Honrar a los Constituyentes

Alfonso Izquierdo Bustamante*

A 150 años de la promulgación de la Constitución de 1857, hoy tenemos la gran oportunidad, pero sobre todo la responsabilidad de aportar con visión al futuro, las reformas necesarias y adecuaciones que nuestra realidad y nuestras necesidades exigen. Pero ante esta tarea, surgen también varias interrogantes que debemos responder y asumir para que el respeto irrestricto a nuestra Constitución, sea garante de armonía y convivencia social.

Recordar a los Constituyentes del 57, los motivos y fundamentos que los llevaron a dar respuesta a una sociedad cansada entonces de vivir en inestabilidad, llena de revueltas y carente de garantías, es reconocer la amplia visión que tuvieron para poder plasmar en un texto todos los aspectos de nuestra vida nacional, desde la separación de los poderes, la integración de los derechos humanos, las garantías individuales, la libertad, la organización política, el municipio, todo ello dando fuerza a lo que hoy conocemos como Estado laico; marcaron así también los ejes bajo los cuales hoy, en nuestra actual Carta Magna (cuyo sustento se encuentra en la Constitución del 57) con las 600 modificaciones aproximadamente que ha sufrido, nos seguimos rigiendo.

Al hacer memoria de la historia de nuestra Constitución, recordamos a los grandes pensadores liberales que trabajaron arduamente y se enfrentaron ideológicamente a muchos obstáculos, que finalmente vencieron con el debate, con la producción de ideas defendidas en tribuna, no imitaron ni copiaron modelos o sistemas que nada tenían que ver con nuestra realidad, pudo haber sido una réplica de Inglaterra o Estados Unidos, pero se encontraban ante el reto de constituir un país. El principio fue difícil, más aún cuando no existían las instituciones que respaldaran los mandatos de la Constitución, pero paso a paso con el peso de las ideas se fueron construyendo todos los elementos necesarios para fortalecer a nuestro país, en un ambiente democrático.

Todo este antecedente, coloca a la actual legislatura en un punto de la historia, realmente único; ante la pluralidad de ideas, por cierto garantizadas también en la Constitución, la diversidad, el sistema parlamentario pero sobre todo ante la necesidad y exigencia de la sociedad por obtener y palpar acuerdos que les sean provechosos, que respondan a los intereses generales y no a los propios o individuales, ante la exigencia de construir a partir de las diferencias bajo un fin supremo llamado México.

Sin duda, emprenderemos reformas que sean acordes a la actualidad, necesarias para el desarrollo del país y el engrandecimiento de la sociedad, pero éstas no serán posibles si antes no entendemos el espíritu del constituyente del 57, si interpretamos la ley a conveniencia. Tomar conciencia de que una nación logra avances cuando respeta el derecho de los demás, simple, muy simple, se funda también en el respeto irrestricto a las normas que rigen nuestra vida en convivencia para no alterar o poner en riesgo a los demás y a uno mismo.

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*Presidente del Consejo Directivo Nacional de la Fundación Carlos A. Madrazo A.C.
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