En Kenia como en México

La autoridad electoral le atribuyó el triunfo con ventaja de 200 mil votos sobre Odinga

Estalla la violencia en Kenia tras la relección de Kibaki como presidente

Hasta el sábado el opositor encabezaba el conteo con diferencia de 50 mil sufragios

El retraso de los resultados provocó protestas que han causado unos 20 muertos

The Independent, Reuters, Afp y Dpa

Ampliar la imagen Simpatizantes del líder opositor Raiga Odinga huyen de la policía luego de protagonizar en Nairobi una protesta ante la declaración del triunfo de Mwai Kubaki en la elección presidencial de Kenia. Lo cerrado de la votación y la tardanza de las autoridades para dar a conocer los resultados provocaron varios disturbios en el país africano que se han saldado con decenas de muertos Foto: Reuters

Nairobi, 30 de diciembre. Contra las tendencias inciales del cómputo electoral, que daban el triunfo a la oposición, el presidente de Kenia, Mwai Kibaki, fue declarado hoy vencedor de las elecciones del 27 de diciembre pasado y de inmediato tomó juramento para un nuevo mandato de cinco años.

El anuncio de las autoridades electorales desató violentas protestas bajo acusaciones de fraude por parte la oposición, que se saldaron con la muerte de 13 personas.

Durante el acto de juramentación, Kibaki, de 76 años, instó a los kenianos a la sensatez y a dejar de lado las “pasiones” electorales, y prometió un gobierno libre de corrupción y forjar la unidad en la polarizada nación del este de África, hogar de 36 millones de personas y considerada una isla de relativa estabilidad en una región volátil, donde han estallado conflictos como los de Somalia, Etiopía y Darfur.

Ha llegado el “tiempo de la reconciliación”, apuntó Kibaki.

El presidente de la Comisión Electoral de Kenia, (CEK), Samuel Kivuitu, declaró ganador a Kibaki con 4 millones 584 mil 721 votos, frente a los 4 millones 352 mil 993 del candidato de la oposición Raila Odinga, es decir, con una diferencia de 231 mil 728 sufragios, pese a que desde un principio el candidato opositor encabezaba el conteo y todavía el sábado por la noche aventajaba con 50 mil sufragios al mandatario.

Luego de que Kivuitu dio a conocer los resultados se produjeron escenas caóticas en el principal centro de recuento de votación, de donde el dirigente de CEK tuvo que salir escoltado.

El resultado de las elecciones sólo se dio a conocer tres días después de la celebración de las elecciones presidenciales, legislativas y locales. Las tensiones étnicas y estallidos de violencia que desde el jueves dejaron 20 muertos, comenzaron ante el retraso del anuncio de los resultados.

De la misma manera, al igual que en los días previos hubo incidentes violentos y protestas, principalmente en Nairobi, la capital, y negras nubes de humo se formaron en el cielo sobre Kibera, uno de los mayores barrios marginales, por el que Odinga es diputado.

Los seguidores de Odinga hacían arder allí barricadas, mientras hombres armados con machetes gritaban: “¡Sin Raila no hay paz!”

La oposición acusa a Kibaki de manipulación y falsificación de los resultados. Un vocero del Movimiento Democrático Naranja (MDN), de Odinga, dijo antes de que se dieran a conocer los resultados que el partido tiene pruebas de que 300 mil votos fueron falsificados en beneficio del presidente.

El propio Odinga se había autodeclarado vencedor de los comicios e instado a Kibaki a asumir su derrota o permitiera un recuento de votos de los comicios en presencia de observadores y medios de comunicación.

Según Odinga, su partido ganó casi tres veces la cantidad de asientos parlamentarios en comparación con el Partido de Unidad Nacional (PUN), de Kibaki, lo que a su parecer, demuestra la necesidad de una salida del gobierno actual.

“Los kenianos no están dispuestos a aceptar una elección amañada (...) No admitiré una victoria así de Kibaki”, advirtió Odinga. Se trata del resultado más estrecho registrado desde la independencia de Kenia en 1963.

El equipo de observadores de la Unión Europea (UE), también manifestó sus dudas sobre la precisión de los resultados de los comicios.

“Creemos que, en este momento, la comisión, pese a los esfuerzos de su presidente, no ha logrado establecer una credibilidad del proceso de recuento que satisfaga a todos los partidos y candidatos”, dijo Alexander Graf Lambsdorff, jefe de la misión europea.

“Lamentamos que no haya sido posible arreglar irregularidades de las cuales tienen evidencia tanto la (misión de observadores de la) UE como la comisión, sostuvo.

Algunos defensores de Kibaki celebraron su elección en las calles de Nairobi, pero fueron superados en número por los furiosos seguidores del rival opositor. La televisión local dijo que al menos diez personas murieron en Kisii, la ciudad natal de Odinga. También hubo disturbios en otras localidades como Ontaga, Rongai y Kakamega. La policía disparó contra la multitud en Kisumu, causando la muerte de tres personas, dijeron testigos.

Esta noche, el ministro para Seguridad Interior, John Michuki, impuso un bloqueo informativo. Desde entonces, las estaciones de radio y televisión no pueden emitir más información en vivo sobre los acontecimientos.

Además, la policía declaró ilegal la manifestación convocada por la oposición para el lunes en Nairobi y amenazó con detener a Odinga si los organizadores desafían la prohibición.

Estados Unidos felicitó al ganador de las elecciones presidenciales en Kenia pero condenó la violencia desatada. Londres expresó su “verdadera inquietud por las irregularidades” del escrutinio, invitando a los líderes políticos del país a responder “en un espíritu de unidad”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores David Miliband.

Aquí no hubo plantones y el clima de violencia se desató, claro, los Estados Unidos "felicitaron" al "ganador".