La ODCA realiza prácticas intervencionistas, señala en misiva al ex líder panista
José Antonio Román
En una carta dirigida a Manuel Espino, presidente de la Organización Demócrata Cristiana (ODCA), el embajador de Venezuela en México, Roy Chaderton Matos, acusa al ex dirigente nacional del PAN de ser un “factor de perturbación” de las relaciones diplomáticas entre México y Venezuela, en contradicción con la mejor tradición de la diplomacia mexicana.
En su misiva, que responde a una previa del ex dirigente blanquiazul, el diplomático venezolano denuncia que la ODCA ha realizado y realiza “prácticas intervencionistas” internacionales concebidas para mellar la soberanía venezolana y “desconocer la voluntad democrática del pueblo expresada mil veces en elecciones abiertas y libres, bajo calificada supervisión internacional”.
Acusa a Manuel Espino de haber concitado reacciones burlonas cuando, “apoyado por la dictadura mediática privada”, convocó en Caracas a ruedas de prensa internacionales para decir que en Venezuela no hay libertad de expresión. Chaderton dice que de la ODCA sensible y moderada de antaño ya nada queda. “Bajo su mandato, señor Espino, se recibió en México con bambalinas a los dueños de la televisora golpista RCTV, culpables del silenciamiento durante 25 años del ex presidente Luis Herrera Campins, líder histórico de la ODCA, por retirarle privilegios indebidos a esa empresa, prohibir la publicidad mediática de licores y cigarrillos y obligar a transmitir una pieza venezolana por cada pieza musical importada. Hasta su muerte se le negó a ese ex presidente venezolano el acceso a los medios privados, duelo por cierto banalizado y minimizado por la ODCA (¡que falta de caridad cristiana!), mientras que el gobierno bolivariano le rendía honores de Estado a su noble adversario”, dice la misiva dirigida a Espino.
“Respondo su carta pública, aprecio sus reflexiones y le confieso que no puedo responderle acomodado a su lógica de pensamiento. Si mi carta aludida fuera apócrifa no habría nada que agregar; si no lo fuese, cualquier interlocución formal sería inaceptable porque se trataría de un papel confidencial sobre política interna propia robado a un gobierno”, dice en referencia a la carta interna enviada a la cancillería venezolana, la cual fue robada y en la que plantea una “averiguación” sobre el empresario mexicano Lorenzo Servitje, fundador del Grupo Bimbo, en la que señala que el empresario participa en el financiamiento a la ODCA, organización que junto con la ultraderecha de su país trabaja en el desestabilización del gobierno del presidente Hugo Chávez.
En la carta previa de Espino, éste dice a Chaderton que la sola “falsedad” de lo dicho es un insulto que denota ausencia de profesionalismo y carencia de sentido común, además de que ofrece al diplomático la apertura total de las acciones que realiza la ODCA, a fin de constatar que dicha organización no lleva a cabo ninguna “orgía antichavista” como supone el diplomático.
“No opinaré sobre si usted (Manuel Espino) es un demócrata o un buen cristiano. Puedo, sin embargo, hacer unas reflexiones históricas y políticas sobre prácticas intervencionistas internacionales concebidas para mellar la soberanía venezolana y desconocer la voluntad democrática. La ODCA nació alrededor del centro político, inspirada en los valores cristianos, apoyada en la doctrina social de la Iglesia, en procura del bien común y la justicia social, así como comprometida con los excluidos de la tierra. Fue un espejismo que se desvaneció antes del traslado de su sede a México. Desde el principio de la Revolución Bolivariana, personajes de la ODCA, abusando de nuestra extrema libertad, visitaron recurrentemente mi país para denunciar in situ el populismo y el autoritarismo, lenguaje de la dictadura global para referirse a la Revolución Bolivariana. Eduardo Frei Ruiz Tagle, Lourdes Flores, Gutemberg Martínez y otros como usted (sin olvidar al neofranquista José María Aznar, ‘comandante de la reconquista’) no han terminado por aceptar que sus decadentes camaradas fueron sustituidos democráticamente”, dice Chaderton.
“Tarea difícil, por cierto, es valorarlo a usted en sus palabras e intenciones cuando constato que la prensa mexicana omitió las últimas dos líneas de su carta pública que en su versión privada para mí concluyó así: ‘Aprovecho para reiterar el compromiso de la ODCA de respaldar a quienes en su país promueven el restablecimiento de la normalidad democrática’. ¿Quiénes?, ¿cuál respaldo? ¿cuál promoción?, ¿cuál restablecimiento?, ¿a qué llama usted normalidad democrática?”, pregunta el embajador Chaderton en su respuesta a Espino.
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