Pedro Echeverría V.
1. Policías estatales detuvieron ayer a más de 30 simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que intentaron instalar una barricada en la glorieta/crucero de “Cinco Señores” para conmemorar el primer aniversario de la victoria obtenida cuando replegaron a elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) en esa misma trinchera. Con equipo antimotines y armas de fuego, los policías arribaron a las 7 horas en camiones, camionetas y motocicletas, cuando los activistas empezaban a colocar barricadas sobre las avenidas Universidad y Ferrocarril, además de atravesar un tráiler y una camioneta distribuidora de productos lácteos. Muchos activistas corrieron, pero varios fueron arrestados y llevados al cuartel de Seguridad Pública de Santa María Coyotepec. Algunos fueron detenidos en autobuses urbanos o cuando llegaron caminando, aunque también fueron detenidas personas que pasaban por allí.
2. La pésima y desesperante situación económica y política, así como las fraudulentas elecciones celebradas hace varias semanas, vividas por los oaxaqueños, les impide “esperar mejores tiempos o coyunturas más favorables para luchar”. A pesar de la estrecha y muy corrupta alianza, indispensable para el PRI y el PAN en el estado y a nivel nacional que se concreta en amenazas y represión, los sectores populares y el magisterio de esa entidad federativa, no han descansado en su batalla para reorganizar y recuperar su movimiento. Las organizaciones indígenas y campesinas, los sectores populares de la ciudad, el magisterio combativo (que en los hechos ha sido el bastión principal de las luchas), organizados en la APPO, sólo dan un paso atrás pero para tomar fuerza. Ese alto nivel de conciencia se ha convertido en un buen ejemplo para el país y en muchos estados se ha venido reflejando esa dignidad y convicción.
3. Solidarizándose con los dirigentes presos en diferentes cárceles, fortaleciendo a los profesores que luchan por la recuperación de sus escuelas, visitando agrupaciones para recordarles su compromiso con las luchas del pueblo, batallando de manera permanente por defender la economía de la población contra el encarecimiento, hace que los luchadores más conscientes poco a poco estén recuperando la fuerza que tenían en julio, agosto y septiembre de 2006. La APPO está consciente de que los trabajadores no dominados del país están pendientes de sus luchas y que todo lo que hagan redundará en el fortalecimiento o el desánimo de las luchas sociales. Si bien la lucha magisterial en su inicio tuvo un carácter local, sindical o laboral, a partir del desalojo del plantón el 14 de junio, instalado en el centro histórico, y de la fundación de la APPO dos días después, la poderosa lucha de Oaxaca se convirtió en un acontecimiento nacional.
4. La alianza PRI/PAN en Oaxaca es de lo más atrasada posible. Calderón y el PRI mantienen en la gobernatura de la entidad al mayor sátrapa de país, quizá sólo comparable con el actual gobernador de Puebla. Ulises Ruiz ha hecho y deshecho lo que le ha dado la gana sabiendo que su partido (el PRI) tiene agarrado de la parte donde más duele a Calderón y que éste los necesita para gobernar. Es comparable lo de Oaxaca con lo que hacen los EEUU al apoyar terribles y sangrientas dictaduras militares como las de Pinochet, Strossner o Somoza. Por cierto parece muy ilustrativo el cuento que apenas conocí hace unos días: le preguntaban a un presidente yanqui acerca de por qué mantenía el apoyo al dictador Somoza en Nicaragua si éste era un verdadero hijo de puta. El presidente respondió: “será un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Ese es el rasero aplicado por los EEUU, pero también el que domina en el PRI/PAN.
5 . En Oaxaca, me decía mi querido amigo Carlos del Istmo, nos han reprimido con brutalidad, pero la lucha continuará porque tiene raíces históricas muy profundas. El largo plantón de decenas de miles de profesores y pueblo, que se inició en mayo y que fue salvajemente reprimido en 29 de octubre de 2006 por soldados del ejército disfrazados de PFP, resurgió en las siguientes semanas con grandes manifestaciones en las calles y en otras formas de lucha, a tal grado que el 25 de noviembre volvieron a reprimir y encarcelar a valerosos dirigentes de la APPO. Esa lucha del pueblo Oaxaqueño antecedió a las elecciones presidenciales y ha estado presente durante más de un año después. El gobernador represor Ulises Ruiz, ahora estrechamente unido al calderonismo, ha pretendido recuperar (con todos los medios) el poder que tuvo antes de mayo de 2006, pero no podrá porque está muy enlodado y el pueblo no cree en él.
6. En los últimos meses Oaxaca ha vivido una especie de Estado de sitio. El represor gobierno de Ulises ha infestado el estado con miles de policías (orejas) que se acercan sigilosamente a todas las conversaciones y reuniones para escuchar e informar de todo lo que se habla y se dice del gobernador. A pesar de que Oaxaca tiene necesidades económicas urgentes para la creación de empleos y el pago de salarios no miserables como los actuales, en los últimos meses ha crecido mucho la contratación de policías uniformados y civiles. Son tantos los policías que le alcanza al gobierno para tener acuartelados a centenares y cuando sea necesario usarlos ante cualquier “emergencia” represiva, como sucedió ayer en “Cinco Señores”. La vigilancia sobre personas jóvenes con cabello largo y playeras negras se ha extremado, a tal grado que muchos de ellos han sido obligados a presentarse ante la autoridad judicial y amenazados para callar.
7. La vigilancia y la represión contra los trabajadores en México no se reduce a Oaxaca. Desde que asumió Felipe Calderón la Presidencia hace poco más de 11 meses, se instaló un sistema de información y persecución, no sólo contra el narcotráfico (como se reitera en los medios electrónicos) sino contra los movimientos sociales que se atreven a sacar la cabeza: Oaxaca, mineros, electricistas, zapatistas, CNTE, protestas populares. Calderón, con la firma del llamado Plan Mérida (que debería llamarse Plan México, tal como el Plan Colombia) pretende intensificar la vigilancia entre los grupos de oposición. Se ha denunciado y se han registrado innumerables quejas contra las autoridades por haber establecido en teléfonos y los correos electrónicos sistemas muy finos de espionaje para ubicar bien a organizaciones y personas disidentes. Si Nixon perdió la Presidencia por ello, en México se gana autoridad por ser espía de gobierno.
8. Es grave que la izquierda no haya logrado arrancar de la cárcel a los dirigentes de Atenco y de Oaxaca. No están encerrados por cometer delito alguno, sino por causas políticas. ¿Cómo podrán crecer las luchas sociales en México si la represión contra ellas se ha incrementado y la izquierda no es capaz de arrancar a sus presos de las cárceles? Aunque no lo crean, yo he visto al PRI movilizarse y en ese instante sacar a su preso, pero ni Vallejo, los médicos del 65, los estudiantes de 68, fueron liberados por la movilización sino por gestiones burocráticas e institucionales de grupos, disfrazadas de jurídicas. Los guerrilleros sí han intercambiado presos en México y varios lugares, pero el movimiento social no ha sido consecuente en sus acciones para lograr sus demandas en el instante. ¿Qué pasaría si 50 mil manifestantes (de los más de 500 mil en el DF) tomaran por uno o dos días los bancos, las embajadas, las bolsas de valores y las carreteras?
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