No es extraño que Ugalde se aferre al puesto. Con tamaño descrédito detrás, ¿quién lo va a querer contratar?
Lo malo es que en este país no hay descrédito que valga, hasta podrían nombrarlo director del Banco de México o Procurador General de la República o Secretario de Gobernación ¿por qué no?
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