Por Ricardo Andrade Jardí
Tal vez con el spot presentado por los “grupos ligados” al PAN se pretende desviar la atención del hecho de que el PRIAN mantiene secuestrado el abrevadero de mierda que coloquialmente se sigue llamando Congreso de la Unión. Porque no es el grupo de parlamentarios agrupados en el FAP los que al tomar la tribuna secuestraron al Congreso. Al contrario, esa mínima acción ha puesto en evidencia a los legisladores que, violentando el mandato popular para el que fueron electos como representantes se olvidaron, a cambio de limosnas, de que el papel más importante de un legislador es defender y hacer valer la Constitución, que es, a fin de cuentas, lo que están haciendo los legisladores del FAP, frente a una legislatura que se lava la boca para hablar de “democracia”, “diálogo” y “tolerancia”, al tiempo que pretende que se modifique sin más la Constitución que, en teoría, estarían obligados a defender.
Por eso los spots del odio que hoy impulsan, presumiblemente con gran simpatía los prianistas, porque les resulta intolerable que el FAP, incluso para sorpresa de muchos legisladores del PRD, les recuerden a ellos: sus colegas, y al país, que la obligación de todo representante popular es defender y hacer valer la Constitución política. Y no el avalar sin discusión alguna reformas que modificarán y determinarán el futuro de México y su papel geopolítico frente al Continente y el mundo.
Pero ese mismo spot que denigra a millones de mexicanos y pone en evidencia no sólo la bajeza de quienes lo hacen y promueven con su además peligrosa mediocridad y su nulo conocimiento cultural, por no hablar de rigores históricos, es también el aviso de la “nueva política” de la usurpación y es probable incluso que detrás del spot esté el mismo publicista de la campaña de Fecal y del PP en España donde ni con toda su bajeza pudieron arrebatarle el poder a los “socialistas”.
Lo cierto es que el peligroso spot es la señal de guerra de quienes están buscando, porque también es un negocio, reventar al país, frente a un movimiento ciudadano sin precedentes históricos al que ni con las mentiras ni con la campaña mediática contra AMLO y el FAP, orquestada desde la enajenante y concesionada telecracia, han podido mermar en su creciente movimiento.
Que nadie se equivoque. El Congreso de la Unión no fue secuestrado por los legisladores del FAP como lo afirman los López Dóriga o los Alatorre. El Congreso de la Unión está secuestrado desde el día que se nombra como coordinador político a un sujeto presuntamente ligado a las redes de pederastia y la prostitución infantil y desde el mismo día que un espurio es “embestido” presidente sin pase de lista y por la puerta de atrás.
La acción de los legisladores del PRD, PT y Convergencia, es apenas un primer paso para liberar al Congreso de una clase política que no hace más que escudar sus perversidades en el fuero y ponerle precio a sus votos en el rentable negocio de rematar el país.
¡Todos a informarnos, para que todos informemos! ¡No permitas que la TV desgobierne tu vida, mejor vívela contrainformado!
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