De Blogotitlan
Buena barrida les dio Ricardo Monreal, del PRD, a sus colegas senadores que mientras hay protestas y violencia por todos lados, el desempleo aumenta y la economía enflaquece más al país, ellos discuten una solicitud a Profepa sobre un par de delfines.
En reciente sesión del Senado mexicano, Ricardo Monreal le puso el cascabel al gato.
Todo empezó por un punto de acuerdo presentado por un senador para solicitar a la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) que "considere" si es necesaria la liberación de dos delfines hembras confiscadas a contrabandistas y que están depositadas en el delfinario del parque de diversiones "Six Flags".
Cuando se sometió a discusión el punto de acuerdo, Monreal subió a la tribuna y le soltó el mandarriazo a sus colegas. Suavizando y adornando el golpe, aludió a los sabios de Bizancio que discutían trivialidades mientras hordas invasoras asolaban la ciudad.
Como pocos los califican de sabios, los circunspectos senadores de la república no sintieron tan feo el trancazo. Pero cuando Monreal puso el dedo en la llaga y sin menospreciar la atención a los cetáceos externó su sorpresa de que los problemas del país no les merecieran igual atención, más de uno se revolvió en el sillón y otros prefirieron cambiar de canal y ponerse a platicar.
Hay problemas en el campo, cuyo abandono oficial causa la expulsión de miles de compatriotas que van a sufrir persecuciones y explotación con tal de sostener a su familia y no hay ningún exhorto al Ejecutivo para que ordene la renegociación del TLC.
Pobreza, violencia, desempleo de millones de ciudadanos en el país no merecen tanta atención del Senado como un par de delfines hembras para cuya conservación, también importante, toda proporción guardada, no reclaman ni exhortan la intervención de la responsable de cuidarlos (la Profepa), sino solamente piden que "considere si es necesaria" su liberación y devolución al mar de donde salieron. Y para resaltar la minuciosa atención del senador que presentó el Punto de Acuerdo a discutir, en el documento se pide que "Six Flags" no vaya a entrenar a las delfines y ponerlas a chambear para ganarse su alimento, porque ya no se adaptarían a la vida en libertad.
Pero los augustos senadores, de piel tan sensible ante los problemas de los delfines y tan dura y blindada a las tribulaciones de los ciudadanos que dicen representar (igual que los otros parásitos llamados "diputados"), siguieron en sus discusiones bizantinas, más ocupados en cabildear su voto para la privatización de Pemex y la inminente "reforma judicial" anunciada por el "representante popular" Emilio Gamboa Patrón ("va porque va", dijo para despejar dudas), que autoriza cateos a mansalva por cualqier rufián uniformado, de a deveras o de mentiritas.
En México hoy, como en Bizancio, los "sabios" discuten pendejadas, mientras al país se lo carga la ruina.
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