Ricardo Andrade Jardí
Por aquello de que se supone que somos una "democracia", o al menos así nos lo hacen saber los intelectuales a modo, la Secretaría de Gobernación, en nombre de la "ley y el Estado de Derecho", ha planteado rebasar a la izquierda por la izquierda y censurar las transmisiones del programa "La Verdad Sea Dicha" producido por el gobierno legítimo y que se transmite las madrugada del martes en TV Azteca.
La censura es la señal pública de la intolerancia y en el México de la imposición la censura se practica de muchas formas y fundamentalmente a través del cerco desinformativo que el dúopolio telecrático ejerce, ante una ciudadanía cada vez más enajenada por las peores televisiones del planeta.
Los intentos de censurar un programa de televisión con contenidos políticos opuestos a la visión fingida del régimen de facto que hoy se nos impone, además de carecer de verdad jurídica no es más que uno más de los torpes ataques de quienes carecen de razón para gobernarnos, son las señales de la represión y de la opresión sobre la cual se intentará sostener la ilegitimidad del espurio gobierno, que tomó protesta ante el Estado Mayor Presidencial (ejército paralelo), que no soporta la idea de que el contrincante al que le robaron la elección trasmita la toma de protesta legítima ante quien se debe tomar protesta, es decir, ante cientos de miles de ciudadanos.
Pero los torpes intentos de censurar la contrainformación que genera el gobierno legítimo no podrán callar la voluntad de un movimiento ciudadano, que ha decidido desconocer la imposición de la mentira y la mediocridad del actual régimen de cínicos que pretenden hablarnos de censura mientras los "góber preciosos" mantienen su inmoral fuero, al tiempo que se fotografían pornográficamente con el disfrazado amigo de las moscas, en tanto los presuntos abusadores sexuales de niños y niñas coordinan las alianzas del "poder" legislativo, dando paso a las políticas de la simulación que pretenden privatizar nuestros recursos energéticos, entre otras cosas.
Mucho podrán censurar "las instituciones de la democracia" y más aún intentarán censurar, la censura es el signo más fiel de la ilegitimidad, de la cerrazón, de la violencia, del autoritarismo, donde existe la censura política, no existe la democracia, la censura es símbolo del atraso ideológico, con la censura se busca callar las voces disidentes y callar la dignidad ciudadana.
Hoy es la programación del PRD y la del Gobierno Legítimo, mañana serán los diarios, los pocos medios electrónicos alternativos, las universidades, los libros, los teatros.
Los estúpidos argumentos de la Secretaría de Gobernación para censurar trasmisiones de televisión y radio de un partido político legalmente constituido, bajo las reglas del régimen de la simulación democrática son un alarmante ejemplo de cómo se implementa la dictadura fascista en nuestra bananera república.
Las alarmas están dadas y del movimiento ciudadano dependerá que estás intentonas retrógradas no se implementen. Aceptarlo, por el contrario, nos hará cómplices de la barbarie.
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