SEGUNDA ETAPA DE LA CAMPAÑA NACIONAL
Considerando que la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País se lanzó hace un año por la profunda crisis que hemos observado por años en el campo mexicano y con el objetivo de que el tema estuviera en la boca de todas y todos los mexicanos.
Reactivar el campo mexicano para salvar a México y renegociar el capitulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte fueron nuestras demandas.
Incomprensible es el modelo impuesto al campo mexicano que en los últimos 25 años ha obligado a millones de campesinos a buscar trabajo en Estados Unidos en condiciones deplorables a cambio de importar alimentos caros y de mala calidad. En fecha reciente se anunció que el monto del gasto destinado a la importación de alimentos fue equivalente al que envían en remesas los conacionales.
Salimos a sembrar maíz en camellones, parques y jardines del DF y otras ciudades; lanzamos campañas en 18 estados y recolectamos casi medio millón de firmas; organizamos conciertos, festivales y ferias; realizamos mítines y tomas de instituciones de gobierno; el primero de enero de 2008 estuvimos en el puente internacional Córdoba–Las Américas en Ciudad Juárez; partimos desde El Chamizal en caravana de tractores hacia la Ciudad de México para participar en la Marcha Nacional Campesina, el pasado 31 de enero.
Indiferencia y desprecio fue la respuesta del gobierno federal frente a una realidad que hoy se muestra al mundo de manera angustiante.
Sólo en 18 meses los precios de los alimentos se han incrementado en más del 70% afectando severamente la economía y la nutrición de la mayoría de las familias mexicanas. Mientras que los salarios han aumentado apenas un 5%.
Alimentos caros que han provocando enormes sufrimientos a las familias mexicanas, principalmente a las más pobres,
La pésima nutrición que promueve el gobierno y los medios se traduce en 20 millones de mexicanos que sufren desnutrición y anemia; y en el
Incremento de la obesidad: hoy la tercera parte de la población presenta sobrepeso;
Más de la mitad de los mexicanos, 60 millones, sobreviven en condiciones de pobreza.
El estancamiento persistente de la economía nacional profundiza la dependencia de las importaciones agroalimentarias.
Negada una y otra vez la crisis alimentaria en México por el régimen calderonista, no se enfrenten las causas estructurales de fondo y
Todas las supuestas soluciones que ofrecen, únicamente favorecen a las grandes corporaciones mexicanas y trasnacionales que dominan la cadena agroalimentaria;
Agudizando la crisis política y social que vive el país y erosionando nuestra frágil estabilidad social, económica y financiera. Enfrentamos un
Riesgo ecológico y a la salud por la contaminación con transgénicos de nuestros maíces, situación que
Implica la privatización de nuestro principal patrimonio alimentario y cultural: el maíz;
Así como el arrasamiento de la producción campesina, sustituida por alimentos de baja calidad y alto precio.
Hoy el Ejecutivo Federal insiste en entregar nuestra soberanía alimentaria y energética a la Iniciativa privada, como lo pretende hacer con PEMEX. El sueño neoliberal de un campo sin campesinos, ni indios en México al que se le puedan extraer impunemente sus recursos naturales: agua, minerales, germoplasma, no es más que un falso cálculo: o hay México con campesinos y pueblos indios, o no hay México.
Porque sin maíz no hay país.
Las organizaciones campesinas e indígenas, de mujeres, ambientalistas, de derechos humanos, de consumidores, no gubernamentales, investigadores, científicos, artistas, intelectuales y ciudadanos de a pie, elevamos una vez más nuestras voces, para llamar a la sociedad civil a emprender la defensa de nuestro derecho a la alimentación, del maíz mexicano, de la agricultura campesina, del derecho campesino e indígena a existir con sus culturas y formas de vida propias; a establecer políticas agrícolas que fomenten la producción nacional de la gran diversidad de maíces y productos mexicanos. Hemos alertado sobre el riesgo real de la contaminación con transgénicos de nuestros maíces. Hoy, 23 de Junio lanzamos la segunda etapa de la Campaña y llamamos a todas y todos los mexicanos y ciudadanos del mundo que estén de acuerdo con lo anterior a que apoyen las siguientes: Medidas urgentes:
1. Soberanía alimentaria. Adoptar el principio de soberanía como base y columna vertebral de una nueva política agroalimentaria para enfrentar la crisis en el corto, mediano y largo plazos.
2. Políticas públicas alternativas y un Estado responsable. Frente al modelo de dependencia y libre comercio que profundiza la inseguridad y vulnerabilidad alimentarias deben adoptarse políticas públicas activas y un renovado papel del Estado tendientes a la autodeterminación, la autosuficiencia alimentaria, el procesamiento, la distribución y el acceso de alimentos campesinos a todo lo ancho y largo del país. La gravedad de la crisis alimentaria requiere la participación amplia, plural e incluyente de toda la sociedad y los poderes de la República.
3. Revalorización e impulso a la agricultura campesina. En los últimos 25 años se ha menospreciado la contribución, el potencial y las virtudes ecológicas de la agricultura en pequeña y mediana escala y se ha ignorado el aporte de las mujeres en las estrategias de sostenimiento de la vida rural frente a la crisis. Los campesinos tienen en sus manos el 80% de las tierras donde se encuentran los recursos estratégicos, agua, germoplasma y minerales que han sabido mantener con un manejo sustentable; y tienen un potencial capaz de responder a las necesidades alimentarias del pueblo mexicano.
4. Agricultura sustentable y reconocimiento del carácter multifuncional de la agricultura campesina. El modelo de agricultura basado en grandes unidades de producción de monocultivo, uso creciente de agua, maquinaria e insumos contaminantes está agotado. Proponemos transitar hacia una agricultura campesina sustentable que promueva la producción de alimentos sanos, la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales, la preservación de la diversidad étnica y cultural. En suma, la recuperación de las múltiples contribuciones de la agricultura campesina a la sociedad y al desarrollo económico del país.
5. Moratoria a la siembra de maíz transgénico. La riqueza genética de México especialmente del maíz, lo convierte en el gran reservorio de variedades adaptadas al cambio climático. Además su calidad de centro de origen del maíz debe preservarse. La biotecnología moderna no solucionará los problemas del hambre, por el contrario las empresas trasnacionales crean una gran dependencia tecnológica al apropiarse del germoplasma y cobrar derechos por el uso de sus semillas. No hay evidencias suficientes de que los transgénicos sean inocuos a la salud.
6. Prohibición al uso de alimentos para producir agrocombustibles. El uso de maíz y de otros alimentos para la producción de etanol es un crimen en esta crisis, siendo nuestro país un fuerte productor de petróleo. Se reconoce que los biocombustibles no son sustentables en términos ambientales, ya que utilizan una gran cantidad de agua y energía fósil para su elaboración.
7. Derecho a la alimentación. La alimentación es un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por la Constitución y tutelado por el Estado mexicano. El derecho a la alimentación se fundamenta en que todas las personas tengan acceso físico y económico, de manera regular y permanente, a una alimentación adecuada y suficiente y a los medios para producirla según tradición cultural de cada población garantizando una vida digna. Además se relaciona con otros derechos como la salud, los derechos laborales, culturales, y ambientales, entre otros. La desnutrición, la anemia y la obesidad deben ser erradicadas.
8. Lucha contra los monopolios alimentarios y la publicidad engañosa en los alimentos. Como consumidores debemos ejercer nuestro derecho a decidir que queremos comer y a quienes queremos favorecer. Las grandes corporaciones, mediante campañas publicitarias que mienten o exageran acerca de los valores nutricionales de sus productos, dictan hábitos de consumo perniciosos para la salud. Es necesario impulsar el consumo responsable acompañado de una correcta regulación de las campañas publicitarias de los monopolios.
Y exigimos:
A) Acciones para incrementar la producción y productividad sustentable con campesinos:
a) Programa de mediano plazo para la sustitución de importaciones agroalimentarias a fin de eliminar el déficit de la balanza comercial agroalimentaria en 2012 del 42 al 20%. Concertación del gobierno federal y gobiernos estatales con las organizaciones por rama de producción para establecer metas de incrementos anuales de la producción.
b) Una agenda legislativa para el campo que incluya, entre otras: ü Aprobación por el Senado de la República de la minuta de Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Alimentaria y Nutricional y de la minuta de Ley de Gas Natural de Proceso. ü Aprobación por el Congreso de la Unión de un mecanismo de administración del comercio exterior de los alimentos básicos y estratégicos, de conformidad con la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
c) Acciones urgentes para apoyar la agricultura campesina y promoción de tecnologías sustentables de producción.
d) Programa de ampliación de la infraestructura hidroagrícola e introducción de tecnologías de riego para el uso sustentable del agua.
e) Reestructuración consensuada de los programas e instituciones del sector rural.
f) Renegociación del TLCAN y de los Acuerdos de Agricultura de la Organización Mundial de Comercio para dejar a salvo la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación.
B) Acciones para garantizar un acceso universal a los alimentos a precios razonables:
a) Aprobación por la Cámara de Diputados de la minuta del Senado por el cual se eleva a rango constitucional el derecho a la alimentación.
b) Establecimiento de una canasta alimentaria básica con precios controlados de productos nacionales, fomentando la compra con asociaciones de productores mexicanos.
c) Ampliación presupuestal a Diconsa para: incrementar a 100 los almacenes regionales y a 5 mil las tiendas comunitarias y su cobertura en el medio rural; la renovación y ampliación de la flotilla de transporte; el mantenimiento de los precios en el nivel prevaleciente en enero de 2007.
d) Establecimiento de una regla que estipule la compra obligatoria de la producción local y regional vía asociación de productores.
e) Incremento de 100% al monto de apoyo a las familias en el Programa Oportunidades y redefinición de los programas de apoyo a las mujeres rurales con base en el reconocimiento de su papel como productoras, conservadoras de recursos naturales y administradoras de la tierra y las remesas.
f) Promoción de un programa de empleo rural para la reforestación comunitaria, el mejoramiento del territorio, la construcción de caminos y bordos, recuperación y mantenimiento de cuerpos de agua, el mantenimiento de la infraestructura social y productiva. C) Reserva Estratégica Alimentaria: Administrada por la Sagarpa y un consejo intersecretarial e intersectorial, constituida por el volumen de maíz (3 millones de toneladas), trigo (1 millón), frijol (200 mil toneladas), arroz (200 mil toneladas) y leche en polvo equivalente a 4 meses del consumo nacional.
D) Protección al maíz:
a) Investigación pública orientada a valorar la agroecología y el potencial de las semillas nativas.
b) Incentivo a las prácticas sustentables que han demostrado su alto valor para resolver los problemas ambientales de la agricultura.
c) Protección de nuestros maíces criollos o nativos de la contaminación transgénica,
d) Apoyo a las iniciativas locales para protegerlos.
e) Medidas de bioseguridad que respondan a la realidad del país como centro de origen y de diversificación genética del maíz,
f) Creación del Régimen de Protección Especial del Maíz, establecido por la Ley de Bioseguridad de OGM, que proteja a México como centro de origen y de diversidad genética del maíz, garantice la preservación de la diversidad de maíces en todo el territorio nacional, así como la salud humana y animal.
g) Establecimiento de sistemas de protección, responsabilidad e indemnización para los campesinos que han resultado afectados por la contaminación o flujo genético a sus cultivos convencionales u orgánicos.
h) Etiquetado obligatorio en todos los productos que contengan OGM, como se aplica en muchos países, acatando el derecho fundamental a la información para poder elegir.
E) Presupuesto requerido y fuentes:
a) Reducción del 20% del gasto corriente de la alta burocracia del Ejecutivo Federal, Poder Judicial y Poder Legislativo, incluyendo reducción salarial, prestaciones y eliminación del seguro de gastos médicos mayores.
b) Excedentes petroleros a un Fondo Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
c) Ingresos extraordinarios por la recaudación del IETU.
d) Decomisos del crimen organizado (25%).
¿Cómo participar?
Hagamos un compromiso en defensa de nuestro maíz. Sembremos maíz en hogares, banquetas, camellones y parques públicos. Lancemos pronunciamientos contra los productos transgénicos, promovamos y garanticemos zonas y territorios libres de transgénicos en toda la República. Exijamos el reconocimiento de México como centro de origen del maíz.
Apoyemos y hagamos nuestras las demandas de las organizaciones campesinas e indígenas para alcanzar la justicia y la soberanía para México.
Consumamos de manera responsable dando preferencia a los productos nacionales, frescos, y sin industrializar de pequeños y medianos productores bajo el sello de Comercio Justo México. Compremos en mercados de barrio, tianguis, puestos y no en supermercados.
Evitemos la compra de productos industrializados de grandes empresas agroalimentarias como: Bimbo, Maseca, Minsa, Bachoco, Nestlé, Cargill, Mosanto, entre otras.
Realicemos actos educativos y diversas acciones para denunciar los abusos de los monopolios agroalimentarios, Impulsemos la producción y el consumo nacional de alimentos e informemos al pueblo sobre los riesgos de autorizar el maíz transgénico en México, así como foros nacionales y regionales, ferias campesinas y conciertos a favor de la agricultura campesina y la soberanía alimentaria.
Convocamos a todos los mexicanos, hombres y mujeres del campo y de la ciudad, a adherirnos a la histórica tarea de defender al maíz e impulsar un proyecto alternativo para el campo y para el país; un proyecto rural y nacional, incluyente, justo, sustentable y solidario: Salvemos el campo para salvar a México.
Atentamente,
Firmas (cientos)
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