Homenaje en la feria del libro al autor marginado en los 70
Gerardo Arreola (Corresponsal)
La Habana, 14 de febrero. En la apertura de la Feria Internacional del Libro, y ante el presidente interino Raúl Castro, el narrador y dramaturgo Antón Arrufat dijo hoy que Cuba vive “días cruciales”, en alusión al ambiente de creciente debate generado tras el anuncio de que el gobierno impulsará una reforma al sistema socialista.
La feria está dedicada a la ensayista Graziela Pogolotti y al propio Arrufat, uno de los escritores marginados en la década de los setenta, quien fue reivindicado hace años y ahora recibe así un nuevo homenaje nacional.
“Esta feria ocurre en días cruciales para la nación”, dijo Arrufat en un discurso. “Nadie ignora la importancia que tienen estas horas. Se siente en el aire que respiramos, se oye en las voces de todos y en cualquier parte”.
El autor se manifestó convencido de que se avecina algún tipo de cambio en la isla: “Varias veces, a lo largo de estos años, nuestra sociedad ha sentido del modo en que se siente el compromiso social y el deseo de mejorar nuestras vidas, como un viento que suena y vibra entre todos y no fuimos remisos ni sordos. No lo seremos tampoco en el presente”.
“En momentos cruciales semejantes a este, supimos encontrar, inaugurar caminos, rectificar y enderezar lo torcido. En este momento estamos. Lo oímos sonar incesante. Sale de nuestras bocas y se plasmará con nuestras manos, con las manos de todos”.
Castro, que asistió vestido de civil, aplaudió la intervención de Arrufat y lo felicitó, con un abrazo.
Hace un año, tras la reaparición en televisión de algunos de los ejecutores de la política de dogmatismo, exclusión y homofobia de la década de los setenta, Arrufat fue uno de los precursores de una protesta de intelectuales, que creyeron percibir la restauración de esa línea.
El gobierno reaccionó garantizando que no se repetiría aquella política, conocida convencionalmente como el quinquenio gris, y que fue el punto de partida de un ciclo de debates organizado por el Centro Cultural Criterios.
La protesta inicial y el ciclo de debates, en el primer semestre del año pasado, fueron una especie de prólogo a la discusión que se abrió en la segunda parte de 2007 a escala nacional y con agenda abierta.
Arrufat fue sometido a la política de “parametración”, surgida de un Congreso de Educación y Cultura en 1971, según la cual debían cumplirse ciertos “parámetros” de corte político y homofóbico: pasó nueve años como empaquetador de libros en el sótano de una biblioteca de barrio y esperó 14 años para volver a publicar.
Graduado de filología en la Universidad de La Habana, poeta, narrador y dramaturgo, volvió a ser reconocido públicamente a mediados de los años ochenta, con un Premio Casa de las Américas y en 2000 recibió el Premio Nacional de Literatura.
El año pasado fue puesta en escena por primera vez su obra Los siete contra Tebas, premiada en 1968 pero censurada hasta que se publicó en 2001. La pieza, basada en la tragedia homónima de Esquilo, relata la lucha entre dos hermanos por el gobierno de la ciudad.
Presente, la cultura de Galicia
La feria está dedicada también a la cultura de Galicia. En una parte de su recorrido por los expendios de libros, Castro recordó el origen gallego de su padre, Ángel, quien emigró a Cuba a principios del siglo XX.
Ángel Castro se convirtió en un próspero hacendado en el oriente del país, donde se casó con la cubana Lina Ruz. Fidel y Raúl son dos de los siete hijos de la pareja.
“Mi papá era gallego”, recordó Raúl. “Nació en 1875 y a los 20 años lo movilizaron (al ejército). Campesino pobre, igual que otros miles de gallegos (...). Yo me alegro: que si no viene, ni Fidel ni yo estaríamos aquí…y entonces salimos nosotros galleguitos cubanos”.
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