las autoridades revisen la regulación de las intermediarias financieras porque éstas, la mayor parte extranjeras (sólo Banorte es mexicano), han convertido a México en la joya de la corona.
Lo han saqueado al grado de que las matrices de HSBC, Banamex-Citigroup, Santander y BBVA registran en México 40 por ciento de las ganancias que tienen en América Latina. Las autoridades correspondientes deben frenar esa voracidad y revisar a la baja el costo de los servicios financieros que prestan, como el crédito al consumo, cuya tasa llega a 40 por ciento.
Rodríguez subrayó que el PIB no ha crecido en forma satisfactoria en los últimos 15 años y puntualizó que el promedio en ese periodo ha sido de cuando mucho 2.5 por ciento, insuficiente para las necesidades de la población económicamente activa que demanda 1.2 millones de empleos cada año.
México, agregó, no puede crecer con una meta de inflación de 3 por ciento.
A su vez, Eugenia Correa sostuvo que la actual crisis financiera se inicia en el mercado de títulos con subyacentes en créditos hipotecarios de alto riesgo. En principio se trataba de una crisis en un nicho de mercado relativamente pequeño.Sin embargo, muy rápidamente penetró otros segmentos del propio mercado hipotecario y se ha venido extendiendo hacia otros instrumentos y participantes.
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