viernes, septiembre 19, 2008

No nos vayamos con la finta

Gilberto Balam Pereira

Granadas no son instrumentos del narco contra el pueblo

Desde fines del régimen de Vicente Fox comenzó a aplicarse la estrategia de la militarización para combatir el narcotráfico y Fecal la ha continuado. Todos los discursos del ilegítimo presidente con relación a la seguridad de la población, encierran un contenido castrense al carecer de otra visión para atacar la inseguridad que padecemos, lo que ha conducido a toda clase de excesos en contra de la población.

La visión militar del actual gobierno es la represión, no la educación ni la profesionalización de los cuerpos policiacos ni la prevención del delito. Es la mentalidad e ideología de la derecha de reprimir en la inmediatez, en vez de estructurar planes de control de mediano plazo. El problema de la inseguridad es difícil y complejo como para querer abolirlo otorgando funciones metainstitucionales al ejército.

Críticos, intelectuales, periodistas, sociólogos y políticos pensantes han reprobado las tácticas bélicas de Fecal, porque lejos de que veamos resultados positivos, sólo está beneficiando a altos jefes de la burocracia militar con mayores partidas de dinero que se gastan en apariencias y canonjías.

Fecal se encuentra desesperado y presiona al Poder Legislativo para que legitime sus acciones de guerra contra el narcopoder. Está ávido de convencer y chantajear al país con la idea de que el terrorismo comienza a prender entre nosotros para justificar su alianza con la política antiterrorista de Bush.

El descrédito ha hecho presa del pelele ilegítimo junto con sus instituciones de seguridad. Es un “presidente” débil, además de fracasado en su loca y estúpida guerra contra el narcotráfico. Con su mito de terrorismo busca la “unidad” y apoyo de gobernadores, empresarios, líderes de partidos, legisladores, comunidad internacional y ciudadanos a su campaña antiterrorista, que ya empieza a propagar nada menos que su aliada y compañía de maestros vendidos, la mamá de Chuky, Elba Ester Gordillo quien publica en la mayoría de los diarios del país un desplegado en el que pide unidad en torno a las políticas de Fecal.

Pero no todos los mexicanos somos idiotas, como para creer que es la “delincuencia organizada” (refiriéndose a los narcos) los responsables de los atentados la noche del grito, sí, del grito de las víctimas de la derecha organizada.

Mi admirada Maritere Jardí (POR ESTO! 18/19/08, apenas ayer en la Sección de Opiniones es contundente) condensa lo cierto cuando dice: “autores del claro terrorismo de Estado que se descaró en Morelia…lo inmediato es pensar que Calderón es el autor… a final de cuentas de lo que se trata es de justificar la represión para acabar de entregar lo poco que le queda a la nación…proliferarán los Estados de sitio y la suspensión de las garantías…” como han comenzado ya en Michoacán.

En tanto que en la misma edición de ayer, el perredista Ricardo Monreal Avila dice: “hasta antes del 15 de septiembre, el narcoterrorismo tenía su expresión sólo en dos países, Afganistán y Colombia. Ahora habrá que agregar a México”. O Monreal anda despistado, o quiere apoyar la doctrina de Fecal. No sabe uno qué esperarse de estos perredos.

En Mérida, los derechistas yucatecos no se quedan atrás en la campaña intimidatoria falsamente atribuida a los narcos: el ex-diario de Yucatán cabeceó y alarmó en su edición del día de hoy jueves “Desalojo por falsa bomba en el edificio del Sistema de Administración Tributaria (SAT)”. Sus empleados y los alumnos de una escuela contigua salieron a la calle despavoridos. Los calderonistas comienzan a cosechar frutos de su campaña antiterrorista.

Para comenzar, se sabe que las granadas se fabrican en E.U. y son de venta casi exclusiva para el Ejército. Los cuerpos policiacos, si se proponen usarlas, las tienen que comprar al Ejército.
La mayoría de mis amigos y algunos analistas y legisladores de conciencia coinciden en que los granadazos de Morelia NO SON OBRA DE NARCOTRAFICANTES. No son sus señales. Y menos contra los pobres. Es bien sabido, por el contrario, que los narcotraficantes desarrollan obras asistenciales entre los pobres y los marginados, olvidados por gobiernos y partidos. Es una de las formas de lavar dinero.

Los granadazos tienen todo el perfil de formas de agresión y autoritarismo de gentuza derechista del tipo de El Yunque y otras derechas igualmente represoras como los grandes empresarios, las trasnacionales, la Banca mundial, la Iglesia política y los altos capitalistas que se infiltran en las marchas populares de denuncia. Son los sectores privilegiados que salen beneficiados con el mito del terrorismo que tiende a paralizar los movimientos de protesta de las capas populares y de amenazar con represión a los mismos.

La política represora castrense de Fecal está programándose para ser continuada en el 2009.
La derecha nunca entenderá que al narcotráfico sólo se le puede enfrentar al mediano plazo con la capacitación y profesionalización de las policías, con planes de prevención, educación y desarrollo económico social y no con canalización de dinero a las dependencias burocráticas de Seguridad y al Ejército.

La Secretaría de Seguridad Pública es un ejemplo de política castrense porque la mayoría de sus funcionarios y empleados son militares. Fecal parece reproducir los ejemplos de las dictaduras latinoamericanas de los sesentas y setentas.

Aprovechamos el espacio para hacer algunos señalamientos sobre las propuestas presupuestales de Fecal para el 2009: un incremento de presupuesto para la SSP que aumentaría un 49% (31 mil mdp) y la Secretaría de la Defensa Nacional recibiría un alza del 16.1% (42 mil mdp).
El Centro de Investigación y Seguridad Nacional, CISEN que está más bien dedicado al espionaje político, pasará de mil 270 mdp a 2 mil 439 mdp.

En tanto que a la SAGARPA le reducirán 3 mil 233 mdp. La Secretaría de la Función Pública no tendrá variación de presupuesto y con ello se le limita más su acción de vigilancia de gastos de los funcionarios públicos quienes seguirán gozando de toda libertad para lucrar.

Con estas medidas, Fecal pretende fortalecer su militarismo y desarrollar actos de terrorismo, concepto que a la derecha le conviene rescatar de Bush y propalarlo para justificar la represión gubernamental en México.

Se sabe también que aproximadamente el 85% de los recursos castrenses se van en altos salarios y prerrogativas diferenciadas entre los funcionarios militares sin que haya preocupación de mejoras económicas entre los soldados.

Acerca del desempeño del secretario de Seguridad, Genaro García Luna, parece que se ha olvidado de aplicar la ley a los responsables de los fraudes de aviones cometidos en el período de Vicente Fox, ni se ha ocupado de aclarar las irregularidades en la licitación de la “Plataforma México”, dos hechos contundentes entre tantos de su ya larga cadena de corrupción.

De allí la necesidad de la proyección de la imagen de Fecal y sus colaboradores de Seguridad mediante spots televisivos triunfalistas, que no son otra cosa que mentiras y simulaciones mientras el pueblo de México vive con pánico al comprobar de lo que es capaz la derecha organizada y delictiva terrorista, como lo ha demostrado en Morelia en el mal llamado Día de la Independencia.

Comentario aparte
Quiero expresar mi agradecimiento al Dr. Franciso Luna Kan, al maestro Roldán Peniche, a Maritere Jardí, a Elio y demás colaboradores de nuestro Diario POR ESTO! por sus fraternales comentarios acerca de la medalla que se me otorgó recientemente. También mi agradecimiento a todos mis grandes amigos que me demostraron su afecto en el acto, para mí inolvidable, que tuvo lugar en el Palacio de Gobierno el pasado 13 de septiembre.

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