María Teresa Jardí
No hay otro modo de dar marcha atrás o al menos yo no alcanzo a ver otra manera de acabar con la impunidad que permite a la corrupción gubernamental el cambiar las leyes que ya no sirven para acotar el mandato de ninguno de los tres poderes que la refundación, desde cero, como quien dice, de la República. Entiendo, por supuesto, los problemas que esto como sociedad nos plantea. Pero en manos de la sociedad está la única posibilidad de cambio.
No hay otra manera para propiciar la construcción de la democracia, que aquí lejos está de ser ni siquiera respetada en su etapa primaria que es la meramente formal, que la necesaria refundación de la República. Y, claro, esto pasa a mediano plazo por la instauración de un nuevo constituyente que, a partir de la restauración de la Constitución de 1917, una nueva Constitución le otorgue a la nación mexicana, para nuevamente refundarla, ¡ojalá! Y de una buena vez para siempre. Y, claro, lo anterior pasa también por forjar la identidad mexicana con el orgullo que lleva consigo la identidad cuando es eso lo que los define como integrantes de tal o cual pueblo.
Y, claro, como saltan a la vista, hay varias vías. Pero como las dolorosas es muy probable que a la larga sólo nos lleven al mismo punto de partida. Convencida estoy, de que no tenemos más apuesta, por ahora, que el pensar en que AMLO sea de nueva cuenta el candidato a la Presidencia en 2012.
Andrés Manuel es la única persona que puede aglutinar al movimiento ciudadano que crecerá de manera exponencial si él va como cabeza del PRD. AMLO puede volver a ganar la elección de 2012. Puede hacerlo a pesar de las trampas, que al fraude, en México por la vía electoral, no lo olvidemos, han legalizado. Puede hacerlo porque además estamos mucho más capacitados los ciudadanos para no permitir que otra vez se roben la elección. Puede ganar a pesar de la telebasura con todo y su bancada comprada con ayuda de la Gordillo. Comprada, porque le fue vendida, por los dueños del Partido Verde, tampoco lo anterior vamos a olvidarlo y el Verde haría bien en irse despidiendo de su registro. De ese tamaño es la corrupción que impera en México y vencer a la impunidad que la cobija es el primer problema que como sociedad se nos presenta en la inteligencia de que la llegada de AMLO por sí sola tampoco garantiza que la refundación de la República se dé. La refundación pasa por el cambio de cultura de la cabeza a los pies. Cambio de cultura que es posible todavía si la llegada de AMLO va acompañada de la votación de la inmensa mayoría ciudadana diciendo ¡ya basta! a la corrupción de los priístas y de los panistas.
Se quedará azorado, mi amigo, que esto lee, y muchos de ustedes también, pensando en que el PRD está convertido en lo mismo que el PRI y que el PAN. Y tendrán, todos, razón. La elección de la ideología de derecha como única ideología y la renuncia a los postulados de la izquierda como si esos y no los otros fueran los enemigos a perseguir así lo demuestra.
Y, sin embargo, como los estados no son islas vale la pena que la ciudadanía voltee los ojos para mirar, desde Yucatán hasta Baja California, al Distrito Federal, donde los habitantes prefieren mayoritariamente al PRD como gobierno y no al PRI ni al PAN. Sin el Distrito Federal ni PRI ni PAN van a ganar la contienda sin trampas que lleven nuevamente a la legalización de un fraude en un país donde el pueblo ya no aguanta más violencia institucional.
Y, la preferencia por el PRD, igual de corrupto que los otros, se da porque Ebrard, que es igual de fascista que Calderón, es un ápice más inteligente que los panistas e incluso que muchos de sus compañeros que militan en el PRI. Y, lejos de cancelar las libertades primarias de todo ser humano, incluso a decidir sobre su cuerpo, ha dejado pasar las reformas a favor de esas libertades, sabedor de que una sociedad culta no perdona los desaciertos de gobernantes y menos aún lo hace cuando salta a la vista que sólo buscan contentar a las iglesias y al ala más fascista.
Los pueblos, aun los más gravemente deseducados por la poderosa telebasura, como el nuestro, guardan en lo hondo de los recovecos de la mente la memoria de los estragos que las alianzas del poder con las iglesias les causan a los pueblos. Y eso por sí solo puede llevar al PRD a Presidencia si es AMLO el elegido para ejercerla. Mañana sigo…
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