Ricardo Andrade Jardí
60 muertos el domingo pasado, 20 el lunes, 25 el martes y ya veremos cuántos más se suman a la escalada de violencia desatada por el control de las plazas entre grupos criminales en los que las "instituciones de la democracia" no están exentas.
"La sociedad ha permitido que la delincuencia entre a lo más íntimo de nuestras vidas" afirma el usurpador en turno; y efectivamente no le falta razón, hemos permitido primero que nada, que el chupacabras de Salinas de Gortari, nos "gobernara", hemos permitido el FOBAPROA que abrió las puertas del Estado para que la delincuencia se apoderara no sólo de nuestro dinero, sino del Estado mismo y del que seguimos sufriendo las consecuencias. El FOBAPROA, no sólo es el mega fraude del siglo contra una nación entera, sino que es la pauta de la pérdida de valores éticos que han hecho de nuestro país una industria próspera para la delincuencia organizada, un paraíso fiscal de IMPUNIDAD para los delincuentes de "cuello blanco", un abrevadero de políticos corruptos que amasan "sus fortunas" con el erario público y la protección omisa o cómplice a las redes del crimen organizado que los recompensa bien; nos hemos permitido el pagar millonarios sueldos a jueces corruptos que pocas o nulas veces imparten justicia, aunque ofertan "elocuentes" discursos para justificar actuaciones que darían vergüenza a cualquier jurista del mundo; nos hemos permitido cambiar de siglas políticas en el poder y seguir siendo "gobernados", o, mejor dicho, oprimidos por el PRI que se apoderó de todos los partidos políticos; la delincuencia se metió en lo más íntimo de nuestras vidas, baste de ejemplo ver a un IFE "ciudadano" que contrata como proveedor del programa de cómputo que arrojaría los resultados electorales, al cuñado del candidato oficial, acto a todas luces inmoral, amén de ilícito, sin que nada pase; nos hemos permitido que delincuentes como Azcárraga o Salinas Pliego dicten la "verdad" de las noticias que debemos conocer y las que no estamos preparados para saber; nos hemos permitido, y sin perdón alguno, que un sujeto analfabestia como Vicente Fox, nos "gobernara" o, bueno, su segunda esposa, según ha reconocido él mismo, durante seis años y que se saliera con la suya que hoy significa entre otras cosas: sesenta (60) ejecuciones en un día, algo así como 2.5 muertos ajusticiados por hora y 7 (siete) de esos ejecutados, el domingo pasado, eran niños.
Unas cosas van de la mano con las otras. Si se le permite a un banquero saquear al país y luego se le recompensa "rescatando" su banco con nuestros recursos, el narcotráfico exige su parte y las redes de pederastas (con curas incluidos) la suya; el empresariado chatarra arrebata otra parte y los concesionarios no conformes con actuar como si fueran dueños, sin serlo, de bienes públicos, se suman a la desfachatez y exigen su tajada.
Efectivamente, nos hemos permitido que una pandilla de delincuentes nos desgobierne desde hace unos 25 años y el único remedio posible será el sacarlos a todos antes de que sea demasiado tarde para hacerlo, responsabilizando a cada cual de sus actos, de lo contrario en los próximos meses, no sólo estaremos contando las ejecuciones del día, sino lamentando, algo de lo mucho que nos hemos permitido entre nuestra falta de decisión, de acción, de respeto a nuestra dignidad, entre velorio y velorio, en medio de una guerra sin sentido y que además no es nuestra guerra...
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