La necesidad de profundizar los cambios en la revolución bolivariana.
Diego Olivera
Barómetro Internacional
Los importantes avances alcanzados en nueve años del gobierno bolivariano, llevados adelante por el presidente Hugo Chávez, enmarcados en un sistema democrático, con el objetivo de establecer una revolución pacífica, enmarcada en la construcción de un socialismo democrático, ha debido enfrentar una oposición beligerante, con una intensa campaña de prensa amarilla, imbuidas en la desinformación y la mentira, con una intromisión y presiones del gobierno de EEUU.
En ese marco de confrontación interna y externa con la derecha, han surgido otras contradicciones en el seno de los sectores que apoyan al presidente Chávez, que fueran identificados claramente en el proceso de rectificación, anunciados en enero 2008 por el mandatario venezolano. Los significativos avances en materia económica, en poderes comunales, en mejoras sociales, salud, educacionales, salud, entran en contradicción con los problemas de seguridad, corrupción, servicios públicos, planes de seguridad alimentaría, como una lenta administración burocrática.
La lucha por construir una nueva sociedad en el marco de una sociedad pluralista, conlleva a constantes contradicciones políticas y sociales, la coexistencia de nuevas formas de organización política, económica y social, con los viejos estamentos de 50 años de seudo democracia, con estructuras empresariales y sectores políticos que juegan a la desestabilización generan un difícil tablero de ajedrez, donde los jugadores deben afinar su estrategia, para lograr en cada movimiento táctico, inmovilizar al contrario, en la búsqueda de asegurar el triunfo en cada partida.
El proceso de rectificación debe estar sustentado en la participación popular y en el fortalecimiento de los Consejos Comunales.
El pueblo venezolano ha sido el actor principal en los cambios acaecidos en la sociedad venezolana, desde el levantamiento popular de 1989 (El Caracazo), el levantamiento de los militares bolivarianos en 1992, la derrota del bipartidismo en 1994 con la segunda presidencia de Rafael Caldera, marco un nuevo derrotero popular, que abrió la puertas a la propuesta bolivariana.
La presencia de los sectores populares fue la base en la lucha contra los planes desestabilizadores, en el golpe de estado, como en el paro petrolero, con su presencia en la calles, acudiendo a cada llamado del presidente Chávez, para defender el proceso revolucionario bolivariano. No solo han participado masivamente en cada iniciativa política, como fueron las misiones de alfabetización, educación primaria y media, como en las nuevas universidades bolivarianas, también en las económicas, entre otras.
También en la conformación de los Consejos Comunales, iniciativa surgida del presidente Chávez, el pueblo asumió su responsabilidad de crear mecanismos de poder popular, de avanzar en instalar en cada comunidad, instrumentos de participación popular, creando mecanismos de contraloría social como respuestas a los problemas de sus comunidades.
En cada una de estas instancias los sectores populares, han mostrado sus avances en madurez, en conciencia y compromiso social, han sido un motor social impulsando cada iniciativa revolucionaria. Como también han alzado su voz, cuando no se implementan los planes revolucionarios, cuando la ineficiencia y los intereses personales desvían el rumbo de los cambios son concientes de su papel y exigen la concreción de las demandas sociales.
El PSUV una herramienta fundamental para la construcción del socialismo en Venezuela.
La necesidad de fortalecer la vía socialista de Venezuela, ha sido una tónica permanente del Comandante Chávez, la visualización de fortalecer la participación popular, fue plasmada por la conformación de los Consejos Comunales como instrumento de los poderes populares. La decisión tomada por el líder venezolano de construir una herramienta de consolidación ideológica como directriz de los cambios socialista, ha sido plasmada en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La concreción de los objetivos del PSUV, serán plasmados en el Congreso Fundacional, donde se aprobaran los estatutos, como las autoridades provisionales del nuevo partido de la revolución bolivariana. En un proceso de reuniones que abarcara hasta marzo del 2008, donde 1,676 delegados del Congreso, en representación de un millón 400 mil personas, de un padrón de 5 millones 722 mil personas inscriptas como aspirantes, debatirán en varios estados del país, con el objetivo de institucionalizar esta tolda política.
La concreción del PSUV no será realizada sin la participación social, el presidente Chávez ha sido muy claro, al afirmar esta decisión esta en las bases populares del proceso bolivariano, hasta llego a mencionar que “los dirigentes de esta etapa, tendrían que ir a trabajar en los barrios y comunidades”.
La base de cualquier cambio socialista pasa por la decisión del pueblo soberano, no podemos construir una nueva sociedad, con dirigentes aislados de la sociedad, con cuadros políticos que mas se preocupan de sus cargos institucionales.
Esta nueva vía al socialismo del siglo XXI debe aprender de los errores anteriores, no se puede hacer un cambio en nombre de otros, se debe organizar y desarrollar ideológicamente a los actores principales, que es un pueblo conciente de su papel en la historia. Somos concientes que hacer un proceso de cambios, no es fácil romper siglos de una herencia colonial y capitalista. Pero si es un deber trabajar con las comunidades, no se puede elegir a dirigentes a dedo, sin consenso popular, muchas veces los hacemos por amiguismo, otras nos guiamos por hermosos discursos revolucionarios, pero en la práctica están vacíos de contenido.
El nuevo PSUV es la verdadera herramienta para consolidar la vía del socialismo, el apoyar la iniciativa del presidente Hugo Chávez, no se debe hacer con retóricas intelectuales, se debe concebir como un partido integrado por los dirigentes políticos y sociales, solo la unidad de todos los sectores populares, será la garantía de una verdadero partido revolucionario.
Este año 2008 debe concebirse como el año del salto revolucionario, con el fortalecimiento de los Consejos Comunales, con una Contraloría Social eficiente, con un Poder Judicial ético y depurado de funcionarios inescrupulosos, con un partido unido presente en cada sitio de Venezuela, conformado por compatriotas honestos y comprometidos con el cambio, solo de esta manera podremos enfrentar a la oposición y el imperialismo.
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