martes, noviembre 06, 2007

Columna: Asimetrías:Narcotráfico

De Blogotitlan: Columna Asimetrías
Narcotráfico

por Fausto Fernández Ponte

Para no enfadar a su irascible jefe espurio, funcionarios del gobierno federal reconocen "a la callada" que el presumido "combate frontal al narcotráfico" no tiene pies ni cabeza en su estrategia ni en su táctica. O sea, es un rotundo fracaso. La drogadicción crece.

I

Al Estado mexicano parece habérsele escapado de registro e interpretación un hecho que para no pocos es evidente por sí mismo: aumenta día con día el consumo de estupefacientes y psicotrópicos.

En efecto. Ese crecimiento es insoslayable, objetivamente discernido, aunque algunos personeros del Estado --principalmente del Poder Ejecutivo-- lo reconocen en privado.

Y reconocen también --siempre en privado-- que el diseño y el desarrollo de las campañas contra esa vertiente del crimen organizado (o CO) carece de congruencia en lo estratégico y en lo táctico.

Antes de proseguir señálese que el CO tiene varias vertientes, siendo la más visible la del tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos. Otras vertientes, empero, son también corrosivas.

Ejemplo de ello son las asociaciones delictivas que actúan y operan en los ámbitos bancarios y de finanzas públicas y privadas, la política, comercio, el abasto de servicios básicos, entre otros.

II

Mas no nos desviemos del tema, caro leyente. Las campañas contra el narcotráfico ignoran o, en el mejor de los casos, subestiman la importancia de las causas del crecimiento de este fenómeno antisocial.

Esas causas son no solamente las del consumo en sí, sino los motivos del crecimiento de éste, los cuales nos hablan de una sociedad en un vórtice brutal de enajenación alientante.

Esa enajenación alientante es, a nuestro ver, incomensurable, pero su existencia misma es tan obvia que preside los derroteros de las conductas sociales e incluso determina éstas.

La lógica del mercado es clara. Su mano invisible --que tan absurdo culto rinden los personeros del Estado imbuidos de un neoliberalismo en su ocaso-- confirma el verismo de la siguiente dicotomía:

1) Si hay consumidores de un bien o un servicio dado, habrá siempre quienes los produzcan y quienes --intermediarios o comerciantes-- los hagan llegar a un mercado. No importa si ese comercio es ilícito.

2) Y si hay productores y vendedores de esos bienes y servicios cuyo tráfico violenta el marco jurídico y las premisas morales, su disponibilidad hará que el consumo aumente irremisiblemente.

III

Empero, no sólo la disponibilidad comercial de estupefacientes y psicotrópicos --que no obstante su ilegalidad en el caso es amplísima-- no explica el crecimiento alarmante del consumo.

Retornamos a lo de la enajenación alientante. Enajenados están los consumidores pobres y ricos, por lo que buscan sustraerse de una realidad que los oprime. Buscan --y hallan-- vías de escape. Fugarse.

Fugarse del tráfago opresor, pues. Ese es un reto descomunal para un Estado. Una sociedad en ocurrente enajenación alienante es insatisfecha, frustrada, acosada y desesperanzada hasta la desintegración.

Supondríase de buena fe que algunos personeros del Estado lo sabrían, mas no la institución como tal. Es un problema inasible a la cosmovisión de un Estado políticamente vacuo y en entredicho moral.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Dicotomía: división en dos partes.

Enajenación alienante: en la sociología, fenómeno identificado como la filosofía de la opresión, perfeccionada y refinada al través de civilizaciones como una verdadera cultura de la injusticia, en la cual es tan alienado el opresor como el oprimido. La injusticia es ya obra de la maquinaria social, del sistema civilizatorio y cultural.

Vacuo: vacío.

Verismo: verdad.

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