lunes, agosto 27, 2007

Elvira Arellano: El regreso



Maravatio, Mich., 27 agosto (apro-cimac).- “Mientras los tres niveles de gobierno no hagan algo para que los mexicanos tengamos mejores salarios y oportunidades de trabajo, la gente va a seguir emigrando en busca de un mejor nivel de vida”, dijo la activista Elvira Arellano. Entre sollozos, Arellano fue recibida por su familia en esta población, donde nació en 1975 y donde hace una década salió en busca de trabajo. Ahora está de regreso tras ser deportada de Estados Unidos.En 1997, ante los problemas económicos de su familia y la distrofia muscular que padecía su padre, Elvira viajó a Mexicali, Baja California, con la esperanza de cruzar a Estados Unidos, en busca de un empleo que le permitiera apoyar a su familia.Ese mismo año entró a Estados Unidos por primera vez, pero fue deportada. Días después regresó, y durante tres años estuvo en Oregon. Su hijo Saúl nació en 1999 y, un año después, ambos se trasladaron a Chicago, Illinois, donde ella encontró empleo limpiando aviones en el Aeropuerto Internacional O’Hare. Sin embargo, a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, durante un operativo gubernamental destinado a detener a las y empleados del aeropuerto indocumentados, la detuvieron, acusada de usar un número de Seguro Social falso.El 15 de agosto de 2006 se le dictó una orden de deportación, y ese mismo día aceptó la invitación del pastor Walter Coleman de refugiarse en la Iglesia Metodista Adalberto, de donde salió el pasado 16 de agosto para dirigirse a Los Ángeles, California, donde fue arrestada y deportada a México. Fue una deportación exprés. Michoacán es uno de los estados con mayor flujo migratorio de mujeres a Estados Unidos. En los años 90 representaban 5 por ciento, y actualmente constituyen más de 40 por ciento de los 45 mil michoacanos que se van a Estados Unidos cada año en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Consejo Nacional de Población (Conapo). Las mujeres que de aquí migran son en su mayoría jefas de familia que tienen que dejar a sus hijos con familiares. También se van viudas, divorciadas y solteras. En esta población, de unos 70 mil habitantes, se establecerá nuevamente Arellano, después de 10 años de ausencia alejada de su familia. Lo primero que hará será buscar una escuela para “Saulito”, su hijo de 8 años de edad, cuando regrese de Chicago, Illinois.Antes de llegar a Maravatío, Arellano ofreció una conferencia de prensa en una radiodifusora estatal, donde aseguró que, “mientras nuestros paisanos no denuncien el maltrato del que son objeto en Estados Unidos, y del racismo que impera en esa nación, el sueño americano no desaparecerá y el problema de los migrantes no será resuelto”.Hizo un llamado a todos los mexicanos que residen ilegalmente en Estados Unidos a que participen, el próximo sábado 12 de septiembre, en la marcha que realizarán en la frontera con Tijuana las redes de migrantes de manera paralela a otra que se efectuará frente al Capitolio, en Washington.En esta última participará su hijo Saúl, acompañado por niñas, niños y mujeres, así como por integrantes de las redes de migrantes de Texas y California, encabezadas por sus dirigentes José Carmona y Manuel Mireles, respectivamente. Según la mujer, ambas agrupaciones movilizan un promedio de 600 mil migrantes, que protestarán por la legislación de trabajadores indocumentados, que está separando familias y en pro de la Ley de Migración.Previamente, el 3 de septiembre empresarios realizarán un boicot, en Tucson, Arizona, en protesta por la legislación antimigratoria que, en su opinión, los afecta.Arellano, legisladores y líderes de organizaciones de migrantes conminaron a la aspirante a la candidatura presidencial del Partido Demócrata, senadora Hillary R. Clinton, para que, desde el Senado, promueva la Ley de Migración.

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